Juan Manuel Correa, el piloto de Fórmula 2 que sobrevivió al accidente que acabó con la vida de Hubert: “Tenía las piernas colgando, pensé que solo me unía a ellas mi traje”

Nunca podrá olvidar lo que sucedió aquella tarde en el Circuito de Spa-Francorchamps. Con solo 21 años, salió de un coma, pasó por 15 cirugías y solo vive con el recuerdo de su amigo. En diálogo con Infobae rememora el accidente, la relación que tenía con Hubert y su sueño de llegar a la Fórmula 1

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El impactante accidente de la Formula 2

“Me acuerdo de todo. Estábamos subiendo, llegando a Eau Rouge (una de las dos curvas de alta velocidad en el Circuito de Spa-Francorchamps en Bélgica) y justo llegando al tope de la curva, sin saber lo que estaba pasando al frente, un pedazo de otro vehículo me pegó de frente y causó que mi ala delantera se metiera debajo de mi propio auto haciendo que mis llantas quedaran suspendidas en el aire lo que me hizo perder la fricción. Para ese entonces, cuando miré hacia arriba pensaba que me iba a chocar contra la pared, pero fue ahí que vi el monoplaza de Anthoine a metros mío. Solo atiné a agarrarme el pecho, solté las manos del volante por reflejo y ahí se provocó el impacto, fue muy duro”, relata Juan Manuel Correa a Infobae sobre aquel momento en el que se produjo el trágico accidente que marcó por completo tanto a la Fórmula 2 como a Fórmula 1.

“Sentí que iba a salir volando del asiento, lo cual es imposible, pero así de duro fue. Di un par de vueltas y caí boca abajo mientras el auto seguía derrapando. Lo más severo fue el dolor inmediato en mis piernas. Ahí fue que me di cuenta que algo muy grave estaba pasando, porque generalmente con tanta adrenalina uno no siente cuando choca. Finalmente el coche paró de deslizarse y comenzó a salir humo de la parte de atrás del motor. En ese momento, entre el humo, el dolor y la adrenalina, entré en pánico. Yo mismo me saqué el cinturón y me arrastré para salir del auto. Podía verme las piernas, las tenía básicamente colgando, hasta pensé que se me habían desprendido del cuerpo y solo me unía a ellas mi traje de carreras. En ese momento, con tanta adrenalina y tanto dolor no podía asimilar nada, solo sabía que algo muy grave estaba pasando”, recuerda con exactitud.

“Inmediatamente llegaron los paramédicos y cuando vi sus caras y los gestos que hacían me asusté más, porque normalmente ellos son los primeros en estar tranquilos y te dicen qué hacer cuando tienes un choque. Pero se los veía muy angustiados cuando vieron mis heridas. Les pedí que me durmieran ahí mismo porque no podía más del dolor...”

Dos semanas después el piloto ecuatoriano se despertaría en un hospital de Londres tras salir de un coma inducido, producto de las terribles heridas que sufrió al participar del choque en cadena que acabó con la vida de Anthoine Hubert en el GP de Bélgica de la Fórmula 2.

El accidente de la Formula 2 en Bélgica

“Por una parte parece que pasó ayer y por otra que pasó una vida entera”, asegura Correa a un año de aquel accidente, el cual marcó un antes y un después en su historia. Hoy, después de 15 cirugías y atravesando un largo proceso de rehabilitación, desde Miami, el quiteño habló con Infobae sobre cómo fue ese momento, cómo va su recuperación y cómo le afectó la muerte de uno de sus mejores amigos.

“Voy en buen camino, cada vez tengo un plan más claro para cuándo voy a estar listo, cuándo voy a volver a correr y demás, pero todavía hay muchas cosas de las que no tengo respuesta. Hablando de fechas, tiempos, qué va a pasar con mis piernas en algunos aspectos... Hay que tener paciencia y seguir paso a paso”, considera el ex piloto de Sauber Junior Team (hoy, Charouz Racing System) de la Fórmula 2, quien acabó con la parte inferior de su cuerpo muy lastimada tras el impacto.

“Tuve una operación hace un par de semanas... Si consideras que la etapa de recuperación es ‘hasta quedar lo mejor que quedaré de estas lesiones’, estoy a la mitad, o ni siquiera eso. Puede ser que necesite años más de rehabilitación para corregir algunas cosas pequeñas, como adaptarme para caminar y etc.”, detalla.

