Una bomba de la Segunda Guerra Mundial que fue encontrada cerca de la fábrica de Tesla en Gruenheide, en las afueras de Berlín, será detonada de manera controlada el fin de semana, según medios locales.
La emisora Rbb de Brandeburgo citó a las autoridades alemanas diciendo que la bomba de 250 kilogramos había sido encontrada en el bosque cerca de la planta del fabricante estadounidense de vehículos eléctricos.
Desde finales de febrero, activistas climáticos han instalado un campamento en el bosque para protestar contra la ampliación de la fábrica en la zona.
Bombas sin detonar son halladas a menudo en Alemania, donde muchas de sus principales ciudades fueron bombardeadas hasta dejarlas en ruinas durante la guerra.
Durante el conflicto, británicos y estadounidenses lanzaron 1,5 millones de toneladas de bombas sobre Alemania y causaron 600.000 muertes. Se estima que el 15% de los artefactos no explosionaron por problemas técnicos y algunas de ellos se incrustaron profundamente en el terreno.
A principios de mes, la Policía de Alemania informó del hallazgo de una bomba de la Segunda Guerra Mundial en los terrenos del Aeropuerto de Frankfurt, que fue detonada de forma controlada horas más tarde.
Según han detallado las autoridades, se trataba de una bomba de fósforo descubierta por obreros trabajadores de una obra en el aeródromo.
Las bombas de fósforo blanco se utilizaron a gran escala durante la Segunda Guerra Mundial.
La bomba fue hallada durante las obras de construcción de la nueva terminal 3 del aeropuerto. La tercera terminal de pasajeros de Frankfurt se inaugurará en 2026 tras una inversión de unos 4.000 millones de euros. La T3 podrá manejar hasta 19 millones de pasajeros al año.
La Policía germana había acordonado un radio de unos mil metros alrededor del lugar donde se ubicaba el artefacto, y ni el tráfico aéreo ni las carreteras en torno al aeropuerto se vieron afectados, según un portavoz.
En diciembre de 2020 las autoridades alemanas tuvieron que evacuar a unos 13.000 residentes de Frankfurt después del hallazgo de una bomba de media tonelada también de la Segunda Guerra Mundial.
Un proyecto piloto respaldado por el gobierno alemán se está llevando a cabo en una bahía del Mar Báltico este verano boreal, utilizando robots y tecnologías avanzadas para limpiar municiones no explotadas que contaminan los mares.
La iniciativa se enmarca en un programa más amplio, de €100 millones (106,9 millones de dólares), cuyo objetivo es desarrollar un proceso seguro para remover y destruir estas municiones.
El profesor Jens Greinert, experto en monitoreo del mar profundo de la Universidad Christian-Albrecht en Kiel y colaborador del proyecto, informó que las municiones corroídas están liberando sustancias cancerígenas que ya se han encontrado en peces y mejillones. “El problema es que, cuanto más tiempo estén allí, mayor será la concentración de sustancias dañinas en el agua”, explicó Greinert
Este proyecto involucra el uso de vehículos operados remotamente (ROV) y crawlers adaptados, que no solo removerán bombas individuales, sino que buscarán limpiar de manera rápida y a gran escala sitios densamente contaminados. Heike Imhoff, experta en conservación marina del Ministerio de Medio Ambiente de Alemania, destacó que la meta a largo plazo es construir una plataforma en alta mar donde las municiones puedan ser destruidas en una cámara de detonación.
(Con información de Reuters, EFE y Europa Press)