A veinte años de "Diez cosas que odio de ti": Shakespeare, Heath Ledger y dibujos obscenos

Por Ilana Kaplan

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Heath Ledger, en la escena de las gradas donde cantó “Can’t Take My Eyes Off You” (Touchstone Pictures/Alamy)
Heath Ledger, en la escena de las gradas donde cantó “Can’t Take My Eyes Off You” (Touchstone Pictures/Alamy)

A finales de los años noventa hubo varias adaptaciones de comedias románticas inspiradas en literatura clásica, pero quizá ninguna como Diez cosas que odio de ti (o 10 razones para odiarte) se mantuvo tan fiel a sus raíces shakespearianas. Basada en La fierecilla domada, la película de 1999 se centra en las hermanas Stratford, cuyo padre estricto no deja que Bianca (Larisa Oleynik) salga en citas hasta que lo haga también su hermana mayor, Kat (Julia Stiles). El problema es que Kat no ve utilidad en salir con chicos; está enfocada en prepararse para la universidad. Con la esperanza de poder salir con Bianca, el nuevo estudiante del colegio Cameron James (Joseph Gordon-Levitt) arma un plan enredado para que Patrick Verona (Heath Ledger) salga con la indiferente Kat. De ahí, claro, surgen drama, romance y muchos momentos incómodos.

Lo que destaca veinte años después es la relevancia de la película —en varias ocasiones los adolescentes de Seattle en el filme discuten temas de sexualidad y consentimiento—, y su estatus como una de las mejores comedias románticas para adolescentes. La película, con un presupuesto de 11,2 millones de dólares, se estrenó en Estados Unidos el 31 de marzo de 1999, y Stiles, Gordon-Levitt y Ledger se volvieron estrellas casi de inmediato.

Hace poco hablé con el elenco, el director Gil Junger y otras personas sobre los cambios que hubo en el reparto, el arte de dibujar obscenidades en la cara de alguien y sus recuerdos de Ledger, quien falleció en 2008 por una sobredosis accidental de barbitúricos. A continuación, extractos de las conversaciones.

Kristen Smith y Karen McCullah escribieron el guion cuando las películas románticas para público adolescente basadas en obras clásicas eran tendencia en Hollywood.

KRISTEN SMITH: Había un estallido de grandes películas para adolescentes. Éramos escritoras jóvenes que nunca habíamos vendido un guion y era muy poco común que tu primer guion sí se volviera película, mucho menos que empezara a rodarse seis meses después de que lo adquirió un estudio. Sentíamos mucho que era algo inédito.

JULIA STILES: Recuerdo que pensé que [el guion] era genial, me encantaba lo vigorosa que es Kat. Me moría por conseguir el papel. Había estado leyendo La fierecilla domada en el colegio y era la primera vez que leía un [guion de] comedia romántica que captara con tal inteligencia las angustias de ser adolescente.

LARISA OLEYNIK: Me acuerdo que quedé enamorada con el proyecto desde un inicio. El guion era feminista y no se avergonzaba de serlo, y muy de esa era del movimiento riot grrrl en el noroeste estadounidense.

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Katie Holmes y Kate Hudson estuvieron entre las actrices consideradas para los roles protagónicos. Y hasta algunos actores del reparto final originalmente querían interpretar otros papeles.

MARCIA ROSS (Encargada del reparto): Hicimos pruebas con Josh Hartnett, Eliza Dushku, Heath y Julia. Pero Julia y Heath tenían más química juntos. Me encantó Katie Holmes; estaba por empezar a grabar Dawson's Creek y teníamos que tomar la decisión muy pronto. La otra persona que me gustó mucho fue Kate Hudson, pero su madre [la actriz Goldie Hawn] no creía que el guion era adecuado para ella, así que prefirió no hacerlo.

JOSEPH GORDON-LEVITT: Si soy honesto no quería hacer una comedia romántica ambientada en la preparatoria. Quería hacer películas independientes al estilo festival de Sundance. Tengo mucha suerte porque cinco años después pude hacer justamente eso. La verdad era un adolescente de 17 años muy engreído o ingenuo, jaja.

