Lujos, extravagancias y secretos del hotel casino más exclusivo de Las Vegas

El piso 75 del resort Cosmopolitan solo abre sus puertas a un público seleccionado. Luego de tres años, un ex empleado divulgó qué ocurre por dentro

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Vista desde una de las suites del hotel Cosmopolitan de Las Vegas (Cosmopolitan of Las Vegas / The Washington Post)
Vista desde una de las suites del hotel Cosmopolitan de Las Vegas (Cosmopolitan of Las Vegas / The Washington Post)

Cuando de lujo y sofisticación se trata, no hay rival para el Cosmopolitan de Las Vegas. Al menos para sus 21 suites, conocidas como las Boulevard Penthouses, donde no todo el mundo puede entrar.

Para ello tienes que demostrar tu patrimonio neto, pasar algunos controles de seguridad y ser aprobado por la Comisión de Juego, que te llevará a la habitación Reserve, el casino privado de 7.000 metros cuadrados en el piso 75 del hotel.

La admisión tiene su precio: para jugar en Reserve, la casa obliga a sus huéspedes a apostar un mínimo de un millón de dólares. Según el especialista de viajes Jack Ezon, de Ovation Travel, esa condición la convierte en una de las habitaciones más caras del mundo.

Pero el juego no es lo único que atrae a multimillonarios de todo el mundo a visitar el lujoso resort en la Ciudad del Pecado. "Es una zona libre de juicios", explicó Leslie Sadovia, directora ejecutiva de marketing de casinos nacionales de Cosmopolitan. "La gente puede venir y comportarse de una manera extrema, y no les decimos que no lo hagan".

El interior de una de las Penthouse suites del Hotel Cosmopolitan de Las Vegas
El interior de una de las Penthouse suites del Hotel Cosmopolitan de Las Vegas

Una habitación en las Boulevard Penthouses incluye servicio de mayordomo las 24 horas del día, traslados al aeropuerto con chofer en una variedad de vehículos de lujo y un equipo de cocina completo que "creará lo que los huéspedes deseen", manifestó Brian Benowitz, vicepresidente de operaciones del casino de Cosmopolitan. "Si un cliente quiere cangrejos de roca para la cena de su penthouse, iremos a Joe's y los compraremos". Las paredes de la sala de estar se cambian por paneles de resina de oro de 24 quilates y los baños tienen mármol desde el suelo hasta el techo. En otra sala también hay un piano de cola blanco.

Algunos apostadores aprovechan la libertad que ofrecen las suites al extremo, divulgó un ex empleado del Cosmopolitan a Bloomberg. Uno de los huéspedes que más frecuenta el hotel es conocido por acostarse desnudo en una hamaca de piel de chinchilla pedida específicamente, esperando a que un mayordomo de su habitación lo encuentre. Otro, un conocido jugador de la NBA, disfruta tener sexo en la mañana antes de su partida mientras los mayordomos empacan su maleta.

Con todos sus vicios, hay un hábito que incluso los clientes más ostentosos tienden a evitar: beber excesivamente. Cuando miles de dólares están en juego en una sola apuesta, es importante mantenerse sobrio.

Un obsequio de cortesía ordinario comparado a la barra del Cosmopolitan
Un obsequio de cortesía ordinario comparado a la barra del Cosmopolitan

Como era de esperar, los huéspedes de las Boulevard Penthouses no son recibidos con una mera canasta de frutas de cortesía, como suele acostumbrarse. En una suite del Cosmopolitan, el costo del servicio de bienvenida puede alcanzar los cinco o incluso seis dígitos.

Los servicios de bienvenida se seleccionan en función de las preferencias de cada huésped y pueden incluir obras de arte, bolsas retro de Chanel, o un humectador repleto de sus cigarrillos preferidos. En una ocasión, el hotel contrató a un chocolatero para crear esculturas comestibles a medida inspiradas en el Instagram de los invitados. El alcohol es, sin lugar a dudas, la opción más popular, incluyendo whisky Macallan o Yamazaki, vinos de más de USD 14.000 de la viña Rothschild y coñac Luis XIII, a un precio de USD 4.300 la botella.

Cuando un jugador está dispuesto a apostar más de USD 2 millones, Benowitz puede tener la habitación Reserve liberada, remodelada con los juegos preferidos del cliente y dotada de todo el personal necesario en 25 minutos.

El juego preferido tanto del hotel como de los huéspedes suele ser el Bacará, un juego de cartas francesas semejante al blackjack. Esto se debe, por un lado, a que más del 50% de los invitados provienen de Asia y lo juegan en los casinos de Macao. Por otro lado, ofrece una ventaja significativa para la casa, por lo cual el Cosmopolitan incentiva su adopción.

