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El lavado de dinero a veces tiene cara de mansión. Los capos de la droga en México invierten las ganancias de sus negocios ilícitos en propiedades, que cuando son atrapados por la autoridad salen a la luz el lujo y la extravagancia.
El gobierno mexicano subastará el domingo próximo por cuarta ocasión una casa decomisada a Joaquín “El Chapo” Guzmán en febrero de 2014.
De las características que sobresalen de la propiedad está su conexión a un arroyo subterráneo ocultada debajo de una tina de baño. También tiene una conexión a otra casa en la calle de Enrique Colunga.
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La casa está ubicada en la calle Emiliano García, número 1811, en la colonia Libertad, en Culiacán, Sinaloa. Según los datos, la vivienda aumentó de valor después de que la habían rebajado a la mitad en la subasta anterior.
El precio de venta es de 2.6 millones de pesos (mdp).
Esta es una propiedad modesta en comparación con otras que se le han conocido en el pasado. Estos son algunos de los palacios de grandes capos de la droga y miembros de la delincuencia organizada que se han conocido tiempo atrás.
El palacio de Zhenli
La propiedad perteneció a Zhenli Ye Gon, preso por los delitos de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Subastada en 102 mdp en 2019, ahora está en los bienes del empresario Carlos Bremer, que se convirtió en celebridad de televisión por su participación en la edición mexicana de “Shark Tank”.
Tiene 1,566 metros cuadrados construidos y otros 1,218 de terreno sin construir. Cuenta con 10 habitaciones en cuatro niveles, pisos de mármol, tres jacuzzis, alberca, elevador, cava para cientos de vinos, tres estancias, estacionamiento subterráneo para 15 autos, sauna y costosos vitrales, entre otros lujos.
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La mansión se volvió pieza clave para desmantelar la red de corrupción del empresario farmacéutico, quien en 2007 fue capturado por agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) por presuntos vínculos con el tráfico de drogas.
La mansión de “El Tigrillo”
Entre el canto de aves, el mugir de las vacas y las olas del mar se asoma una propiedad de lujo. Su dueño fue Francisco Javier Arellano Félix, alias “El Tigrillo”.
Se ubica en Los Cabos, Baja California Sur, y para llegar a la residencia hay que recorrer 8 kilómetros entre calles arenosas hasta arribar al lote 1 del Fraccionamiento Campestre Leonero.
Las dimensiones de la mansión rondan los 859 metros cuadrados. Tiene playa, alberca, acabados de lujo y escriturada.
Los residentes extranjeros sabían que dentro del Rancho Leonero vivía el menor de los Arellano Félix, y que constantemente llegaba acompañado de su familia o amigos.
Los últimos días de libertad los vivió ahí, hasta su detención el 16 de agosto de 2006 por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
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El gobierno de López Obrador la puso en un lote de subastas con un precio de venta de 15.3 millones de pesos.
La casa que albergó la marca Versace
Vicente Carrillo Leyva, alias “El Ingeniero”, compró en 1994, con apenas 17 años, una casa antigua en la colonia Americana, una de las más exclusivas de Guadalajara, Jalisco.
De estilo afrancesado y construida entre 1906 y 1908, el lugar fue la sede de una boutique de la lujosa marca de ropa Versace.
Por tres años se pasó por alto quién era el dueño, hasta que en abril de 1997, la Fiscalía federal incautó la propiedad, periodo durante el cual fue saqueada por los agentes y por gente que al pasar quebraba las vitrinas para extraer algún objeto de la prestigiada marca.
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El lujo de los Caballeros Templarios
Los integrantes del Los Caballeros Templarios también optaban por el lujo y la extravagancia.
Uno de sus líderes, “El Botas”, tenía una casa con piscina, grandes palmeras y habitaciones amplias con decoración antigua.
Su compañero “El Tucán”, brazo derecho de Nazario Moreno “El Chayo”, gozaba de una casa de dos niveles, con alberca, tres recámaras, un cuarto de juegos y un gran asador al aire libre o quincho.
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Otra de las propiedades medía media hectárea y su dueño era Enrique Pancarte, “El Kike”. Entre las pertenencias confiscadas hay una estatua, sotanas y un chaleco metálico al estilo medieval.
Las tres casas fueron tomadas y ocupadas por los grupos de autodefensa en Michoacán.
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