“Stonewall no fue importante por lo que paso, sino por lo que significó”: Felipe Caro, historiador del movimiento LGBTIQ+

Con motivo de los 40 años de la primera Marcha del Orgullo en Colombia, Infobae habló el investigador sobre el tránsito de los movimientos de Liberación Homosexual a las actuales luchas de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas

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El texto se divide en dos partes, esta entrega se concentra en la trayectoria histórica del movimiento social en el país, las influencias e impactos  a nivel internacional. Infobae.
El texto se divide en dos partes, esta entrega se concentra en la trayectoria histórica del movimiento social en el país, las influencias e impactos a nivel internacional. Infobae.

Junio es un mes dedicado a la diversidad sexual, un tiempo pensado para la reflexión sobre las situaciones adversas que enfrentan las personas LGBTIQ+ y un espacio para conmemorar los derechos adquiridos por el movimiento social que les agrupa. Con el propósito de conocer sobre la historia de este proceso social en el país Infobae Colombia habló con un investigador especialista en el campo.

Felipe Caro Romero es historiador de la Universidad Nacional de Colombia, maestro en Historia de la Universidad de los Andes y actualmente desarrolla su doctorado en Historia Latinoamericana en la Katholische Universitätt Eichstätt-Ingolstadt de Alemania, financiado por el Servicio Académico de Intercambio Académico (Daad). Y uno de los referentes académicos en la investigación sobre la historia de los movimientos sociales, concretamente en el campo de las disidencias sexuales y de género.

Este texto se divide en dos partes. Esta entrega se concentra en la trayectoria histórica del movimiento social en el país, las influencias e impactos a nivel internacional (tanto por otras organizaciones como por otros movimientos sociales), los cambios en las luchas políticas y sociales, sus características y particularidades.

El autor ha publicado varios artículos científicos, uno de ellos es "Más allá de Stonewall: el Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia y las redes de activismo internacional, 1976-1989". Felipichin/Instagram.
El autor ha publicado varios artículos científicos, uno de ellos es "Más allá de Stonewall: el Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia y las redes de activismo internacional, 1976-1989". Felipichin/Instagram.

¿Desde cuándo es posible hablar en Colombia de un movimiento social LGBT, o más precisamente de Liberación Homosexual?

En Colombia hay unas fechas bastante precisas, se habla de finales de los 70, puntualmente en el 77 cuando la Revista Alternativa pública un primer reportaje sobre el movimiento de Liberación Homosexual de Colombia. Es una entrevista que le hacen a León Zuleta en Medellín. Esta entrevista permite establecer la primera ruta programática de un movimiento, establece una agenda de trabajo.

A partir de ahí se empiezan a organizar los primeros núcleos, de lo que después se llamaría el Movimiento Liberación Homosexual de Colombia. Centrado en Medellín y Bogotá, donde gestaron la organización la primera marcha en Colombia, fechada en 1983. Esto es una tendencia latinoamericana, no un proceso único de Colombia; es decir, todas estas explosiones de lo que se llama la Liberación Homosexual fue una oleada inspirada en las revoluciones del 68. Influenciadas por las ideas de izquierda de Revolución Social y Sexual, que se extendió por América Latina.

Las cuales fueron empujadas por los movimientos sociales en los 70, con este sabor radical, algo que no pasa en otras partes. En Europa y en Estados Unidos, los movimientos empezaron mucho antes, pero no con estas posiciones, esa es una particularidad de Colombia y de América Latina.

Revista Alternativa # 143 (1977) "Primer Movimiennto de Liberación Homosexual. La política del sexo" Entrevista realizada a León Zuleta donde se esbozan las bases de lo que será el MLHC. Archivo Digital de Liberación Homosexual en Colombia.
Revista Alternativa # 143 (1977) "Primer Movimiennto de Liberación Homosexual. La política del sexo" Entrevista realizada a León Zuleta donde se esbozan las bases de lo que será el MLHC. Archivo Digital de Liberación Homosexual en Colombia.

¿Cómo fue la influencia de los disturbios de Stonewall Inn en el movimiento colombiano?

Eso es interesante, porque uno de los conflictos que se tiene siempre es ubicar a Stonewall como el gran referente. Sí lo pensamos a nivel global, los movimientos de disidencias sexual y de género inician a finales del siglo XIX, en Alemania, con los intentos de eliminar el parágrafo 175 del código penal de ese país que sancionaba la sodomía. Después se extienden a toda Europa y llegan a Estados Unidos.

Pero Stonewall representa un mito de particular, no por lo que pasó, que fue un disturbio, o tropel como diríamos en Colombia, sino por lo que sucedió después. Inspiró este eslogan de Liberación Gay, influenciada por las luchas anticoloniales en Asia y África.

