Nuevas misiones de la NASA: un drone en una luna de Saturno y muestras de un cometa

Los dos proyectos fueron seleccionados entre 12 propuestas, cuentan con un presupuesto de USD 4 millones cada uno y compiten entre sí para ser el primero que salga al espacio en 2025

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Libélula (Dragonfly): se trata de un doble cuadrirrotor que podrá volar a distintas zonas de Titán para identificar la composición del suelo y tomar muestras. (NASA)
Libélula (Dragonfly): se trata de un doble cuadrirrotor que podrá volar a distintas zonas de Titán para identificar la composición del suelo y tomar muestras. (NASA)

Entre 12 propuestas como salidas de la ciencia ficción que se presentaron el programa Nuevas Fronteras, la NASA eligió sus próximos dos proyectos de misiones robóticas: enviar un drone para explorar Titán, la luna más grande de Saturno, y perforar el núcleo de un cometa para tomar una muestra.

La primera misión, Libélula (Dragonfly), se llamó así a partir del aspecto del cuadrirrotor que será el primer robot volador que se envíe a una luna de otro planeta. El QuadCopter doble estará equipado con instrumentos para la identificación de moléculas orgánicas y tendrá autonomía para volar a diferentes puntos de Titán y explorar su paisaje.

La luna mayor de Saturno es fría y tiene lagos y ríos de metano líquido. Los científicos creen que bajo su corteza helada puede haber un océano de agua.  "Es un medioambiente que sabemos que tiene los ingredientes para la vida", dijo a The Washington Post Elizabeth Turtle, investigadora del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins a cargo del programa.

CAESAR: la misión traerá a la tierra una muestra del núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. (NASA)
CAESAR: la misión traerá a la tierra una muestra del núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. (NASA)

La segunda misión marca el regreso al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que se exploró con la nave Rosetta, de la Agencia Espacial Europea, entre 2014 y 2016. La misión, llamada César (Caesar) como acrónimo de Muestra de Exploración Astrobiológica, consistiría en aterrizar un drone sobre esa roca espacial del tamaño del Monte Fuji y tomar una muestra de su superficie.

Sería la primera vez que se accedería a material de la superficie helada de un cometa; antes la misión Polvo de Estrellas había recogido gases del exterior de un cometa. Si el proyecto se desarrolla a tiempo, la muestra llegaría a la Tierra en noviembre de 2038.

"Los cometas se cuentan entre los objetos más importantes desde el punto de vista científico que existen en el sistema solar, pero también son de los menos conocidos", dijo Steve Squyres, investigador de la Universidad de Cornell que encabeza el equipo creador de este proyecto. Se cree que los cometas trajeron agua y moléculas orgánicas a la Tierra, lo cual pudo haber apoyado los orígenes de la vida.

El cometa 67P. (NASA)
El cometa 67P. (NASA)

Tras el anuncio, las dos misiones ingresaron a la fase de estudio conceptual, para que los científicos puedan desarrollar las propuestas con un presupuesto de USD 4 millones cada una. En julio de 2019 se sabrá cuál de los dos concentrará los esfuerzos para salir primero, en 2025.

Actualmente la NASA tiene otras tres misiones de Nuevas Fronteras: Nuevos Horizontes, que llegó más allá de Plutón en 2015; Juno, que se encuentra orbitando Júpiter, y Osiris Rex, una nave que va hacia el asteroide Bennu para obtener una muestra de su superficie, que llegará a la tierra en septiembre de 2023.

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