Cómo la NFL sigue siendo tan popular... a pesar de sus múltiples escándalos

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Especial para Infobae de The New York Times.

Como en tantas ocasiones lo ha hecho, la oficina de la NFL pasó los meses previos al inicio de la temporada lidiando con las crisis causadas por sus jugadores, entrenadores y propietarios de equipos.

Deshaun Watson, un mariscal de campo estelar, fue multado y suspendido después de que dos docenas de mujeres lo acusaron de coercionarlas o comportarse de manera lasciva durante sesiones de masajes. Está programado que Britt Reid, un exentrenador de posición de los Jefes de Kansas City, se declare culpable por manejar en estado de ebriedad en un incidente que dejó con heridas graves a un niño después de que Reid salió de las instalaciones de entrenamiento del equipo. Dan Snyder, el dueño de los Washington Commanders, pasó gran parte del verano en un yate, al parecer para eludir un citatorio que lo obligaría a testificar ante un comité del Congreso que todavía investiga si su franquicia es un lugar de trabajo tóxico.

No obstante, una vez que inicie la temporada de la NFL esta semana, es muy probable que estos escándalos (y muchos otros ocurridos durante un problemático periodo vacacional) reciban poca o ninguna atención en los partidos o en televisión. Es probable que el negocio de la NFL siga siendo tan sólido como siempre.

Travis Vogan, un profesor en la Universidad de Iowa cuyo campo de investigación son los deportes y la cultura estadounidense, comentó: “La NFL, en particular, puede manejar la contradicción y el escándalo y parece no ser impermeable, pero es cierto que es muy buena para desviar la atención y recuperarse”. Vogan afirmó que la estrategia de relaciones públicas de la NFL era “individualizar” los escándalos, pero “el hecho de que sucedan tan a menudo indica que conllevan un elemento sistemático”.

La audiencia televisiva de la última temporada de la NFL fue la más alta en seis años, incluso en un momento en que la mayoría de los programas de televisión registran una popularidad muy baja. El año pasado, las cadenas televisivas destinaron alrededor de 110.000 millones de dólares a la adquisición de los derechos de transmisión de la NFL durante la siguiente década, con lo que la liga aseguró su éxito financiero sin importar qué suceda con la audiencia. La NFL está perfilada para alcanzar la meta del comisionado Roger Goodell de obtener 25.000 millones de dólares en ingresos anuales para 2027.

En un evento de medios realizado la semana pasada, Sean McManus, el presidente de CBS Sports, señaló: “Es un tren de carga que va rápido por las vías y está ganando velocidad e inercia cada año”.

Entre los incidentes que la liga enfrentó antes del inicio de la temporada están los siguientes:

— La NFL multó y suspendió al dueño de los Delfines de Miami, Stephen Ross, después de que una investigación lo encontró culpable de manipulación indebida, aunque lo absolvió de las acusaciones de que intentó perder juegos de manera deliberada, ya que afirmó que no lo dijo en serio cuando le sugirió la idea al entrenador de su equipo.

— Los Bills de Búfalo liberaron al pateador de despeje novato Matt Araiza después de que fue acusado de violación en una demanda, pero solo después de haberle entregado la titularidad a pesar de que las acusaciones ya se conocían.

— Tres entrenadores negros acusaron a la liga de sesgo racial en una demanda que sigue en curso.

— Henry Ruggs, un exjugador elegido en la primera ronda de fichajes por los Raiders de Las Vegas, fue acusado de cuatro delitos graves, entre ellos manejar en estado de ebriedad y causar una muerte, ya que los fiscales aseguran que mató a Tina Tintor, de 23 años, cuando conducía su auto a más de 250 kilómetros por hora e impactó por detrás el vehículo de la víctima.

— El corredor de los Santos de Nueva Orleans Alvin Kamara irá a juicio este mes acusado de golpear con el puño a un hombre en ocho ocasiones en un club nocturno la noche previa al Pro Bowl en febrero.

Teniendo en cuenta la perdurable popularidad de la NFL a pesar de estas crisis, es tentador ver a la liga como un gigante imparable.

No obstante, si echas un vistazo hacia el futuro, el dominio continuo de la NFL no se ve tan definitivo. No porque los boicots organizados por los aficionados o los anunciantes vayan a conducir a un cambio radical, sino debido a las preocupaciones por la salud, la demografía y los retos de mercadotecnia.

El desarrollo de jugadores para la NFL está disminuyendo, ya que menos niños están jugando tochito o futbol bandera. En 2018, 100.000 adolescentes menos lo jugaron en el bachillerato que en 2008, un descenso de casi el 10 por ciento. El declive en el número de niños más pequeños que jugaron tochito es todavía mayor. Tras más de una década de historias sobre el riesgo de conmociones cerebrales y traumatismos de la cabeza originados por el futbol americano, más y más padres opinan que el deporte no es apropiado para los jóvenes.

El futbol americano es todavía y por mucho el deporte más popular en el bachillerato, pero a medida que el número de jugadores se reduce y más de los mejores atletas del país eligen jugar otros deportes, la calidad de la NFL sufrirá a la larga.

Tal vez los aficionados de la NFL algún día se alejarán de la liga debido a los malos titulares que en ocasiones esta genera. Sin embargo, incluso ahora, la NFL compite para mantener a su público porque enfrenta la competencia de más y más opciones de entretenimiento. Los propios esfuerzos de mercadotecnia de la liga indican que considera que necesita expandirse más allá de la demografía tradicional de hombres estadounidenses que beben cerveza en el sillón los domingos. Los espectadores de la NFL están envejeciendo en promedio y durante la próxima década la mayoría de los juegos de la NFL continuarán transmitiéndose en televisión tradicional a pesar de que el espectador promedio tenga casi 60 años.

La NFL desde hace tiempo ha tenido la mira puesta en el extranjero y ha organizado juegos en México e Inglaterra para atraer aficionados en esos lugares. Este año, la NFL jugará un partido de temporada regular en Alemania por primera vez y Goodell ha mencionado la idea de realizar juegos en Sudamérica.

Cada vez más, la liga también se comercializa de manera directa a las mujeres, en un intento de persuadir a aquellas que podrían ser aficionadas informales (la liga asegura que casi la mitad de los espectadores del Supertazón son mujeres) para que interactúen con el deporte más a fondo. Es más difícil atraer adeptos si los aficionados creen que a la NFL no le interesa la violencia doméstica o el maltrato a las mujeres por parte de sus jugadores, entrenadores y dueños.