Médicos británicos calificaron de “irrazonable e injusta” la decisión del gobierno de retrasar la segunda dosis de la vacuna

La Asociación Médica de ese país se manifestó en contra de la medida dispuesta por las autoridades tendiente a que los trabajadores de salud reprogramen la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 para dar prioridad a inmunizar a la mayor cantidad de personas con la primera

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El comité asesor del gobierno del Reino Unido informó a los trabajadores de la salud en Inglaterra que reprogramen las citas para la segunda dosis dentro de las 12 semanas posteriores a la primera, en lugar de dentro de unas pocas semanas como estaba planteado inicialmente (Reuters)
El comité asesor del gobierno del Reino Unido informó a los trabajadores de la salud en Inglaterra que reprogramen las citas para la segunda dosis dentro de las 12 semanas posteriores a la primera, en lugar de dentro de unas pocas semanas como estaba planteado inicialmente (Reuters)

Con los suministros de vacunas limitados y cientos de millones de personas esperando ser inmunizadas contra el SARS-CoV-2, los especialistas comenzaron a preguntarse si deberían las naciones vacunar a menos personas con la mejor protección posible o inocular el doble de personas con una sola dosis, cubriendo a más población pero con una protección ligeramente menor.

En ese contexto, y mientras avanza la vacunación con la vacuna producida por los laboratorios Pfizer y BioNTech en toda Europa, el comité asesor del gobierno del Reino Unido informó a los trabajadores de la salud en Inglaterra que reprogramen las citas para la segunda dosis luego de que se decidiera que vacunar a la mayor cantidad posible de personas con una primera dosis debería ser la prioridad.

Según publicó el British Medical Journal, la Asociación Médica Británica (BMA por sus siglas en inglés) calificó la decisión de “irrazonable y totalmente injusta” y dijo que podría causar “enormes problemas logísticos” para las prácticas generales y los centros de vacunación.

El gobierno en tanto informó que las personas deben recibir su segunda dosis de vacuna (ya sea la de Oxford y AstraZeneca o la de Pfizer BioNTech) dentro de las 12 semanas posteriores a la primera, en lugar de dentro de unas pocas semanas como estaba planteado inicialmente. Pero muchos médicos de cabecera y líderes clínicos le hicieron saber a la BMA que retrasar las segundas dosis ya prometidas “tendrá un impacto terrible en el bienestar emocional de sus pacientes más vulnerables y en riesgo”.

Los profesionales sanitarios fueron informados del cambio a través de una carta del Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) el 30 de diciembre, tras la aprobación de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de la vacuna Oxford y AstraZeneca.

La escasez de insumos y la segunda ola harían repensar las estrategias de inmunización (Reuters)
La escasez de insumos y la segunda ola harían repensar las estrategias de inmunización (Reuters)

La carta aseguraba que “dar prioridad a las primeras dosis de vacuna para la mayor cantidad posible de personas en la lista de prioridades protegerá al mayor número de personas en riesgo en general en el menor tiempo posible y tendrá el mayor impacto en la reducción de la mortalidad, enfermedades graves y hospitalizaciones y en la protección del NHS y servicios de salud equivalentes. Desde el punto de vista operativo, esto significará que las segundas dosis de ambas vacunas se administrarán hacia el final del programa de dosificación recomendado de la vacuna de 12 semanas”.

“[Los cuatro directores médicos del Reino Unido] reconocen que esto significará que debemos reprogramar las segundas dosis para la mayoría de nuestros receptores actuales de la primera dosis, pero por las razones expuestas por el Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización hacerlo debería mejorar sustancialmente la protección a nivel individual y de población contra el COVID-19 durante los próximos tres meses”.

Hasta ahora, las personas mayores de 80 años y los residentes de hogares de ancianos fueron los primeros en recibir la vacuna.

Richard Vautrey, presidente del Comité de Médicos Generales de la BMA consideró que “la decisión de pedir a los médicos de cabecera, con tan poco tiempo de antelación, que vuelvan a reservar a los pacientes durante tres meses también causará enormes problemas logísticos en casi todos los centros y prácticas de vacunación. Por ejemplo, para hacer contacto incluso con sólo dos mil pacientes ancianos o vulnerables, se necesitará un equipo de cinco empleados en una consulta aproximadamente una semana, y eso es simplemente insostenible”.

Y añadió: “El gobierno debe ver que es correcto que se respeten las reservas existentes para los miembros más antiguos y vulnerables de nuestra sociedad, y también debe publicar tan pronto como sea posible una justificación científicamente validada para su nuevo enfoque. Como médicos, creemos que esto puede y debe hacerse incluso cuando las prácticas y el NHS en general intensifiquen el programa de vacunación contra el COVID-19 para administrar dosis iniciales de vacunación a otras personas vulnerables, incluidos los profesionales de la salud de primera línea, muchos de los cuales ni siquiera recibieron su primera vacunación”.

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