Sicario llegó hasta la casa de su víctima, le pidió un vaso con agua, regresó y le disparó

La situación que se viene registrando en Cúcuta, Norte de Santander, debido a la racha de homicidios, y que solo durante el fin de semana del 8 y 9 de junio dejó un saldo de ocho víctimas mortales, ahora se agravó con tres nuevos ataques sicariales registrados el martes 12 de junio de 2024.

En dos de estos casos, las víctimas fallecieron, mientras que en el último, un hombre de 61 años, que fue la víctima de las balas, se debate entre la vida y la muerte en un centro médico local como consecuencia de los tres impactos que recibió.

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Sin embargo, lo que más ha impactado a la comunidad del barrio Motilones, en la capital del departamento, es que el victimario del adulto mayor, identificado como Kennedy Mantilla, le disparó luego de haberle pedido agua.

Entre rezos y mensajes de apoyo, la comunidad del barrio Motilones solo espera que el adulto mayor pueda salir avante de esta difícil prueba que le ha puesto la vida, como calificaron algunos internautas en redes sociales lo que le ocurrió a este hombre, dado que en el imaginario colectivo y como ocurre en la mayoría de casos de sicariato, las víctimas son atacadas sin que el asesino medie palabra.

Pero en este caso ocurrió todo lo contrario, porque en un primer momento el bandido llegó a bordo de una motocicleta hasta la vivienda de Mantilla y, afirmando tener sed por cuenta de las altas temperaturas, le pidió un vaso de agua.

Luego de consumir el líquido, el motociclista siguió su camino. Segundos después el rugir del motor advirtió que venía de regreso, pero esta vez a terminar el trabajo que le habían encomendado, y le propinó los tres tiros a Mantilla en la propia sala de su casa mientras él veía televisión.

Las tres detonaciones casi acaban con la humanidad de Mantilla, quien de inmediato fue socorrido por los demás vecinos que lo trasladaron hasta la IPS del sector de Comuneros, en donde permanece internado recuperándose de las heridas, pero el pronóstico es delicado por el momento.

Debido a este caso y los otros dos que ocurrieron el mismo día, uno también en Cúcuta y el otro en el municipio de Villa del Rosario, las autoridades se encuentran revisando el material de varias cámaras de circuitos cerrados de televisión con el fin de identificar la matrícula de la motocicleta en la cual se transportaba el sicario, además de algunos detalles en el aspecto físico y vestimenta del pistolero que puedan aportar a las pesquisas que buscan dar con su captura.

La capital de Norte de Santander enfrenta un aumento preocupante de la violencia. Durante el reciente fin de semana, ocho personas fueron asesinadas en diferentes incidentes, lo que ha generado alarma entre los habitantes y ha llevado a las autoridades a investigar posibles vínculos con disputas entre bandas criminales.

Entre las víctimas se encuentran dos mujeres, una de ellas menor de edad. Ante la situación, el teniente coronel Leonardo Cárdenas, han iniciado investigaciones en conjunto con la Fiscalía y la Policía Judicial para esclarecer los motivos y responsables de estos homicidios. Según Cárdenas, “tenemos el tema de consumo de estupefacientes y estamos descartando los móviles de esta situación”.

Datos policiales indican que en Cúcuta operan al menos 25 bandas criminales. Recientes alianzas entre algunas de estas organizaciones han desatado una nueva ola de violencia. En respuesta, se han desplegado operativos militares en varias áreas de la ciudad para intentar controlar la seguridad.

Carlos Arturo Ramos, de la Red Departamental de Derechos Humanos, ha criticado la inacción del Gobierno nacional, sugiriendo que la falta de apoyo podría estar relacionada con cuestiones políticas. “No puede ser que hoy pareciera que el señor presidente le está pasando una cuenta de cobro a la ciudad de Cúcuta”, comentó Ramos.

El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo Peñaloza, describió la situación como “compleja”, indicando que este año se han registrado 126 muertes, de las cuales el 89% están vinculadas a bandas criminales. Acevedo hizo un llamado al Gobierno para que apoye a la ciudad y resaltó la necesidad de realizar un consejo de seguridad en la región.

La crisis de seguridad también ha afectado a periodistas locales. Cristian Herrera, reportero de La Opinión, reportó que hay 28 casos de periodistas amenazados por organizaciones criminales, según datos de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip).