La historia del narcolote en pleno centro de Bogotá, cuya venta dejaría en el limbo al Mercado de Las Pulgas

Perteneció al narcotraficante Pedro Pablo Rayo, quien hizo parte del cartel de Cali, y lleva 22 años en proceso se extinción de dominio. Fue administrado por el Mambo y su valor es cercano a los $56.000 millones.

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Desde 1999, los asociados al Mercado de Las Pulgas venden sus productos cada fin de semana en el lote incautado. Foto: Alejandro Gómez Cívico
Desde 1999, los asociados al Mercado de Las Pulgas venden sus productos cada fin de semana en el lote incautado. Foto: Alejandro Gómez Cívico

Una tradición tan o más rola que asistir a la Ciclovía es recorrer el Mercado de Las Pulgas, San Alejo, en busca de antigüedades y hasta piezas de colección. Lo que algunos residentes de Bogotá desconocen es que el parqueadero donde los vendedores de antaño levantan carpas para ofrecer sus productos cada domingo, administrado por el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo) y con un proceso de extinción de dominio ‘de no acabar’, es un terreno incautado a un narcotraficante 22 años atrás.

El lote al que se hace referencia es el que está en la carrera 7.ª con calle 24, en pleno centro de Bogotá, diagonal al que durante décadas fue el edifico más alto de la capital, la Torre Colpatria. En su parte posterior limita con el Mambo. Y en sus 5.267 m2, se puede puede erguir, con toda seguridad, un rascacielos igual al que colinda con él, según el presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Andrés Ávila. Así se lo afirmó a El Tiempo.

Pero, ¿qué tiene que ver la SAE? Resulta que esta sociedad vinculada al Ministerio de Hacienda y Crédito Público tiene pensado venderlo, por la suma millonaria que puede generarle al Estado. El lote, de acuerdo con Catastro, está avaluado en $19.000, pero recientemente se valoró en $ 55.942 millones. Su valor incluso está por encima del de la mansión del exnarcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha en La Cabrera, uno de los barrios más exclusivos de Chapinero y Bogotá, que fue vendido a la Embajada China por $ 49.839 millones en el 2017.

La idea de vender el lote donde funciona el mercado de Las Pulgas, sin embargo, no es de ahora. Ha estado presente desde que fue incautado, pero los obstáculos jurídicos no lo han permitido. Su dueño era Pedro Pablo Rayo Montaño, el capo del narcotráfico de Buenaventura a finales de los 90′s y parte del temido cartel de Cali, capturado el 15 de septiembre de 1998. Junto con su hermano, Pablo Joaquín Rayo, quien fue capturado junto con 40 narcos durante la operación Océanos Gemelos (Brasil, 2006), llegaron a ser propietarios de tres islas panameñas.

Ilustración del Mercado de Las Pulgas. Tomada de la página en Facebook Mercado de Las Pulgas de San Alejo
Ilustración del Mercado de Las Pulgas. Tomada de la página en Facebook Mercado de Las Pulgas de San Alejo

Desde 1999, además del predio frente a la Torre Colpatria, se ordenó la extinción de dominio de los inmuebles y automóviles de la familia, así como de las acciones del ‘Clan Rayo’ en las sociedades Rapicambio Finanzas del Futuro, Comercializadora Isaura, Lavautos del Futuro, Droguería Rockefeller, Parqueadero de Automotores Raymond, Orozco Rayo Asociados, Extrusiones del Valle, Inversiones Amigos del Pacífico, Rayo Manrique Asociados y Comercializadora Yoramo.

Ya en el 2011, cuando después de una década el juzgado 14 del Circuito Especializado de Bogotá decretó la extinción de dominio y se podía enajenar, el Tribunal Superior de Bogotá devolvió este y los otros inmuebles a la Fiscalía, debido a que se vulneró el debido proceso a la familia Rayo: según el fallo, el ente investigador no explicó suficientemente bien las causales por las que consideraba procedía a la extinción de dominio.

Vendedores de Las Pulgas, en vilo

Ahora, cuando la Fiscalía está iniciando la etapa probatoria del proceso y la SAE anunció su venta, existe otro inconveniente. Un representante de los arrendatarios del Mercado de Las Pulgas —patrimonio cultural de Bogotá— pidió cancelar la subasta del lote, debido a que pone en vilo la subsistencia de quienes están asociados desde 1983 y, desde 1999, tienen un contrato —provisional—de arrendamiento para trabajar en dicho parqueadero.

Desde 2002, el representante legal y operador de Parqueaderos del Futuro, que entre semana funcionaba en el predio, fue el Mambo. Y justamente las directivas del Mambo fueron las que en algún momento pidieron al Distrito comprar el lote, mas resultó imposible. A la solicitud se unieron alcaldías locales pasadas, pero no se concretó.

Lo que la SAE busca en la actualidad, pese a la solicitud de seguir manteniendo el contrato de arriendo con los integrantes del Mercado de Las Pulgas, es venderlo. De hecho, el diario bogotano El Tiempo conoció que ya hay dos interesados en comprar el predio de cerca de $ 52.000 millones, pues se le hizo una rebaja de casi 4.000 millones con respecto a octubre del año pasado, cuando también se ofreció, aunque no hubo ofertas.

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