A pesar de las políticas antidrogas que existen en Latinoamérica, el negocio de los narcóticos sigue en su auge, siendo los carteles mexicanos los que dominan gran parte del negocio en la región.
Es por ello que en más de una oportunidad se ha afirmado que hay células del cartel de Jalisco Nueva Generación o el cartel de Sinaloa en territorio colombiano; sumado a esto, las autoridades tienen información que confirma que uno de los hijos del Chapo Guzmán vivió durante varios años en Envigado con ayuda de las estructuras criminales de la zona.
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Por eso no fue sorpresivo que en la mañana del 11 de septiembre la Policía Nacional confirmara la captura de Ángel Josué Velásquez Bravo, un mexicano de 37 años que fue detenido en el aeropuerto José María Córdova por ser referenciado como el pagador del cartel de Sinaloa en Colombia.
El desconocimiento de su presencia en México
Mientras que en Colombia la captura de Velásquez Bravo se convirtió en noticia nacional, puesto que las autoridades informaron que el norteamericano es requerido por la Corte del Distrito Este de Wisconsin en Estados Unidos por los delitos de conspiración y lavado de activos; además, se reveló que sería esposo de la sobrina de uno de los fundadores del cartel de Guadalajara Rafael Caro Quintero, autor intelectual del secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena.
En México, múltiples medios se mostraron sorprendidos por las afirmaciones de la policía colombiana, principalmente porque no se tenía conocimiento de alias Ángel como un criminal del cartel de Sinaloa, ni era nombrado en los informes de las autoridades como une pieza clave de la estructura criminal en Sudamérica.
De acuerdo con El Tiempo, la orden de captura en contra del mexicano se registró el 26 de febrero y que su detención se registró luego de que la Policía Metropolitana del Valle de Aburra fuera notificada por una fuente anónima sobre la llegada de Velásquez Bravo al país.
El norteamericano sería el encargado de suministrar las ganancias por la droga que es enviada a su país por medio de narcos de menor importancia en el país, por lo que se estima que desde 2021 habría logrado desembolsar hasta 11 millones de dólares en Cúcuta, Cali y Medellín, los cuales habrían sido blanqueados por medio de casas de cambio.
Uno de los factores que hacía creer al criminal de que su presencia estaba pasando desapercibida en Colombia es que no hay una circular roja por parte de la Interpol en su contra; sin embargo, desconocía que la DEA lo estaba investigando desde hacía varios meses y tenía control sobre sus movimientos por diferentes ciudades de Colombia.
De esta forma, las autoridades tendrían información que vincula a alias Ángel no solo con estructuras criminales en ciudades principales, sino que también tendría nexos con grupos armados como el ELN y el Clan del Golfo.
“Se está tratando de ubicar e identificar las personas con las que se iba a encontrar en Medellín alias Ángel. Ya se tiene pistas de que parte de la plata que ingresó al país la blanqueó a través de criptomonedas”, informó una fuente judicial a El Tiempo, que también destacó que “Él y sus parientes tienen una vieja deuda con la DEA que no lo iba a dejar en paz”, lo que propició su caída en Colombia.
Por su parte, el director de la Policía Nacional, el general William Salamanca, afirmó que este es un importante golpe contra las estructuras criminales, en una “ofensiva frontal contra el narcotráfico, es el resultado de la fluida cooperación con las agencias federales de Estados Unidos”.