Un herido dejó ataque con explosivos en resguardo indígena en el Huila

Desde la noche del miércoles los estuvieron hostigando con el lanzamiento de varios cilindros bomba y ráfagas de fusil

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Un herido dejó el ataque con explosivos a un resguardo indígena en Huila. Foto: Tomada de la fan page de Facebook del Resguardo Indígena del Huila
Un herido dejó el ataque con explosivos a un resguardo indígena en Huila. Foto: Tomada de la fan page de Facebook del Resguardo Indígena del Huila

La situación de orden pública continua tensa en varias regiones del país, a los ataques armados que se han perpetrado en Norte de Santander y el Cauca, ahora se suma los hostigamientos con explosivos al resguardo indígena Nasa Huila-Rionegro en la vereda San Miguel del municipio de Iquira (Huila).

A través de un comunicado, las autoridades del resguardo informaron que los ataques armados habían iniciado hacia las 7 de la noche del miércoles, cuando les lanzaron varios cilindros bomba, también conocidos como ‘tatucos’, al parecer, desde el departamento del Cauca que limita con ese territorio.

“El resguardo fue sometido a continuos ataques (...) desde las montañas del Cauca, (en la) vereda El Encanto, corregimiento de Río Chiquito (Páez), con más de ocho explosiones consecutivas (...) este ataque se prolongó por una hora y media aproximadamente. Luego se producen disparos (seis o siete aproximadamente) por un periodo de dos minutos donde la comunidad entra en estado crítico”, señalaron en la misiva.

Sin embargo, al otro día nuevamente los atacaron con ‘tatucos’ hacia el mediodía, que afectaron a la vereda de Chachucue y luego a la de San Miguel, donde resultó un indígena herido.

“Fue lanzado un tercer artefacto que impacta sobre una vivienda en la vereda San Miguel generando una explosión y un gran daño alrededor de toda la vivienda impactando la sala, daño de todos los materiales ubicados alrededor de la misma (...) de esta explosión queda afectado Evangelista Capaz quien sufre un gran daño en su cuerpo producto del impacto del explosivo y las esquirlas”, indicaron también en esa comunidad indígena.

El senador indígena Feliciano Valencia solicitó desde su cuenta oficial de Twitter la protección de ese territorio por parte de las autoridades.

“Un grupo armado al margen de la ley atacó a los habitantes del resguardo indígena Huila-Rionegro (...) Hacemos un llamado a la institucionalidad para que proteja y atienda a la comunidad”, expresó el congresista.

Este nuevo ataque ocurre tan solo tres días después de que tres indígenas fueran asesinados en menos de 24 horas en el Tambo (Cauca).

Inicialmente, el 3 de febrero fueron asesinados dos comuneros indígenas pertenecientes al resguardo de Alto del Rey. Según la denuncia, los dos indígenas se encontraban disputando un partido de fútbol en las horas de la noche, después de esto fueron interceptados por hombres armados, quienes dispararon en contra de su humanidad y dejaron los cuerpos abandonados en una vía aledaña al lugar de los hechos.

Las víctimas fueron identificadas como Samir Rosero y José Manuel Rosero de 24 y 17 años de edad, quienes eran familia. Junto a los cuerpos, los hombres dejaron carteles intimidantes en contra de la comunidad indígena acusándolos de actos delincuenciales y citando nombres de otros comuneros que serían objetivo militar.

Posteriormente, el día 4 de febrero, el líder indígena y comunero Ovidio Alimeza Llantén, fue asesinado cuando se movilizaba hacia el funeral de dos indígenas citados anteriormente. Alimeza Llantén iba acompañado de sus familiares, sin embargo, cerca al lugar donde se estaban realizando las exequias, un hombre se acercó a líder comunero propinándole varios disparos y saliendo del lugar en una camioneta que no logró ser identificada.

Desde el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), hubo un pronunciamiento general en torno al hecho, ya que el asedio de la violencia preocupa a todos los resguardos indígenas que habitan en norte del Cauca, pues a pesar de los insistentes llamados a las autoridades, la situación estaría siendo pasada por alto.

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