Correa reconoce que la recuperación física es extremadamente dura: “Tengo un marco metálico en mi pierna derecha. Es como un exoesqueleto, que funciona como un hueso externo de apoyo. Yo perdí bastante hueso en esa parte y lo tuvimos que hacer crecer de vuelta. Con este aparato logras estirar el hueso por dentro para que crezca nuevamente, es increíble. Además te da el apoyo de un hueso, por eso puedo caminar o poner peso en mi pierna sin tener un hueso que la conecte”.

Correa transita su rehabilitación en Miami (@juanmanuelcorrea_)
Correa transita su rehabilitación en Miami (@juanmanuelcorrea_)

A sus 21 años ya pasó por más de una decena de operaciones, siendo la primera aquella que le practicaron en el hospital de Bélgica ni bien lo sacaron de la pista, en la que fue sometido a una cirugía de cuatro horas producto de las terribles lesiones y fracturas que sufrió en la columna y sus extremidades.

“Debo estar cerca de las 15 intervenciones y me deben quedar unas cinco más”, detalla al mismo tiempo que bromea sobre ello: “Ya entrar a un hospital es como entrar a un restaurante. Hace dos semanas tuve una en el pie izquierdo, el ‘bueno’. Fue una cirugía muy pequeña (duró dos o tres horas) en donde me tenían que cortar los tendones de los dedos y parte del hueso para ponerme unos implantes, porque en el impacto del accidente se me acortaron los tendones de los dedos del pie izquierdo y se me quedaron metidos como si fuera una garra. Imagínate, después de todo lo que he pasado, esa operación fue como nada, como ir a pincharme por una vacuna”.

Sin embargo, el joven piloto cree que la parte más difícil de superar fue la cuestión anímica y mental: “En cuanto a lo físico, uno se acostumbra a las limitaciones que tiene, pero en lo mental cuesta y es lo que más me costó recuperar al principio. Fue un shock muy grande para mí. Todas las medicinas fuertes, los opioides que estaba tomando inducían cambios mentales y anímicos que podían llevarme a la depresión o ansiedad. Batallé bastante con eso al principio y el hecho de que no estaba corriendo, de perder la temporada, de no ver a mis compañeros fue muy duro”.

También tienes todo el trauma del choque, porque fue algo muy duro que viví, más todo el tiempo en el hospital, el coma, las operaciones. Ha sido un proceso, pero creo que lo he hecho muy bien, te diría que me siento mentalmente listo a dar el siguiente paso y eso es volver un poco a mi vida de antes y volver a ser un piloto de carreras”, reconoce.

Juan Manuel Correa y su recuperación tras el accidente

Al mismo tiempo que luchaba contra todo ese calvario, también tuvo que lidiar con la muerte de Anthoine Hubert, con quien chocó de forma lateral a más de 200 km/h con una fuerza G de 81.8 al momento del impacto.

“Eramos amigos. Corrimos juntos desde 2017. Cuando yo corrí GP3 por primera vez él también estaba allí. Hicimos toda la temporada juntos en 2018 y en 2019 los dos nos unimos a la Fórmula 2 como novatos. Teníamos una muy buena relación, además de que habíamos corrido juntos, eramos amigos. No se por qué, o cómo logramos hacer esa conexión, pero hasta salíamos de fiesta después de las carreras. Yo me llevaba muy bien con su ex novia también. Dentro del Paddock era con el que más amistad tenía”, recuerda.

Juan Manuel Correa asegura que su muerte lo afecto especialmente al principio: “Fue lo más duro para ser honesto. Fue lo único que me importó al comienzo. Mi propio estado físico no me importaba tanto o no me afectaba tanto como el hecho de saber que él había muerto”.

Tras consultarle cómo era su relación con la familia de Hubert, se deshizo en elogios: “Se portaron increíbles conmigo, estuvieron muy pendientes de mis avances desde el primer día. A pesar de todo lo que estaban pasando ellos con la muerte de su hijo en ese mismo momento, creo que a la semana siguiente ya se habían comunicado con mis padres y preguntaban como estaba yo en el hospital. La ex novia de Anthoine fue a visitarme a Londres cuando yo estaba en coma, tengo una foto con ella en el cuarto del hospital. Yo todo entubado y ella ahí. Creo que eso es testimonio de la calidad de gente que era y una de las razones por la que Anthoine era tan querido en el mundo del automovilismo”.

