La historia de amor detrás del matrimonio de dos exhabitantes de calle en Barranquilla

Una conmovedora historia de amor y superación vivieron José Antonio Rada y Luz Patricia Henao, quienes se conocieron en rehabilitación y tras salir de las calles de Barranquilla, hoy son marido y mujer.

Antes de pasar por rehabilitación eran unos completos desconocidos. Luz Patricia, antioqueña, vivía en las calles de la llamada zona Cachacal de Barranquilla, y se prostituía para sobrevivir junto a su exesposo, mientras que José Antonio, más conocido como Pepe, vivía de la venta y el consumo de drogas, hecho que lo llevó a abandonar su hogar.

Ambos coincidieron luego de la decisión de Luz Patricia de rehabilitarse en la fundación Lugar de Encuentro San Francisco de Asís, tras 12 años de habitar en las calles. Ella asegura que volvió a la vida y a creer nuevamente en el amor

Al principio ambos hablaban lo común para compartir en rehabilitación, pero poco a poco fueron conociéndose y ganando confianza, pese a que al principio a José Antonio la timidez no lo dejaba expresarle a Luz lo que realmente sentía por ella.

“De pronto pensándolo bien. Ella me soltó los perros. Pero ya había algo. Empezamos una relación. El padre nos permitió iniciar una relación allá. Usted sabe con respeto”, contó Pepe en entrevista al NotiCentro1 CM&.

Luego de seis años de convivencia y noviazgo, la relación entre ambos se convirtió en un vínculo matrimonial.

Luz Patricia confiesa que tras casarse salió de la ‘oscuridad’ en la que estaba y ahora se considera una mujer digna por haber logrado salir de su anterior vida. “La verdad es que yo fui la que quise porque ya era una relación de seis años, viendo el amor. Porque él es un hombre muy amoroso. Muy responsable. Pero nunca me propuso matrimonio. Yo le dije ‘mi amor estamos pecando. Yo quiero que nos casemos’”, contó Henao al noticiero.

El director de la orden de frailes de Barranquilla, Édgar Rincón, comentó a Noticias Caracol lo satisfactorio que es conocer este caso de éxito de superación y amor en la fundación.

“Ha sido muy lindo, después de tanto tiempo unirse en el amor, unirse en la misma lucha, en la cooperación, en esa fuerza que los dos se dan para continuar la lucha y salir adelante”, expresó Rincón.

Ahora ambos trabajan en la fundación que les ayudó a recuperarse para poder acompañar a otros a superar sus adicciones y contarles cómo lograron pasar la página de la vida en las calles de Barranquilla.

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