Larissa Oleynik, Andrew Keegan (atrás), Gabrielle Union y Joseph Gordon-Levitt (United Archives GmbH/Alamy)
Larissa Oleynik, Andrew Keegan (atrás), Gabrielle Union y Joseph Gordon-Levitt (United Archives GmbH/Alamy)

OLEYNIK: Hice las audiciones para Kat y para Bianca casi hasta el final del proceso y realmente quería quedarme con Kat. Creo que estaba tan obsesionada con querer probarles que así era yo que para cuando hacía las audiciones de Bianca era más: "Ah, sí, como sea". Y creo que por eso funcionó, porque estaba muy relajada al respecto.

DAVID KRUMHOLTZ (Interpreta a Michael, el amigo neurótico de Cameron): Quería interpretar a Cameron, pero había trabajado con Gil [el director] en algunos proyectos de televisión y él sabía que podía hacer de Michael hasta sonámbulo, porque se trataba de un chico judío neurótico. Sé que Joe quería interpretar a Michael.

GORDON-LEVITT: Hice audiciones tanto para el rol de Krumholtz como el mío, porque pensé que [ese papel] era gracioso. Luego [Gil] quiso que interpretara a Cameron.

GABRIELLE UNION (Chastity, mejor amiga de Bianca): Tenía como diez años más que mis compañeros actores más jóvenes, algunos seguían en el colegio. Entonces era como… ¿qué tan aproximado es esto a mis años del colegio? ¿Parezco una loca haciendo de alguien de 15 años? No quería delatar mi edad.

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Heath Ledger pensó que había hecho una audición terrible, pero los demás destacaron que de inmediato eran evidentes su atractivo y posibilidades de volverse una gran estrella.

SMITH: En su cinta de audición usó un traje blanco con una camisa de botones negra. Estaba muy arreglado, como John Travolta en Fiebre de sábado por la noche. Era un atuendo que era al mismo tiempo rock y desgastado y arreglado de más. Era atrevido y él definitivamente lo portaba bien.

GIL JUNGERE: Cuando Heath entró a la sala pensé: "Si este tipo lee bien la parte, el rol es suyo ya". Tenía una energía muy específica, una sexualidad palpable. Cuando Heath terminó con la primera página, literal, dije: "Ok, deja el guion. Vas muy bien. Quiero hacer algo de improvisación". Quería revisar qué tan bien se adaptaba a la comedia y después de 35 minutos dije: "Perfecto". Aunque se veía nervioso, como si sintiera que lo había arruinado por lo poco que duró su audición, entonces le comenté: "No no, todo bien, eres muy talentoso y agradezco que hayas venido". En cuanto cerró la puerta detrás suyo voltee a ver a las mujeres a mi lado: "Compañeras, nunca he querido tener sexo con un hombre, pero si fuera a tener sexo con un hombre sin duda sería con él. Por favor, contrátenlo de inmediato".

Ledger tomó las riendas en la escena en la que quiere conquistar a Kat al cantarle desde las gradas del estadio durante una sesión de entrenamiento de futbol: sugirió usar "Can't Take My Eyes Off You".

McCULLAH (coguionista): La primera canción que teníamos en el guion era "I Think I Love You" y luego pensamos en usar "I Touch Myself", pero Heath decidió que no era suficientemente romántica entonces elegimos la canción de Frankie Valli, que fue una decisión mucho mejor.

JUNGER: Le dije a Heath que corriera por las gradas cuando los guardias fueran tras él y apenas rodamos la primera vez la asistente médica en el plató tuvo que ir a ayudar a uno de los guardias, porque temían que se hubiera excedido al correr. Heath estaba corriendo con tanto júbilo que desgastó físicamente a los guardias.

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De izquierda a derecha: Julia Stiles, Andrew Keegan y Heath Ledger (Richard Cartwright/Touchstone Pictures)
De izquierda a derecha: Julia Stiles, Andrew Keegan y Heath Ledger (Richard Cartwright/Touchstone Pictures)

Andrew Keegan, quien hace del ricachón abusador, requirió de ayuda para una escena en la que debe hacer un dibujo obsceno.