“La gente siempre dice que no hay muerto malo, pero en verdad Anthoine era ejemplar. Era una de las personas más simpáticas del Paddock, súper humilde, siempre pendiente, muy educado y por eso también la muerte de él fue tan grande en el mundo del automovilismo”, sentencia.

Finalmente, sobre el accidente, el ecuatoriano reflexiona: “Los riesgos siempre están ahí, a veces nos olvidamos que estamos corriendo a 320 km/h entre dos paredes y cuando algo así pasa, aunque sea algo que ocurra cada 10 o 15 años, siempre es una despertada a la realidad. Nosotros, los pilotos, ya no tenemos esa mentalidad que había en los años 80, donde en verdad se pensaba y tenían en la mente que podían morir cada vez que salían a la pista, que era una verdadera posibilidad y estaban preparados para eso, con lo cual, cuando alguien se moría no era un shock tan grande, ellos estaban preparados por si pasaba. Hoy en día es algo de lo que ni siquiera se habla. Nunca, ni siquiera con mi familia hablé algo así”.

Anthoine Hubert no sobrevivió al accidente - Reuters
Anthoine Hubert no sobrevivió al accidente - Reuters

De cara a 2021 el corredor sudamericano se ve sentado en un monoplaza: “Es bastante ambicioso tratar de hacerlo en ese tiempo pero lo voy a intentar, esa es mi motivación. No quiero perder otra temporada más. Los doctores creen que estoy un poco loco, creen que va a ser imposible, pero no estoy tan seguro de que así sea”.

“Los nervios de mi pierna derecha están perfectos, la sensibilidad la tengo al 100%. Físicamente lo que no voy a poder mover al 100% va a ser el tobillo derecho. Probé bastante en el simulador y puedo compensar bastante con la rodilla. Es un poco temprano decir si tendré que modificar algo en el auto, como los pedales, pero estoy bastante confiado que podré manejar. Lo que más me preocupa es recuperarme a tiempo, porque tengo que regenerar mucha fuerza en las piernas. La izquierda debe estar a un 60% de mi fuerza antes del accidente y la derecha a menos del 50%, están muy débiles aún por todas las cirugías”.

“Si tuviera que apostar, el próximo año estaré corriendo en Formula 2. Mas allá de eso, sigo soñando con la Fórmula 1. Habrá que ver cómo avanza mi carrera el próximo año y ahí tendré una mejor idea de cuáles serán mis chances o si tendré que ver otras opciones. Mi sueño está intacto y mi cabeza sigue intacta. Estoy más motivado que nunca y creo que volveré más fuerte de lo que era. Siento que si logro superar este desafío, el cual es el más duro de toda mi vida, podré enfrentarme a cualquier otro reto así sea ganar un campeonato de F2 o pasar a la F1”, considera.

Imágenes del GP de Bélgica del 2019 en la Fórmula 2
Imágenes del GP de Bélgica del 2019 en la Fórmula 2

En el comunicado que emitió la FIA tras el trágico episodio, se confirmó que ninguno de los cuatro involucrados (Anthoine Hubert, Juan Manuel Correa, Ralph Boschung y Giuliano Alesi) reaccionaron inadecuadamente. Además, el organismo explicó paso a paso los “múltiples factores contribuyentes que dieron lugar a la gravedad del accidente”. Sin embargo, a un año de aquel incidente, Juan Manuel continúa buscando respuestas.

“Lo creas o no, hasta ahora la FIA no me ha querido enseñar el reporte del accidente. Entonces no tengo idea de qué fue bien lo que ocurrió. Quisiera entender qué pasó desde un punto de vista más técnico”, y agrega: “Si soy honesto creo que es un poco extraño, no quiero decir sospechoso, y es algo en donde no quiero entrar en muchos detalles porque hay cuestiones legales de por medio. Pero sí es un poco extraño y me enfada, me molesta que después de un año la FIA no pueda enseñarme un reporte. Vamos a ver qué sucede”, concluye Correa, al mismo tiempo que afirma que desde noviembre no volvió a tener contacto con ellos, aunque sí con su antigua escudería.

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