El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, denunció este martes la “brutalidad” de la guerra que lleva adelanta Rusia en Ucrania, tras la destrucción de una represa hidroeléctrica que provocó la evacuación de civiles.
“La destrucción de la represa Kajovka hoy pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños ambientales. Este es un acto escandaloso, que demuestra una vez más la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania”, apuntó Stoltenberg en Twitter.
Poco antes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, había asegurado en un tuit que Rusia rendirá cuentas por la destrucción de la represa.
“Estoy consternado por el ataque sin precedentes a la represa de Kajovka. La destrucción de infraestructura civil es claramente un crimen de guerra, y haremos que Rusia y sus representantes rindan cuentas”, señaló.
El alcalde del municipio de Nova Kajovka, Vladimir Leontiev, afirmó en la red Telegram que “múltiples ataques alcanzaron la represa de Kajovka” y que esas acciones provocaron un “flujo de agua incontrolable”.
Las aguas de esa represa se utilizan para enfriar los reactores de la central nuclear de Zaporizhzhia, que actualmente se encuentra bajo control de tropas rusas.
Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente el martes de la destrucción parcial de la represa, un acto que provocó inundaciones de pueblos próximos y evacuación de residentes.
Ucrania calificó a Rusia de “Estado terrorista” ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El ataque sobre la represa de Kajovka “provocó importantes evacuaciones civiles y graves daños ecológicos”, declaró el representante ucraniano Anton Korinevich ante la más alta jurisdicción de la ONU. “Las acciones de Rusia son las acciones de un Estado terrorista, de un agresor”, añadió.
Infraestructura clave
Tanto la represa de Kajovka como la central hidroeléctrica fueron tomadas por las tropas rusas al inicio de la invasión de Ucrania, lanzada el 24 de febrero de 2022.
La represa, sobre el río Dniéper y a 150 km de la central nuclear de Zaporizhzhia, se encuentra ahora en la línea de frente entre las regiones controladas por Moscú y el resto de Ucrania, justo cuando las tropas de Kiev no dejan de poner a prueba las defensas rusas de cara a una gran contraofensiva.
El dique de la presa, hecho de hormigón y tierra, tiene 16 metros de altura y 3.273 metros de longitud. Es una de las mayores infraestructuras de este tipo en Ucrania.
La potencia de la central hidroeléctrica es de 334,8 megavatios, según la operadora ucraniana, Ukrgidroenergo.
Construida en 1956 durante la época soviética, la represa hidroeléctrica de Kajovka permite enviar agua al canal de Crimea del Norte, que arranca en el sur de Ucrania y atraviesa toda la península de Crimea, ocupada y anexionada por Moscú desde 2014.
Río arriba de la estructura se encuentra el embalse de Kajovka, un depósito de agua artificial formado en el río Dniéper, de 240 km de largo y hasta 23 km de ancho.
La destrucción de la represa podría causar importantes dificultades en el abastecimiento de agua de Crimea, un territorio que Kiev quiere recuperar.
(Con información de AFP)
Seguir leyendo: