El video de un fanático golpeando a patadas a un jugador del Sunderland que recorre el mundo

El futbolista Luke O'Nien aseguró que no demandará al aficionado, a pesar de contar con imágenes en donde se puede identificar fácilmente al agresor

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Unas llamativas y repudiables imágenes se vieron durante el partido de vuelta de las semifinales de los playoffs de la Fotball League One entre el Portsmouth y el Sunderland cuando un fanático del cuadro local golpeó a un jugador del equipo rival que cayó a la grada.

Fueron dos duras patadas las que recibió el mediocampista británico Luke O'Nien, quien posteriormente habló con la prensa y reconoció que no iba a presentar cargos en la policía por el incidente.

Las cámaras capturaron el momento exacto y el personal de seguridad del club cuenta con lo necesario para identificar al aficionado si desea aplicarle una sanción.

Los jugadores del Sunderland increparon al agresor (Reuters)
Los jugadores del Sunderland increparon al agresor (Reuters)

El insólito hecho se llevó a cabo a los 63 minutos del encuentro tras un forcejeo entre O´Nien y Tom Naylor. El mediocampista sacó al rival de la cancha con un empujón que lo mandó directamente del otro lado de los carteles de publicidad.

Allí fue cuando un hombre de buzo gris se levantó y lo pateó en el piso hasta en dos ocasiones antes de que el jugador del Sunderland pudiera levantarse. Una vez que se reincorporó llegó su compañero Max Power para increpar al agresor que estuvo a punto de saltar los carteles e ingresar al estadio.

El árbitro, atento, y pudo controlar la situación que parecía que iba a desmadrarse en cualquier momento. El partido continuó y el Sunderland se hizo con la victoria gracias al gol que había marcado de local en el partido de ida.

O´Nien no demandará al aficionado (Reuters)
O´Nien no demandará al aficionado (Reuters)

"La policía me preguntó si quería presentar cargos, pero eso es solo fútbol. Cuando suena el silbato, solo lo hacen dos equipos y dos multitudes", aseguró O'Nien tras el encuentro y agregó: "Hubo un contacto, pero pasó lo que pasó. Al final no me hizo daño. Creo que al final fue arrestado".

"Le pregunté al cuarto árbitro y me dijo que creía que un partidario le había golpeado con el brazo, lo que no era genial", reconoció Jack Ross, entrenador del Sunderland: "No me importó demasiado, no porque ganáramos la eliminatoria, sino simplemente porque disfruto venir aquí. Creo que es un campo de fútbol adecuado, una base de fanáticos realmente buena", consideró.

"Un idiota no debe estropearlo ni empañar a ese grupo de fanáticos", concluyó Ross.

 

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