La presidenta moldava, la liberal Maia Sandu, ganó los comicios presidenciales de este domingo, pero no logró la mayoría absoluta, por lo que tendrá que disputar en noviembre una segunda vuelta, informó la Comisión Electoral Central (CEC).
Según los resultados oficiales preliminares, Sandu se enfrentará en la segunda ronda al candidato del Kremlin, Alexandr Stoianoglu.
Con el 42,36% escrutado, Sandu logró el 34,93% de los sufragios; mientras el ex fiscal general Stoianoglu recibió el 30,53% de los votos. En tercer lugar queda por el momento el oligarca Renato Usatii, con el 15,15 % de los votos.
Por su parte, Sandu ha acusado de “ataque sin precedentes a la libertad y la democracia de nuestro país” a los resultados parciales de las elecciones del domingo, que mostraron que la mayoría de los moldavos se decantaron por el “no” en el referéndum sobre la adhesión a la Unión Europea.
Las votaciones dobles se consideran una prueba clave del giro proeuropeo de la ex república soviética bajo el mando de Sandu, pero se han visto eclipsadas por los temores de una intromisión rusa en medio de la guerra en la vecina Ucrania.
Sandu, que derrotó a un presidente en funciones respaldado por Moscú en 2020, cortó lazos con Moscú y solicitó la adhesión de su país de 2,6 millones de habitantes a la UE tras la invasión rusa de Ucrania en 2022.
En el referéndum, con el 90 por ciento de los votos escrutados, alrededor del 53 por ciento había dicho “no” y casi el 47 por ciento dijo “sí”.
La presidenta, con aspecto sombrío, dijo que Moldavia se ha enfrentado a “un asalto sin precedentes a la libertad y la democracia de nuestro país, tanto hoy como en los últimos meses”, y culpó a “grupos criminales que trabajan junto con fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses nacionales”.
“Debilita la imagen proeuropea”
El resultado del referéndum -incluso si se invierte y el “sí” gana por un estrecho margen- “debilita la imagen proeuropea de la población y de la dirigencia de Maia Sandu”, declaró a la AFP Florent Parmentier, politólogo de Sciences Po, con sede en París.
Calificando el resultado como una “sorpresa”, afirmó que no afectará a las negociaciones de adhesión con la UE, que comenzaron en junio, aunque un “sí” claro habría sido “una clara señal positiva para Bruselas”.
Parmentier añadió que los resultados “no presagiaban nada bueno para la segunda vuelta” para Sandu, y señaló que muchos de los que apoyaron a los otros nueve candidatos el domingo tenían más probabilidades de votar por Stoiagnolu en la segunda vuelta.
Sandu, de 52 años, ex economista del Banco Mundial y primera mujer presidenta de Moldavia, había sido la clara favorita en la carrera, y las encuestas también pronosticaban una victoria del “sí” en el referéndum.
Los críticos de Sandu dicen que no ha hecho lo suficiente para luchar contra la inflación en uno de los países más pobres de Europa o para reformar el sistema judicial.
En su campaña, Stoianoglo —que fue despedido como fiscal por Sandu— pidió la “restauración de la justicia” y prometió llevar adelante una “política exterior equilibrada”.
El hombre de 57 años se abstuvo de votar en el referéndum.
En Chisinau, el votante Ghenadie, que no quiso dar su apellido, dijo que estaba preocupado por lo que veía como una deriva “occidental” del país y pensaba que el gobierno estaba “empeorando la situación” económicamente.
Otra votante, Olga Cernega, una economista de 60 años, dijo que había venido a votar “por la prosperidad, la paz y el bienestar de nuestro país”.
Un plan de compra de votos “sin precedentes”
Los temores de una interferencia rusa han estado creciendo. Washington lanzó recientemente una nueva advertencia sobre la supuesta interferencia rusa, mientras que la UE aprobó nuevas sanciones contra varios moldavos.
Moscú ha rechazado “categóricamente” las acusaciones de intromisión.
La policía realizó cientos de arrestos en las últimas semanas después de descubrir un plan de compra de votos “sin precedentes” que, según dicen, podría contaminar hasta una cuarta parte de los votos emitidos en el país de 2,6 millones de habitantes.
La policía afirmó que millones de dólares procedentes de Rusia destinados a corromper a los votantes fueron canalizados al país por personas afiliadas a Ilan Shor, un empresario prófugo y ex político.
Condenado en ausencia el año pasado por fraude, Shor suele calificar a Moldavia de “estado policial” y de “títere obediente” de Occidente.
“Han fracasado estrepitosamente”, publicó Shor en las redes sociales después de la votación.
Además de la presunta compra de votos, se descubrió que cientos de jóvenes habían sido entrenados en Rusia y los Balcanes para crear “desórdenes masivos” en Moldavia, por ejemplo utilizando tácticas para provocar a las fuerzas del orden, según la policía.
(Con información de AFP)