Otra víctima de la escopolamina: encontraron en Soacha joven que había sido reportada desaparecida hace tres días en Bogotá

Nicole Guerrero habría sido víctima de hurto y se recupera de una posible droga que le habría sido suministrada

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Joven desaparecida en Bogotá
Joven desaparecida en Bogotá

Un nuevo caso de personas desaparecidas que son encontradas bajo efectos de sustancias psicoactivas, al parecer a causa de la delincuencia, se registró en Bogotá. Una joven de 21 años de edad que fue reportada como desaparecida, fue encontrada en ese estado luego de tres días de búsqueda.

Según confirmó el padre de la joven a Infobae, un taxista dio aviso sobre Nicole Guerrero, quien se encontraba cerca del terminal de transportes del Salitre en el occidente de Bogotá. Ella estaba desorientada y sin poder hablar, por lo que fue llevada a atención médica.

Sin embargo, Javier Guerrero contó que la joven sufrió un ataque de histeria cuando se acercaron al hospital y no permitió que la ingresaran. Se encuentra bajo una fuerte depresión y ansiedad, que podría ser un efecto póstumo de la droga que le habría sido suministrada contra su voluntad, aseguran.

Los familiares creen que se encontraba bajo los efectos de la escopolamina, que le habrían dada por otras personas, al parecer, con el objetivo de hurtarla. Por el momento se encuentra recuperándose en casa, con suero e hidratación, a la espera de poder establecer lo ocurrido.

La última vez que había sido vista, fue en la mañana del domingo. Ella se había reunido con sus amigos en un bar al norte de la ciudad, pero durante la noche habría presentado un comportamiento extraño, alterado y desapareció.

Desde ese momento los familiares trataron de ubicarla pero no fue posible, como tampoco reportar la desaparición ante las autoridades por fallas del sistema. El día lunes recibieron un mensaje desde un número de origen mexicano, que aseguraba haber “comprado” a la joven y exigía un millón de pesos por liberarla.

Al parecer se trató de un intentó de extorsión porque nunca entregó pruebas de tener a Nicole. Momentos después ella llamó a su novio, que era el único teléfono que recordaba, a quien le pedía que no la dejara llevar, pero sin más explicación.

Fue hasta el día martes que la joven llamó a su mamá, justo cuando ella adelantaba la denuncia de desaparición en Medicina Legal. En la comunicación reiteraba que “no la dejaran llevar”. Poco después los familiares recibieron una llamada de una persona que decía trabajar en el municipio de Soacha y haber visto a la joven desorientada.

Pero la versión no coincide, debido a que cerca de 20 minutos después, Nicole se volvió a comunicar con su novio. Javier Guerrero, que se encontraba con él, tomó el teléfono y le pidió a su hija que lo comunicara con alguien que estuviera cerca.

En ese momento, contestó un taxista quien se ofreció a llevar a la joven hasta su casa, entregó su información personal y la condujo de vuelta a reunirse con su familia. Ella llegó temblando, llorando y casi sin poderse sostener.

Tenía la misma ropa, pero sucia y no tenía ni su bolso ni sus pertenencias personales. Hasta el momento se está recuperando, con los cuidados de la casa, y no ha podido narrar lo que pueda recordar de lo ocurrido. Su familia está a la espera de establecer, con cámaras de seguridad, cómo sucedieron los hechos.

No es el primer caso de jóvenes desaparecidos, que luego aparecen desorientados y bajo efectos de sustancias. Durante el fin de semana se presentaron tres casos, uno de ellos que estaba fuera de peligro y otros dos que estarían relacionados con situaciones contra la voluntad de las personas.

Uno de ellos, el estudiante de la Universidad Javeriana Juan Andrés López que apareció deambulando en el centro de Bogotá, desorientado, y que al parecer había sido drogado por ladrones para hurtarlo. El otro caso fue el de Hernán Felipe Mejía, quien apareció muerto el pasado 24 de abril, después de haber desaparecido en la noche del viernes, posiblemente tras haber sido drogado por ladrones.

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