El padre de familia que regresó con 100 mil dólares tras ir a comprar pollo para la cena

La suerte está echada en muchas historias de los ciudadanos en el mundo. Incluso en los momentos más inoportunos donde puedes obtener grandes premios. Ese es el caso de un hombre de 52 años que recibió la mano de Dios para celebrar su día con una gran cantidad de dinero. Ocurrió en Estados Unidos, él se había dirigido a comprar pollo para la cena y apoyar a su familia. Pero lo que no contaban en casa es que regresaría con 100 mil dólares.

Vive en Hagerstown, e ir a la tienda a comprar el alimento lo haría rico por un gran premio de la Lotería de Maryland. El comentó que suele comprar billetes de lotería instantánea aproximadamente una vez al mes. Pero no esperaba que ese día recibiría el encargo de comprar pollo, lo que le daría mucha suerte. “Mi mujer me mandó a comprar pollo precocinado para la cena”, contó el anónimo ganador.

Fue así que se dirigió a la tienda, rumbo a una máquina expendedora de billetes de lotería. Él solo decidió gastar 10 dólares en un boleto para un sorteo con un premio mayor de 421 millones dólares. Uno pensaría que con poco dinero invertido no obtendría un monto gigante, como esos clásicos de ‘no pierdo nada con intentarlo’ cuando uno decide apostar. Pero hubo una táctica: compró un ‘raspa y gana’ que le costó otros 10 dólares. ¿Era necesario? ¿Mucho riesgos?

Llegó a su casa con calma —no esperando mucha novedad— y cenó con su esposa y su familia con el pollo que había comprado. En un momento familiar, aprovechó para raspar el ticket. Cuando se reveló el premio por primera vez, el hombre del condado de Washington no estaba seguro de cuánto había ganado. Él contó que primero vio el número 1 y varios ceros.

“Pensé, al menos ganar 10 dólares y recuperar mi dinero”, dijo a los organizadores de la lotería. Sin embargo, cuando escaneó el boleto instantáneo con la aplicación de la Lotería en su teléfono, el padre de familia vio que el premio era de 100 mil dólares. El ganador comentó que planea gastar el premio en un viaje con su familia, saldar sus deudas, renovar su casa y talvez comprar un televisor nuevo. Cualquiera puede hacer mucho con ese dinero.

“Dejó escapar unas palabras que nuestros hijos no están acostumbrados a escuchar”, dijo su esposa. “Este es el premio más grande de mi vida”, dijo el hombre feliz. Sabe lo que hará, y hay que tener suerte en la vida.

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