El derrumbe del “Púas” Olivares: el campeón de box que vendía sus trofeos en La Lagunilla

Su gran carisma en los entarimados, así como su habilidad y múltiples logros, lo hicieron ser considerado el ícono del boxeo en México del siglo pasado, pero con el paso de los años su apremiante situación lo llevó a vender sus recuerdos en el popular mercado de la CDMX

Compartir
Compartir articulo
El Púas Olivares vendía sus títulos en el mercado de La Lagunilla (Foto: Twitter@raulbrindis)
El Púas Olivares vendía sus títulos en el mercado de La Lagunilla (Foto: Twitter@raulbrindis)

Su carisma en los encordados era innegable. El buen humor e inquieto comportamiento de Rubén Olivares trascendió más allá del ring de boxeo. Durante años, hasta antes de la llegada de Julio César Chávez, fue considerado el mejor boxeador mexicano y su particular sentido del humor lo llevó a participar en el cine mexicano. No obstante, con el paso de los años, las deudas lo orillaron a rematar sus títulos en La Lagunilla.

La Ciudad de México catapultó al éxito a uno de los boxeadores más reconocidos y en agosto de 1965 la Arena México presenció su debut con un poderoso nocaut en contra de Isidro Sotelo apenas unos segundos después de haber sonado la campana por primera ocasión. La contundente victoria durante su presentación en la gran carpa fue un presagio de los triunfos que llegarían con el paso de las peleas.

Uno tras otro, frente a él desfilaron decenas de pugilistas que contaron la misma historia al término de los pleitos. Fueron 51 los exponentes que trataron de frenar su avasallador paso, pero todos fracasaron. Su récord invicto, así como las grandes exhibiciones que brindaba con los guantes puestos, lo colocaron en la órbita del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para recibir la primera oportunidad de disputar un título.

Púas Olivares conquistó dos divisiones diferentes (Foto: Twitter@JORGEMILHE)
Púas Olivares conquistó dos divisiones diferentes (Foto: Twitter@JORGEMILHE)

El 22 de agosto de 1969, al interior del Forum en Inglewood, California, la esperanza mexicana le plantó cara al flamante campeón vigente en la categoría de las 118 libras, Lionel Rose. La fama de noqueador resonó en la cabeza del australiano, por lo que tenía que contrarrestar lo antes posible a su oponente. No obstante, haber obtenido la victoria del torneo amateur Guantes de Oro con la mandíbula rota respaldó al Púas encima del ring.

Sonó la campana y los hombres se enfrascaron en el pleito. El mexicano no se guardó nada de su repertorio y envió a la lona a Rose en el primer asalto. El suceso se repitió durante el segundo y mermó el rendimiento del monarca vigente. Los últimos instantes del australiano como campeón no fueron como los espectadores imaginaron. En el quinto episodio besó la lona dos veces y no logró levantarse.

Rubén Olivares levantó el mismo cetro que alguna vez conquistó el Ratón Macías. Después de aquella gloriosa velada, refrendó su campeonato en diversas ocasiones hasta que lo perdió en contra de su rival y compatriota Jesús Castillo. Después, incursionó en cuatro categorías superiores y fue campeón en peso pluma por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), así como por el CMB. Su récord estuvo conformado por 89 victorias, 78 por nocaut, así como 13 derrotas y una tercia de empates.

Olivares también participó en diversas películas del cine mexicano (Foto: Twitter@Armas2Enrique)
Olivares también participó en diversas películas del cine mexicano (Foto: Twitter@Armas2Enrique)

Años después, el panorama del cuatro veces campeón del mundo lucía muy diferente al de sus años de gloria y bonanza económica. En 2017, diversos medios de comunicación dieron a conocer su situación. Ubicado sobre una calle del mercado de La Lagunilla, el Púas acudía todos los días para ofrecer a la venta los títulos y condecoraciones que obtuvo en su etapa como boxeador.

En aquel entonces, diversas versiones afirmaron que la venta de sus artículos era motivada por una deuda bancaria y la difícil situación financiera en su familia. No obstante, lo llegó a negar en una entrevista con el periódico La Jornada. “No me estoy muriendo de hambre, no estoy en bancarrota. ¿Por qué dicen eso? (...) Todos mis alimentos son con aceite de oliva. No tengo mucho dinero, pero vivo bien en mi barrio”, aseguró sin dar detalles del motivo real que lo orilló a poner su puesto.

Por el título del CMB en peso pluma pedía USD 1 millón. En tanto, la persona que deseara adquirir su anillo del Salón de la Fama tendría que desembolsar USD 2 millones. Otros objetos al alcance del público eran las obras de arte que aprendió a tallar durante su infancia, cuando fue carpintero en un taller de La Bondojito. MXN 15 mil por un cuadro de la última cena donde figuran apóstoles con guantes bañados en hoja de oro.

Gracias a su oficio de carpintero, aprendió a tallar figuras en madera que también llegó a ofrecer en su puesto (Foto: Twitter@05Cesgar)
Gracias a su oficio de carpintero, aprendió a tallar figuras en madera que también llegó a ofrecer en su puesto (Foto: Twitter@05Cesgar)

Más figuras de madera, guantes autografiados, libros de boxeo y otros artículos relacionados con el pugilismo eran exhibidos sobre una lona verde. Las fotografías con él, así como los autógrafos de MXN 100 contrastaron con los MXN 2.5 millones que pedía por un terreno de mil 516 metros cuadrados en Tepejí del Río, Hidalgo. Aquel año fue la penúltima irrupción que tuvo en la opinión pública.

En agosto de 2020, se reportó el ataque que sufrió el expugilista. Ocurrió mientras se encontraba con su familia al interior de su vivienda, ubicada en la colonia La Joyita, barrio de La Bondojo, Alcaldía Gustavo A. Madero. Versiones extraoficiales indicaron que los perpetradores eran vecinos que accionaron armas de fuego y ocasionaron daños materiales, aunque se descartó que las personas al interior hayan sufrido lesiones. Tampoco se dieron a conocer los motivos del incidente.

Así, viviendo en el barrio que lo vio crecer, Rubén Olivares pasa los días con el recuerdo de los cuatro títulos que obtuvo como boxeador en peso gallo y pluma, aunque lejos de la fama y retribuciones económicas que lo acompañaron cuando se consolidó como uno de los más grandes ídolos mexicanos.

SEGUIR LEYENDO: