Confirman destitución por 18 años contra Omar Ambuila por el caso del Lamborghini que tenía su hija

La Agencia ITRC confirmó sanción de destitución e inhabilidad por el término de 18 años al exfuncionario de la DIAN en Buenaventura señalado por corrupción.

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La Agencia del Inspector General de Tributos, Rentas y Contribuciones Parafiscales -ITRC-, confirmó la destitución e inhabilidad general para ejercer cargos públicos por 18 años a Omar Ambuila, quien se desempeñaba en el Grupo Interno de Trabajo de Control Carga y Tránsito de la División de Gestión de la Operación Aduanera de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales -DIAN-, seccional Buenaventura.

En decisión de segunda instancia, la Agencia ITRC estableció que el investigado incurrió en falta disciplinaria gravísima al incrementar de manera injustificada su patrimonio y el de su hija Jenny Lizeth Ambuila, entre 2013 y 2017.

Para la Agencia ITRC, el disciplinado con su actuación quebrantó sustancialmente el inciso segundo, numeral tercero del artículo 48 de la Ley 734 de 2002, el cual establece como falta disciplinaria gravísima el “incrementar injustificadamente el patrimonio en forma directa en favor propio o de un tercero”, conducta que se sancionó a título de dolo.

Contra este fallo de segunda instancia no procede recurso. En su misión de proteger el patrimonio público contra acciones de fraude y corrupción, la Agencia tiene la facultad de ejercer control y sanción disciplinaria contra servidores públicos de la DIAN, Coljuegos y la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscal -UGPP.

La investigación contra los Ambuila

A finales de marzo de 2019, en una investigación conjunta entre las autoridades colombianas y estadounidenses, se descubrió una red de corrupción al interior de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) en la que el jefe del Grupo de Control de Carga de Buenaventura, Omar Ambuila, dejaba ingresar mercancía de contrabando a cambio de fuertes sumas de dinero. Los lujos desmedidos y las excentricidades de su hija, que no pudieron justificar, fueron la clave.

En sus redes sociales, Jenny Ambuila Chará se jactaba de sus lujos y viajes, en una vida de consumo desmedido. En varias publicaciones aparecía con bolsas de compras de marcas de diseñador como Louis Vuitton, Channel y Givenchy. Presumía de un Lamborghini rojo de más de 300 mil dólares y de una camioneta Porsche blanca que usaba para ir a estudiar a la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, una de las instituciones más prestigiosas y costosas del mundo.

La joven presumía de sus joyas, de ropa de diseñador, de sus viajes por el mundo y las visitas a festivales de música.
La joven presumía de sus joyas, de ropa de diseñador, de sus viajes por el mundo y las visitas a festivales de música.

Además de su ropa de alta costura, se retrataba con lujosas joyas, como un celular chapado en oro de edición limitada, y con varios famosos. Tenía fotos de cada viaje que hacía alrededor del mundo y en los festivales de música electrónica, que al parecer no se perdía. Lo raro, era que la joven no desempeñaba ninguna actividad económica, y su padre, cabeza del grupo familiar, solo ganaba 3.182 dólares mensuales en su trabajo en la DIAN.

Ahí comenzaron las sospechas sobre las reales actividades a las que se dedicaba la familia Ambuila Chará. Las autoridades pidieron justificar sus gastos pero no pudieron. El carro de marca italiana color cereza fue adquirido en 2006, supuestamente después de la venta de una casa al norte de Cali, pero la Fiscalía comprobó que para esa época el funcionario no tenía propiedades a su nombre.

Así, comenzó el operativo entre la Fiscalía y agencias estadounidenses que terminó por revelar que aprovechando su poder en la DIAN, Omar Ambuila dejaba pasar containers de contrabando en el puerto de Buenaventura, en el pacífico colombiano.

La joven estudiaba en la universidad de Harvard, en Estados Unidos, una de las más prestigiosas y costosas del mundo.
La joven estudiaba en la universidad de Harvard, en Estados Unidos, una de las más prestigiosas y costosas del mundo.

Además, realizaba giros de dinero a familiares en el exterior para sacar las utilidades obtenidas de las redes de contrabandistas, y adquiría bienes y servicios en Estados Unidos que superaban su capacidad económica.

En el operativo también cayeron Emilson Moreno Granja, funcionario del Grupo de Control de Carga de la DIAN en Buenaventura, y Gustavo Adolfo Rivas Arboleda. Ambos señalados también de aprovechar su cargo para permitir el ingreso al país de toneladas de mercancía ilegal.

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