La Segura reveló que fue hospitalizada debido a un “envenenamiento por fármacos”

Hace pocos días, Natalia Segura regresó de urgencia al hospital y sus seguidores pensaron que era una recaída en la recuperación que atraviesa por un retiro de biopolímeros, el cual se practicó hace un par de semanas. Aunque también hubo quienes señalaron a una lesión raquimedular que le causa crónicos dolores, como la causa de su reingreso al centro médico.

Sin embargo, la influenciadora caleña decidió despejar todas las dudas al respecto y reveló que, contrario a las complicaciones de salud que la han aquejado antes, sus nuevas molestias se deben a un “envenenamiento por fármacos”.

De acuerdo con lo expuesto en unas historias de Instagram que publicó el pasado domingo en la noche, su intoxicación se produjo luego de ponerse un parche que le recetó un médico, con la finalidad de tratar sus dolores.

Tal y como lo señaló la creadora de contenido, el síndrome serotoninérgico es una afección potencialmente mortal que se produce por una actividad aumentada del sistema nervioso central, la cual suele estar relacionada con fármacos.

Según los Manuales MSD, Los síntomas pueden incluir cambios en el estado mental, hipertermia e hiperactividad autonómica y neuromuscular.

De igual manera, la joven vallecaucana aseguró que ha estado acompañada de Alexandra Mena, su madre, así como de varias amigas que han llegado hasta el hospital para que los días no se le hagan tan largos.

¿Por qué La Segura tiene una lesión raquimedular?

Según contó en uno de sus videos para Youtube, todo sucedió hace varios años, cuando le pidió a su hermano y abuela que la acompañaran a su carro, el cual estaba estacionado a unas cuadras y fue allí cuando recibió varios disparos que, según su versión, recibió de la entonces amante de su ex novio.

Ya dentro del vehículo, empezó a gritar al no sentir la parte inferior de su cuerpo, por lo que un vecino la auxilió y la llevó a un hospital, donde tuvo que pasar por dos cirugías de tórax, pero los médicos le dijeron que no volvería a caminar y esto lo recuerda con bastante inconformismo porque, para ella, era necesario dar al menos una luz de esperanza y decir que, con trabajo, se podría recuperar al menos el movimiento “de un dedo, nada más”.

A pesar de que duró varios años en terapia, a La Segura le quedaron varias secuelas en su cuerpo, pues no puede correr o ponerse tacones, tampoco tiene buen equilibrio, le da espasticidad (sus músculos se ponen tensos y duele bastante) y cuando hace mucho frío no se puede movilizar muy bien. Además, le dan calambres y otras molestias, aunque agradece que hoy pueda caminar.

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