La caída del “Padrino”: los vínculos de Cienfuegos con los Beltrán Leyva datan de 2005

Las presuntas relaciones corruptas entre Salvador Cienfuegos Zepeda y el Cártel de los Beltrán Leyva se remontan al menos, hasta 2005, cuando el general en retiro era comandante de la IX región militar en Guerrero, pues en la bahía de Acapulco habría convivido con los capos de la agrupación criminal por sus pactos de protección.

En aquel entonces, los principales líderes del narcotráfico del Pacífico estaban agrupados en la llamada Federación, que lo mismo incluía a Vicente Carrillo Fuentes, Marcos Arturo y Alfredo Beltrán Leyva, Armando Valencia Cornelio, como a Juan José Esparragoza Moreno, El Azul.

Este concilio histórico comenzó en 2001, ideado por Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y respaldado por Ismael El Mayo Zambada. Las autoridades mexicanas, desde políticos y altos mandos de la policía, hasta generales del Ejército, habrían establecido un acuerdo de protección a cambio de sobornos.

Por ello, Anabel Hernández, periodista que ha investigado temas de narcotráfico en más de una década, refiere que la reciente detención de Cienfuegos Zepeda podría ampliarse hasta el periodo de la Federación. Con lo cual, las investigaciones de las autoridades estadounidenses llegarían a ligar los múltiples casos de lo que la periodista ha llamado el sistema de narco-corrupción en México.

“La historia del general Salvador Cienfuegos no comenzó con el grupo este H-2 y en el sexenio de Enrique Peña Nieto, comenzó al menos, de como está documentado, desde 2005, cuando era titular de la IX región militar ahí en Guerrero, desde entonces hay señalamientos de narcotraficantes que pertenecieron al grupo del Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva de que estaba comprometido con ellos, al mismo tiempo que Genaro García Luna, Cárdenas Palomino y varios otros funcionarios públicos”, dijo en entrevista con Infobae México.

Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con Enrique Peña Nieto (2012-2018), fue detenido el pasado 15 de octubre a su arribo al aeropuerto de California, en Los Ángeles. Una orden de arresto pesaba en su contra desde agosto del 2019, pues se le acusa de tres cargos de conspiración para manufacturar, importar y distribuir drogas, además de un cargo por lavado de dinero.

Quien fuera jefe del Ejército habría colaborado con el Cártel H-2 para el tráfico terrestre y marítimo de cocaína, marihuana y metanfetamina, hacia EEUU, según el Departamento de Justicia de aquel país. Principalmente, estaría ligado con Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, quien asumió el liderazgo de una facción desprendida del Cártel de los Beltrán Leyva desde 2014.

Anabel Hernández consideró que ese tipo de pactos entre autoridades y crimen organizado se mantienen aún cuando los cabecillas cambien, sean arrestados o mueran. Son prácticamente inquebrantables porque no se puede desconocer el soborno ni se puede fingir el compromiso hecho, según explicó.

“No es un acuerdo que haya surgido ahora con esta pequeña célula criminal (H-2). Es un acuerdo que venía de cuando los Beltrán Leyva eran socios del Chapo Guzmán y el Mayo Zambada, en la llamada Federación, y por eso estos compromisos son tan sólidos".

Ejemplificó el caso con los vínculos de García Luna, pues el ex secretario de Seguridad mantenía a sus cercanos en el sexenio anterior y con influencia directa en la Agencia de Investigación Criminal, Policía Federal y la entonces Procuraduría General de la República. “Son las mismas personas que se siguen acomodando en diferentes posiciones”, dijo la periodista.

“Si es cierto que ahora la acusación criminal abarca solo del H-2 y del 2015 a 2017, pero cuando el fiscal entienda como nace esta relación entre Cienfuegos y el H-2 entenderá que es una relación que empezó al menos en el 2005 en la bahía de Acapulco (...). Son alianzas que se mantienen con el tiempo y me parece que al final el fiscal, sin duda alguna tendrá que ampliar la acusación y no solo de 2015 a 2017 sino de los otros años si encuentran las pruebas para poder demostrárselo”.

Parte de las acusaciones contra Cienfuegos Zepeda fueron establecidas a partir de la intercepción de miles de mensajes de un Blackberry, con el que el general se comunicaba con el Cártel H-2.

La periodista refirió que estos elementos de prueba fueron recabados antes que el proceso del Chapo Guzmán, que finalmente derivó en su condena a cadena perpetua. Aunque la información disponible no indica que ambos casos están relacionados directamente de aquel juicio, lo que queda claro es que están coligados, pues expone las protecciones entre autoridades y narcos.

En el llamado juicio del siglo, contra Guzmán Loera, fue ventilado que tanto Felipe Calderón como Enrique Peña Nieto habrían recibido sobornos millonarios del crimen organizado. Y los fiscales de aquel proceso son los mismos que van contra Cienfuegos Zepeda y García Luna. Este caso radica en Nueva York, porque allá llegaría la droga que ayudaron a traficar.

Con ello, Anabel Hernández prevé que se empiece a gestar un maxi proceso y las autoridades de EEUU comiencen a ligar nombres, grupos y funcionarios. En esta red tan amplia, indicó, saldrán muchos nombres más, incluso, los que siguen activos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“Imagínate ya con estos tres casos, la información global, conectada, porque no son tontos, deben estar ya ligando unos casos con otros, los nombres de un caso que saltan, en el caso de García Luna, que se repetirán en el caso de Cienfuegos, evidentemente están haciendo un mapa de cómo estaba penetrado el gobierno de México por estas organizaciones criminales”.

A su parecer, el Cártel de Sinaloa es la única agrupación con el poder suficiente para penetrar y corromper a las Fuerzas Armadas y de Seguridad en el gobierno lopezobradorista, pues no hay ninguna otra que se le compare a nivel mundial. Por lo que toca al Cártel Jalisco Nueva Generación, Anabel Hernández lo ubicó en segundo o tercer nivel.

La reportera explicó que el caso de Cienfuegos Zepeda recién recobró fuerza por su complejidad, es decir, el tiempo que llevan las indagatorias para fincar imputaciones sólidas. Con García Luna pasó algo parecido, en un inicio investigaron su patrimonio y de a poco encontraron que estaba vinculado al Cártel de Sinaloa; y no fue sino hasta después de su arresto que le fincaron el cargo de empresa criminal continua, el cual tiene una pena máxima de cadena perpetua, como el Chapo.

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