Un integrante del grupo terrorista Hamas, detenido por el Ejército de Israel durante sus operaciones en el hospital gazatí de Al Shifa, el más grande del enclave, confesó al servicio de seguridad nacional israelí, el Shin Bet, que numerosos órganos del grupo armado operaban en el centro médico.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que entre los cientos de detenidos se encontraba el jefe adjunto del Departamento de Noticias de la Inteligencia Militar de Hamas, Ashraf Ebrahim Samur.
“Samur describe (...) los numerosos órganos de Hamas que operaban desde el hospital, empezando por la Inteligencia militar y los órganos de Interior, Seguridad y Administración de la organización terrorista”, reza un comunicado de las FDI.
Según Samur, Hamas habría iniciado un proceso de reorganización en el hospital Shifa dos días después de la retirada inicial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) el año pasado. De ser cierto, esto indicaría que la agrupación armada ingresó a las instalaciones durante el inicio del cese al fuego de siete días acordado entre Israel y Hamas a finales de noviembre.
A lo largo de este operativo militar, que arrancó el 18 de marzo y que finalizó el pasado lunes, las FDI neutralizaron a más de 200 efectivos de Hamas y la Yihad Islámica, y detenido a más de 900 personas, entre los que destacan 500 terroristas, que fueron interrogados por el Shin Bet.
Israel informó, además, que entre los detenidos se encuentra el comandante adjunto de la Unidad de Cohetes de la Franja de Gaza, y altos cargos tanto del brazo militar de Hamas, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, como del Ministerio de Seguridad Interior y de los Comités de Emergencia, y numerosos agentes de Inteligencia.
Por otro lado, un grupo de expertos de Naciones Unidas manifestó su rechazo por “la destrucción” en el Hospital de Al Shifa y pidió a los Estados miembros de la ONU a usar su poder para “detener el genocidio”.
“Estamos consternados por la masacre de civiles perpetrada por las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza. El mundo está siendo testigo del primer genocidio mostrado en tiempo real al mundo por sus víctimas e insondablemente justificado por Israel conforme a las leyes de la guerra”, manifestó la relatora especial de la ONU sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Tlaleng Mofokeng, y la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese.
Haciéndose eco de los informes de las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza, quienes denunciaron el hallazgo de “decenas” de muertos tras la retirada de las tropas israelíes, los relatores instaron a “aplicar todas las medidas diplomáticas, políticas y económicas posibles” y judiciales.
“El asedio y la destrucción de un hospital y el asesinato de trabajadores sanitarios, enfermos y heridos, y de las personas que los protegen, están prohibidos por el Derecho Internacional. Permitir que se produzca esta violencia ha enviado un claro mensaje al mundo y a la comunidad internacional de que la población de Gaza no tiene derecho a la salud y a los determinantes críticos de la salud adecuados para su existencia”,añadieron.
Asimismo, acusaron a Israel de destruir “deliberadamente” la infraestructura sanitaria en la Franja de Gaza con el objetivo “calculado” de destruir a una población palestina que ya se encuentra “angustiada y traumatizada”.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han realizado 906 ataques contra la asistencia sanitaria en Gaza, Cisjordania, Israel y Líbano desde octubre de 2023, causando 736 muertos y más de 1.000 heridos.
La OMS ya mostró su preocupación por la posibilidad de que el centro sanitario haya “quedado fuera de servicio”, y es que su situación “parece desastrosa”.
(Con información de Europa Press)