Una mesa de bacará, un juego de cartas francesa común en los casinos
Una mesa de bacará, un juego de cartas francesa común en los casinos

La mayor apuesta de Bacará del casino hasta la fecha fue de USD 300.000 por mano por un juego entero; es decir, 8 barajas de cartas, repartidas en 60 minutos en aproximadamente 60 manos, en dos mesas simultáneamente. En otras palabras, son apuestas de aproximadamente USD 600.000 por minuto, o USD 36 millones por hora. Es el equivalente al PBI de algunos países, como Tuvalu, que en 2017 produjo USD 40 millones en 2017. "Nunca he visto nada igual", dijo Benowitz. "Hubo algunos altibajos, pero finalmente el casino ganó". La mayor victoria de un huésped que Benowitz presenció fue de USD 30 millones, obtenidos en tan solo un fin de semana.

Entre los grandes apostadores, las supersticiones pueden ser consideradas desde exigentes a absurdas. Algunos millonarios duermen en el sofá porque creen que una cama con respaldo les traerá mala suerte. Otros llenan su cuarto de cítricos con agujeros perforados para "liberar la suerte". Ciertos huéspedes tienen una fobia total a que se tire algo, no sea que el objeto desechado sea de buena suerte. Es tan común, que la mayoría de los mayordomos saben que nunca hay que quitar nada de una mesa de juego sin corroborarlo, incluso si se trata de cenizas de cigarrillo.

Un invitado notorio pide vaso tras vaso de whisky con hielo mientras juega, pero no para beber, sino para humedecer una pequeña "bolsa de medicinas" marrón que cuelga de su cuello. Nadie ha descubierto lo que es, pero se sospecha que el huésped practica algún tipo de santería. "Una vez, encontramos un carro de servicio de habitaciones en su suite medio derretido por cientos de velas", dijo Kim Mantle, jefa de mayordomos de Cosmopolitan. "¡Honestamente me sorprende que no haya incendiado el hotel!"

El dormitorio de una de las habitaciones del Cosmopolitan
El dormitorio de una de las habitaciones del Cosmopolitan

Incluso en las Boulevard Penthouses existen límites a lo que los huéspedes pueden pedir: drogas y prostitutas. Es un error común creer que la prostitución es legal en Las Vegas. Aunque está permitido en el resto de Nevada, la Ciudad del Pecado la prohíbe. Las solicitudes de drogas -por lo general, cocaína- también son comunes y estrictamente rechazadas. Incluso dirigir a los huéspedes a los tiendas legales de marihuana de Nevada no está permitido, ya que el Cosmopolitan opera bajo un mandato federal de la industria del juego que prohíbe estrictamente su consumo.

El personal de trabajo del Cosmopolitan esta acostumbrado a recibir montos astronómicos de propinas. Es estándar que un huésped de fin de semana deje entre USD 300-500 para el servicio de limpieza, más otros cientos de dólares al día para los mayordomos. El récord, sin embargo, fue una propina de USD 40.000 luego de dos días de servicio, dejada por un famoso y generoso invitado. Las propinas se reparten entre todos los mayordomos en función a sus horas de trabajo. Pero los mayordomos no reciben las mejores propinas sino los repartidores de cartas. De hecho, un trabajo en el casino del Cosmopolitan es tan codiciado que las aplicaciones son sólo admitidas por invitación.

Vista del “Richmond Penthouse” en el hotel Cosmopolitan de Las Vegas (The Cosmopolitan of Las Vegas / The Washington Post)
Vista del “Richmond Penthouse” en el hotel Cosmopolitan de Las Vegas (The Cosmopolitan of Las Vegas / The Washington Post)

Uno asumiría que con tanto dinero a su disposición, los jugadores del Cosmpolitan jamás estarían inclinados al robo o la trampa. Sin embargo, funciona totalmente al revés. Según Benowitz, alrededor de 10.000 personas pasan por el casino del Cosmopolitan todos los días y entre el 5 y el 10 % de ellas se detienen a jugar. ¿Cuántos de ellos intentan hacer trampa? Aproximadamente uno de cada 200 personas.

"Cuando un huésped pierde un millón de dólares en el casino, quiere que le devuelvan su millón de dólares", explicó Mantle, que cuenta los artículos robados del hotel todos los días, incluyendo obras de arte, edredones e incluso balanzas de baño.

Algunos huéspedes son especialmente descarados con sus robos. Varios de ellos han traído maletas adicionales y han pedido a los mayordomos que las llenen con todos los artículos complementarios de la habitación que puedan encontrar, como libros de mesa, botellas de alcohol o hasta chucherías decorativas.

Resulta que, incluso si pierdes en el casino, el hotel tiene sus formas de hacerte sentir como un ganador.

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