MCCULLAH: Esa escena se nos ocurrió por un amigo mío de la universidad, que se quedó dormido y a quien sus compañeros de piso le dibujaron un pene en la cara. Se levantó y caminó por la calle hacia un 7-Eleven sin darse cuenta.

KEEGAN: Honestamente no sabía cómo dibujar eso en la cara de alguien y creo que David fue quien me ayudó.

KRUMHOLTZ (A cuyo personaje le dibujan en la cara): Le tuve que enseñar, practicamos en un papel. Así que fue como dirigir el dibujo de un pene en mi propia cara.

KEEGAN: Me han hablado de esa escena incontables veces durante mi vida adulta, entonces creo que salió bien.

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En una de las escenas finales, Kat lee el poema que le da título al filme. Stiles empezó a llorar aunque no estaba previsto en el guion.

STILES: Era un papel muy emotivo y había sido una experiencia tan maravillosa que estaba desbordada de alegría y probablemente de tristeza de que estaba por terminar. Además me sentía particularmente en carne viva.

JUNGER: Básicamente para el discurso solo necesitamos esa toma.

STILES: Recuerdo que Heath, cuando voltearon la cámara para captar su reacción, dijo algo como: "No creo que deba hacer nada, porque no se trata sobre mí". Muchas veces cuando un actor llora en una escena el actor que tiene enfrente siente que debe hacer lo mismo y él sabía que convenía la templanza.

JUNGER: Yo tuve que hacer todo lo posible para evitar llorar detrás de la cámara; fue una actuación increíble. Después de la toma corrí a abrazarla.

El elenco dijo que ese rodaje fue de los mejores momentos de sus vidas, pero que les gustaría que Ledger aún estuviera vivo para celebrar el vigésimo aniversario.

OLEYNIK: Es una proyección de la fantasía de cómo es ser preparatoriano, pero también está muy cimentada en lo que todavía sienten muchas personas que tienen 17 años ahora, cosas que yo aún siento a mis 37.

GORDON-LEVITT: Creo que la cercanía que desarrollamos todos es una razón importante del porqué a la gente le sigue gustando la película, porque no había falsedades. Me pasé todo el verano riéndome [con Krumholtz]. Para cuando terminó ese verano por su culpa todos hablábamos como judíos ancianos que viven en Queens.

KRUMHOLTZ: La gente todavía se acerca para decirme: "¿Tengo pintado un pene, verdad?". Y pues aún lo saben: me ha seguido eso durante toda mi vida y es maravilloso.

STILES: Fue un verano muy divertido. [Heath] nos tocó el didyeridú, que era la primera vez que escuchaba ese instrumento.

KRUMHOLTZ: Me cuesta trabajo pasar saliva siempre que sé que lo que diga sobre Heath va a ser publicado así. Mi grupito en ese entonces eran Heath y su asistente y mejor amigo, Trevor [DiCarlo]. Conforme envejezco y esta película se mantiene relevante con nuevos públicos me cuesta más reconciliarme con la idea de que Heath pasó a otra vida del modo en que lo hizo. Me hubiera encantado que fuera parte de este artículo, que supiera cómo se aprecia su trabajo en la película, porque trabajó mucho en el filme.

UNION: Tenía la capacidad de voltearte a ver y con eso te sentías como la princesa Diana. En un ambiente hollywoodense con mucha competencia él lograba que te sintieras especial, que supieras que alguien te veía. Es una habilidad muy especial y creo que no se habla lo suficiente de que él la tenía.

KRUMHOLTZ: Hacia el final de su vida nos reencontramos y pude decirle cuánto lo quería. Ya se había vuelto muy famoso y su vida era tan alocada que me arrepiento de no decirle más en ese momento. Para sus fanáticos es una estrella del cine que murió. Para mí era carne y hueso, alguien con mucha dulzura y alma; además, sé de primera mano que estaba intentando rehabilitarse antes de su fallecimiento.

Quiero que la gente sepa que era un individuo que sufría y que era un ser humano hermoso. Prefiero recordar a Heath como ese tipo de 20 años en su primer gran papel estadounidense, con una sonrisota como del gato de Cheshire, que se volvió líder del grupo durante el rodaje.

Copyright: 2019 New York Times News Service