La noción de liberación inspiró a muchas organizaciones en todo el mundo, la emancipación social y sexual de las disidencias sexuales también se vio influenciada. Entonces no es tan importante lo que sucedió, sino lo que significó

Stonewall se convirtió, para los movimientos en todas partes del mundo, en una excusa, una oportunidad para poner en marcha sus propias agendas. Fue la excusa para organizar de manera bastante radical y hacia la izquierda a un grupo de personas que hasta ahora estaban empezando a identificarse. Hoy tenemos claros términos como gay, lesbiana, transexual, transgénero, bisexual; en esa época no se usaban esas palabras, las personas se llamaban de otras maneras: homosexual, loca, marica, travesti; todo era hacía lo mismo, los rares, queer en inglés.

Aunque las primeras marchas se realizan en la fecha de Stonewall, ninguna habla de Stonewall. En los primeros orgullos en América Latina nadie dice “por Marsha P Johnson”, o “por lo que paso en Nueva York”. No aparece un cartel que diga nada de eso. Dicen el Día de la Liberación Homosexual, porque eso es lo que significó. La relación con Stonewall fue más horizontal, los movimientos usaban a Stonewall, no es que paso en Estados Unidos y se replica en el resto del mundo. Claro, resonó, pero se adaptó al contexto de cada país.

¿Cómo se influenciaron? ¿Existían redes o era por medio de qué plataformas?

El movimiento LGBTIQ+ es profundamente internacionalista. Siempre ha existido la idea de interconexión porque las disidencias sexuales están en todo el mundo, bolleras hay aquí y en todas partes; se trascienden las fronteras de manera bastante clara. En los setenta había una red de intercambios, de conocimiento, bastante fuerte entre los distintos y pequeños grupos de Liberación Homosexual, que empezó a crecer y crear conexiones en ambos lados del Atlántico.

Cuando revisas las publicaciones del Frente de Liberación Homosexual argentino, las del Frente de Acción Homosexual de México o el Movimiento Liberación Sexual de Colombia, resulta que compartían los mismos artículos, se citaban entre las revistas. Esto habla de una red profunda. Pero no pasa solo en Latinoamérica, en Italia hablan de Estados Unidos, en Inglaterra cuentan los que está pasando en España, existía una red de activistas, de información, de solidaridad y por supuesto también de afectos.

A mí me pasó algo supremamente interesante, que permite ejemplificar esto. En 2019 participé con una conferencia en un congreso de Historia LGBTIQ+ en Berlín, cuando termine se me acercó un señor mayor y me dijo: “Yo tengo todas las revistas del Movimiento de Liberación Colombiano, porque en los 80 yo tenía un novio caleño y él me mandaba todo”. El señor era de Canadá, Tim McCaskell, un activista muy importante de ese país.

Así funcionaba esa red, era muy sofisticada para la época; es decir, lo que pasaba en Estados Unidos se conocía en muy poco tiempo en Colombia y viceversa. Otro ejemplo en relevante es un discurso dado por el fundador de las Panteras Negras en Estados Unidos. Él, en 1972, habló sobre la alianza que debía existir entre el Movimiento Negro y el de Liberación Homosexual, eso lo presenció un miembro del Frente Liberación Homosexual argentino, lo tradujo, lo imprimió en Argentina y después apareció en la biblioteca de León Zuleta, uno de los párrafos de ese discurso circuló por toda América.

Miembros del CORG en una Marcha Por la Vida en Bogotá, 1988. Archivo Digital de Liberación Homosexual.
Miembros del CORG en una Marcha Por la Vida en Bogotá, 1988. Archivo Digital de Liberación Homosexual.

¿Cuáles son las particularidades del movimiento en Colombia?

La relación que tiene el movimiento con el Estado colombiano, hay dos particularidades: La primera es que el Estado es Hetero-nacionalista, en el sentido de la crítica feminista de dividir el mundo entre sujetos activos y pasivos, pero se traduce en que se piensa a la familia heterosexual como la base de la estructura de la sociedad. El Estado colombiano se pensó así, incluso en la Constitución del 91 y así está estructurado.

Esto ha implicado luchar por muchas cosas, como contra la despenalización de la homosexualidad, que se dio apenas en el 80; pero que se mantuvo posteriormente con otro tipo de leyes, como la del estatus docente. Aún se encuentran estas luchas, ejemplo de ello es la necesidad de penalizar las mal llamadas de conversión (Ecosieg) o la necesidad de impulsar la educación sexual integral

El segundo reto tiene que ver con el hecho de que el movimiento LGBTQ+ colombiano nació en medio del Conflicto Armado; por lo tanto, su agenda está marcada por este. El acceso al Estado ha sido atravesado por esta realidad, la primera vez que se habló de LGBT fue gracias a los diálogos del Caguán, en el año 2000, por el accionar de la ONG Planeta Paz que intentó incorporar a todos los sectores civiles.

Gracias a esto, el Estado reconoció a la población LGBT. Lo mismo pasó en 2013-2016 con las negociaciones de La Habana, donde se llevó a varias partes de la sociedad civil, entre ellos a colectivos LGBT que negociaron e intentaron incorporar la perspectiva de género.

