Por qué Claudia Sheinbaum habría incurrido en varios delitos el pasado 8M

El periodista Raymundo Riva Palacio, resaltó que la Jefa de Gobierno tomó decisiones políticas reforzadas por las directrices de Andrés Manuel López Obrador

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(Foto: Gobierno de la Ciudad de México)
(Foto: Gobierno de la Ciudad de México)

El gobierno de la Ciudad de México -de ideología de izquierda- se encuentra en medio de la polémica luego de que -de acuerdo con varios testimonios, incluso de miembros de la prensa-, se habrían usado gases lacrimógenos para “contener” a las mujeres que se manifestaron en la marcha del 8M.

La presión y cuestionamientos han sido de tal magnitud, que las mismas autoridades capitalinas no se ponen de acuerdo en el mensaje. Mientras el subsecretario de Gobierno, Efraín Morales, dijo que no se usó gas lacrimógeno, sino gas de extintores; Marcela Figueroa, subsecretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, reconoció que sí se lanzó gas lacrimógeno, aunque, aseguró, no por parte de la policía. En tanto la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha insistido en que no se usó gas lacrimógeno, pero sí de gas pimienta, el cual contiene químicos severos.

En su columna que publica Raymundo Riva Palacio en El Financiero, destacó que el gobierno capitalino se encuentra en atolladero, toda vez que no encuentra cómo responder a las crecientes sospechas de acciones drásticas para contener a los grupos de mujeres que se enfrentaron con la policía el lunes en Palacio Nacional.

Riva Palacio destacó lo dicho por uno de los integrantes de la Brigada Marabunta, una organización no gubernamental que observa y defiende los derechos humanos, quien mostró a la prensa un cilindro lanzado por la policía, que dijo tenía gas lacrimógeno. La conclusión a la que llegó fue por el tipo de efecto que causó entre quienes respiraron ese gas, cuyos químicos producen ceguera temporal, impide la respiración, irrita y produce lagrimeo, a diferencia del gas de los extintores, elaborado con una base de dióxido de carbono, que genera molestias menores.

Imagen de la protesta frente a Palacio Nacional, durante la marcha del 8M (Foto: PEDRO PARDO / AFP)
Imagen de la protesta frente a Palacio Nacional, durante la marcha del 8M (Foto: PEDRO PARDO / AFP)

El columnista destacó el testimonio de varias periodistas quienes narraron sus experiencias en la marcha, con descripciones que se ajustan a los gases lacrimógenos, que según se aprecia en videos difundidos en redes sociales, salieron de las posiciones de la policía.

“El gas lacrimógeno por parte de las fuerzas de seguridad, siempre ha sido visto como un acto de fuerza y represión. Las autoridades utilizan ese recurso como un paso previo a acciones drásticas de mayores consecuencias, como el empleo de balas de goma, que dependiendo de la distancia y la zona del cuerpo en donde impacten en una persona, puede llegar a ser letal. Como Sheinbaum y los demás líderes de Morena, comenzando por el presidente Andrés Manuel López Obrador, siempre calificaron el uso de gas lacrimógeno en el pasado como una táctica represiva, es políticamente imposible que ahora admitan que se haya utilizado contra las mujeres que se enfrentaron a la policía”, destacó.

“Éste es el terreno donde Sheinbaum sale mal, cualquiera que sea la conclusión de este episodio. Por órdenes suyas, actuando como correa de transmisión de las instrucciones de López Obrador, a quien le consultó cómo actuar con la policía y pidió su aval por teléfono para utilizar elementos masculinos tras informarle que las mujeres policías estaban siendo rebasadas por las manifestantes, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana negoció un protocolo de seguridad con las organizaciones que iban a vigilar la marcha del 8M, en el cual excluyeron la eventualidad del empleo del gas lacrimógeno”, resaltó Riva Palacio.

El columnista destacó que la prohibición del uso del gas podría haberse enmarcado en el tema de la pandemia del coronavirus, toda vez que el gas afecta las vías respiratorias “pero al no haber planteado ningún argumento de salud, reduciendo todo a lo político, en lo que incurrió Sheinbaum fue en una serie de posibles delitos”.

Imagen de la protesta frente a Palacio Nacional, durante la marcha del 8M (Foto: AP/Ginnette Riquelme)
Imagen de la protesta frente a Palacio Nacional, durante la marcha del 8M (Foto: AP/Ginnette Riquelme)

“El primero es por omisión, pues el empleo del gas, precisan expertos en el tema, está autorizado en los artículos 14 y 15 de la Ley del Uso de la Fuerza, donde se identifica como ‘sustancias irritantes en aerosol’; sin excepción, agregó un especialista, ‘los protocolos no están por encima de la ley’. Adicionalmente, al girar una orden de carácter político, cometió un abuso de autoridad y uno más, probablemente, por el abuso de los derechos humanos de los policías”, resaltó el periodista.

Raymundo Riva Palacio recordó que Claudia Sheinbaum habló con la prensa al día siguiente de la marcha y cuando fue cuestionada sobre la reacción de la policía, “notoriamente molesta, justificó que se había actuado con fuerza ante la agresión, donde incluso se intentó prender fuego a algunas policías”.

El comunicador destacó que es correcta, bajo cualquier consideración, la reacción de la policía, pero el problema de raíz es que fue la propia jefa de Gobierno quien las llevó a esa situación, al haber prohibido exprofeso el uso de la fuerza, y contra la ley, eliminando del protocolo de seguridad para la marcha el uso de gas lacrimógeno e, incluso, de agua para dispersar.

“Por consideraciones políticas, reforzadas por las directrices de López Obrador, anuló lo que expertos llaman el procedimiento táctico que emplea la policía, que tiene como base el uso diferenciado de la fuerza, y violentó el artículo 21 constitucional en lo referente a la fuerza pública. Todo esto lo podría haber evitado Sheinbaum de haberse apegado a la ley y no a necesidades políticas, así como de haber tenido una planeación adecuada de la seguridad en la marcha, con los escenarios y soluciones posibles”, enfatizó.

Raymundo Riva Palacio concluyó su columna aseverando que “la jefa de Gobierno quedó rebasada por la realidad, en contradicciones retóricas y violaciones a la ley. López Obrador, que comprendió la complejidad en la que se encuentra, dio dos pasos para atrás. Si alguien tiene que responder por lo que sucedió, dijo, será Sheinbaum”, finalizó.

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