Capos colombianos que fueron capturados en plena fiesta fueron condenados a 22 años de prisión en Estados Unidos

Los hermanos Robin y Álvaro Castro-Gómez fueron capturados en medio de una fiesta en Cali en 2020 y posteriormente fueron extraditados por solicitud de la Corte del Estado Medio de la Florida

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 Álvaro Uriel y Robin Alirio Castro Gómez
Álvaro Uriel y Robin Alirio Castro Gómez

Este 24 de abril, en las horas de la mañana, se dio a conocer que Robin y Álvaro Castro-Gómez, conocidos como los “narcos invisibles” fueron condenados por una jueza de Florida a 22 años de cárcel, cada uno por conspirar para distribuir de cocaína en territorio estadounidense, luego de caer en una fiesta en la ciudad de Cali en el 2020 aunque venían siendo seguidos por las autoridades tanto de Colombia como de los Estados Unidos desde 2017.

“Con los agentes del FBI se procedieron a la utilización de técnicas especiales, agentes encubiertos, vigilancias y otro tipo de ayudas técnicas que nos permitieron establecer que la noche de la reinauguración de Disco Club Salsa, los hermanos Castro se reunieron con varios emisarios mexicanos que viajaron para la fiesta”, narró en su momento un miembro de la Dijin al diario El Tiempo, quien mencionó que finalmente fueron capturados para ser enviados al país norteamericano y se declararon culpables de los delitos relacionados con narcotráfico.

Recordemos que en el caso de Robín, alias “Gordo” ya habría sido condenado en 2007 por crímenes relacionados con narcotráfico en el país donde recibió la condena de 22 años, la primera captura se dio mientras transportaba 1.675 kilos de cocaína en una lancha rápida y fue descubierto por la Guardia Costera antes de llegar a su lugar de destino. Sin embargo, una vez salió regreso a Colombia para continuar con el negocio ilícito, que 10 años después su hermano mayor habría ampliado.

“Para esa época su hermano Álvaro, conocido como ‘Machete’, ya había consolidado un emporio criminal en Nariño. Construían semisumergibles para el envío de cocaína a México, y de allí, a Estados Unidos”, señalo el uniformado.

Incluso, era tan grande lo que habría logrado alias “Machete” que su negocio se caracterizaba por las grandes alianzas que mantenía con el cartel mexicano ‘Jalisco Nueva Generación’ y porque la forma como traficaba los estupefacientes fue mejorando, aunque continúo con los semisumergibles que tenían como destino: México y Estados Unidos.

De acuerdo con los datos de la corte, ambos traficaron una cantidad tan alta de coca que supera los 100 millones de dólares. El primer cargamento que fue descubierto cayó en agosto de 2017, un barco que tenía dentro 998 kilogramos de cocaína y que venía del Pacífico. Ese fue el inicio del fin de este grupo que pese a sus alianzas, ya en el 2020, comenzó una gran pelea con el cartel mexicano debido a la perdida de uno de los cargamentos, sumado a que meses antes de la captura comenzaron a hacerse evidente las diferencias entre los hermanos por el negocio.

El segundo envío, que interceptaron, fue en noviembre de 2017, también por los guardacostas estadounidenses antes de llegar a destino. En esta ocasión, la embarcación iba con una carga de droga equivalente a 1.453 kilogramos.

Sus actividades delictivas, que duraron casi dos décadas, le permitió a los “narcos invisibles” tener varias propiedades y lujos a su nombre: casas, fincas, camionetas de alta gama, joyería y demás. Además, eran reconocidos por las fiestas masivas que ofrecían en el Lago Calima del municipio de Calima, en el Darién. En cuanto a donde vivían, pese a que se asentaron en la zona sur del país, Álvaro vivía en el sur de Cali, mientras que Robín tenía su casa en San Juan de la Costa, una vereda ubicada a dos horas de Tumaco, en Nariño.

Debido al historial, ambos narcos seguirán tras las rejas sin posibilidad de fianza o reducción de pena, por lo que estarían saliendo a las calles hasta el 2053.