¿Pero esto no pasa con todos los movimientos sociales? Los diálogos de paz son el momento en que se pueden lograr acuerdos con el Estado…

Sí, pero es una particularidad también del movimiento LGBTIQ+, que ha estado vinculado con la guerra, al tiempo que es un limitante. Esto es una de las grandes conclusiones de la Comisión de la Verdad, en su volumen sobre Violencia de Género, en el que se dice que, si bien el Conflicto Armado afectó de manera de particular a las disidencias sexuales y de género, la violencia contra estos no empezó con el conflicto sino con el Estado que mucho antes reforzó la heteronormatividad. Son dos cosas distintas.

Yo siento, como apreciación investigativa personal, que estamos limitados por el marco del Conflicto Armado. Todas las investigaciones son sobre el conflicto, la violencia o la reparación. Esto es muy importante, pero no es lo único. La homofobia y la transfobia no empezó con el conflicto armado, la penalización de lo homosexual en Colombia es del siglo XIX y todavía no tenemos claro cómo funcionaba, porque no hay investigaciones que aborden estos temas.

Es un reto doble, luchar contra el Estado heteronormativo y solucionar el problema de la guerra. Algo que incluso se hablaba desde los ochenta desde el Movimiento de Liberación Homosexual, que ya denunciaba la violencia sistemática del Conflicto Armado que atacaba a lo que ahora llamamos Comunidad LGBTIQ+. Los primeros informes de violaciones a Derechos Humanos están en las páginas de las revistas que ellos publicaron.

Participación del Movimiento de Liberación Homosexual durante una marcha de los trabajadores. Archivo Digital del Movimiento de Liberación Homosexual Colombiano.
Participación del Movimiento de Liberación Homosexual durante una marcha de los trabajadores. Archivo Digital del Movimiento de Liberación Homosexual Colombiano.

¿Cómo se podría dividir o periodizar la historia del Movimiento LGBT en el país? y ¿Cuáles son sus hitos?

Yo lo formuló en función de mi trabajo doctoral, hay una primera etapa de antecedentes donde se encuentran todas las experiencias previas de organización antes de que se articule un movimiento social. Acá entra todo lo que pasa entre el siglo XIX y la primera mitad del XX, entre las que se encuentran la consolidación de los primeros espacios de ambiente, cafés, cinemas donde la gente se encontraba, estas son formas de organización que no necesariamente eran reivindicativas.

La primera etapa formalmente es la de Liberación Homosexual, desde el 77 hasta el 89, que fue cuando sé público la última revista que se reconocía bajo esta corriente. Se caracteriza por ser muy de izquierda, dentro de la nueva izquierda, liderada por la línea política de León Zuleta.

Son los que organizaron la primera marcha en el 83, participaban de manifestaciones obreras y estudiantiles. Acaba por la presión de grupos paramilitares y de “limpieza social” que los atacan sistemáticamente, así como por la pandemia del VIH-Sida, que arrasa a nivel global con todas las experiencias organizativas.

La segunda etapa es de transición, va de 1989 al 2000, abarca todos los 90 y es cuando se reorganiza el movimiento. No existe como una hegemonía política o ideológica. El movimiento está totalmente disperso como consecuencia de la crisis de VIH, a pesar de que existe el nuevo marco de la Constitución, hasta ahora se está explorando esta idea de litigio estratégico. Apenas empiezan a reiniciar las marchas, pero solo en dos ciudades: Bogotá y en Cali, pero son minoritarias.

En la tercera etapa hay un apogeo del movimiento, y va desde el 2000, con el proceso de Paz del Caguán, cuando el Gobierno por primera vez reconoce al sector LGBT como parte de la nación, y va hasta el 2016. Son los años de la creación de las grandes ONG; en los que el movimiento social se incorpora en los proyectos de los partidos politicos; se empiezan a abordar las luchas desde el litigio estratégico; se logra la adopción, el matrimonio, los derechos patrimoniales; aparecen varios politicos abiertamente LGBT y se generan las primeras políticas públicas.

La cuarta etapa es en la que estamos viendo ahorita, e inicia en el 2016. Este año fue un periodo de crisis del movimiento, que reveló la fragilidad del avance y de superación de los problemas que enfrentan las disidencias sexuales y de género. A pesar de todos estos logros en materia de litigio estratégico y la concepción que ya todos tienen los derechos en Colombia, pues se rebeló con las marchas del 10 de agosto del 2016 llamadas contra la “ideología de género”, pero que en realidad fueron contra las disidencias sexuales y de género.

Estas terminan siendo multitudinarias en todo el país y revelaron lo frágil que era esta confianza que existía por parte del movimiento hacía el Estado. Se confiaba que entre más papeles y más pronunciamientos de la Corte Constitucional más blindado iba a estar el movimiento cuando no. Y no solo eso, sino que los logros del movimiento “fueron usados por la derecha” para atacar el Proceso de Paz de la Habana y fue una de las razones por las cuales ganó él No en el plebiscito del 2016, una de ellas.

La segunda entrega de esta entrevista puede ser leída aquí.