Un terremoto de magnitud 8.8 sacudió la península de Kamchatka en el extremo oriental de Rusia durante la madrugada, lo que provocó alertas de tsunami en amplias zonas del océano Pacífico, según informaron las autoridades.
De acuerdo con Unicef, los tsunamis figuran entre los desastres naturales más destructivos, con consecuencias graves para comunidades enteras.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que la mayoría de los tsunamis se originan por sismos en el contorno costero del océano Pacífico. Estos fenómenos consisten en una serie de olas gigantes generadas por la liberación de energía en el fondo marino, habitualmente a causa de terremotos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra.
El impacto de los tsunamis se extiende tanto al ámbito humano como ambiental. Además, erosionan playas, destruyen hábitats marinos y contaminan fuentes de agua dulce con agua salada y escombros.

Un estudio de 2021 advierte que los terremotos y tsunamis alteran la estructura de las comunidades marinas tanto a corto como a largo plazo, debido a la dinámica y heterogeneidad espacial de estos ecosistemas.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han planteado que un tsunami “crea una oleada de agua del océano que a veces puede sumergir grandes áreas geográficas. A medida que el agua del mar llega a tierra, los pozos de agua potable pueden quedar sumergidos y potencialmente contaminados por microorganismos (bacterias, virus, parásitos) y productos químicos que tienen un efecto negativo en la salud de los seres humanos".
Aunque en alta mar pueden pasar inadvertidas, al acercarse a la costa las olas aumentan de tamaño y pueden alcanzar alturas enormes, arrasando todo a su paso.
La magnitud del sismo y su ubicación en una de las zonas más activas del cinturón de fuego del Pacífico provocaron preocupación inmediata entre los centros de monitoreo sísmico y las autoridades de varios países costeros. En pocos minutos, Hawai, Japón, Filipinas y otras naciones del sudeste asiático comenzaron a emitir advertencias a la población costera, preparándose para lo que podría transformarse en una catástrofe a gran escala.

Para Unicef, “el cambio climático aumenta la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. Aunque los tsunamis están provocados por movimientos tectónicos de la corteza terrestre que se encuentra bajo el agua, y no podemos detenerlos, sí que debemos ser capaces de atenuar sus efectos en la población mundial”.
Los terremotos pueden tener un impacto severo en la fauna, tanto terrestre como marina, según la International Fund for Animal Welfare (IFAW). Estos fenómenos pueden provocar lesiones, muerte y destrucción de hábitats, además de dejar a los animales atrapados bajo escombros en áreas urbanas.
El daño a los animales marinos se agrava porque los terremotos generan algunos de los sonidos submarinos más intensos del planeta, lo que puede causar daños auditivos y alteraciones en el comportamiento de especies como las ballenas, que dependen del sonido para orientarse y comunicarse.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), los tsunamis originados por terremotos se desplazan en todas direcciones, cruzan cuencas oceánicas, rodean islas y pueden remontar ríos, generando inundaciones costeras peligrosas y corrientes intensas que afectan la navegación y las operaciones marítimas durante horas o días.

Las consecuencias más devastadoras de un tsunami:
- Inundaciones masivas: Los tsunamis pueden causar inundaciones extensas en áreas costeras, penetrando tierra adentro y sumergiendo ciudades y pueblos.
- Destrucción de infraestructuras: Edificios, carreteras, puentes, puertos y otras infraestructuras pueden ser gravemente dañados o completamente destruidos por la fuerza de las olas.
- Contaminación del agua: El agua salada del mar puede contaminar fuentes de agua dulce, como ríos y pozos, dificultando el acceso a agua potable.
- Erosión costera: Los tsunamis pueden causar una erosión significativa de las playas y costas, alterando el paisaje natural y afectando los ecosistemas costeros.
- Daño a ecosistemas marinos: Los tsunamis pueden dañar o destruir arrecifes de coral, manglares y otros ecosistemas marinos, esenciales para la biodiversidad.
- Desplazamiento de poblaciones: Las personas afectadas por los tsunamis pueden verse obligadas a abandonar sus hogares y convertirse en refugiados o desplazados internos.
- Interrupción de servicios básicos: Los tsunamis pueden interrumpir el suministro de electricidad, agua, comunicaciones y otros servicios esenciales, dificultando la respuesta a la emergencia.
- Impacto económico: Estos fenómenos, en muchos casos, pueden causar pérdidas económicas significativas debido a la destrucción de propiedades, infraestructuras y actividades económicas.
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