Ponen en duda que el interventor del banco boliviano Fassil se haya suicidado y apuntan a la rivalidad entre Luis Arce y Evo Morales

El cuerpo de Carlos Alberto Colodro tenían huellas de haber sufrido torturas. Crecen las sospechas de que el caso forma parte del enfrentamiento entre los dos líderes del MAS

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Carlos Colodro (foto: gentileza El Deber)
Carlos Colodro (foto: gentileza El Deber)

El aparente suicidio del interventor del cerrado banco Fassil, donde los amigos de Evo Morales tenían millonarias deudas, tiñó de sangre la rivalidad que mantiene el cocalero con el presidente Luis Arce por el control de su partido y por la candidatura para las elecciones de 2025.

Carlos Alberto Colodro, el interventor nombrado el 26 de abril, cayó desde el piso 14 del edificio Ambassador en un barrio exclusivo de Santa Cruz y su cuerpo tiene señales de haber sufrido torturas: le falta un ojo y un testículo, dice la policía.

El difunto (64), un profesional sin militancia ni antecedentes ante la justicia, dejó en la oficina del piso 14, una carta manuscrita en anverso y reverso, de la que el diario El Deber difundió una página, donde Colodro afirma haber sido abandonado por las autoridades ante las amenazas que recibía.

“Me engañaron, me dieron la espalda, me mataron.

Ha llegado el momento de decir BASTA a este infierno que me tocó vivir desde el 26 de abril, un mes que parecieron 100 años de sufrimiento.

Solo recibí críticas y hasta el extremo de evitar contestar mis llamadas, vaya uno a saber ¡por qué!

Realmente es muy difícil tomar una decisión como esta: cobarde? Tal vez muchos piensan así; sin embargo, para saber lo que se siente cuando pensaste que venias a apoyar y hacer las cosas bien, te encuentras con que el tal apoyo había sido solo un cliché”

Parece el mensaje de un suicida, pero las señales de tortura hacen que la policía siga investigando antes de dar un informe final sobre esta tragedia producida cuando se anunciaba que los 1.800 empleados despedidos iban a recibir sus salarios y beneficios sociales.

Además, el abogado de la familia Colodro, Jorge Valda, dijo que el manuscrito publicado no corresponde, ni en la letra ni en el estilo de redacción, al presunto suicida.

Según algunas versiones, Luis Arce se proponía, después de haber cerrado el banco, sacar a luz pública esas conexiones de Morales para perjudicarlo como rival político. (REUTERS/Manuel Claure)
Según algunas versiones, Luis Arce se proponía, después de haber cerrado el banco, sacar a luz pública esas conexiones de Morales para perjudicarlo como rival político. (REUTERS/Manuel Claure)

Mientras tanto, el periodista Junior Arias anunció que, por razones de seguridad personal, estaba saliendo del país, porque era quien difundía los nombres de los principales deudores del banco intervenido. Algunos empresarios aludidos por Arias aseguran que sus revelaciones formaban parte de un sistema de extorsión.

Y los canales de televisión de Santa Cruz difunden la versión de que toda esta historia del supuesto suicidio de Colodro es el detonante de un plan del gobierno para lanzar una redada contra los dirigentes cívicos y políticos del departamento.

Se trataría del caso “terrorismo III”, similar a los dos primeros que Morales manejó en los años 2009 y 2010 para descabezar a la dirigencia política de Santa Cruz y de toda la “media luna”, conformada por los departamentos donde el partido del cocalero era rechazado.

El aparente suicidio del interventor del banco también ha dado lugar a versiones que corren por las redes sociales sobre la existencia de una organización internacional que comprende el lavado de dinero y el terrorismo, con conexiones con el PCC de Brasil, mafias argentinas y paraguayas y el régimen de Irán.

Por el momento, los empleados del banco han suspendido la huelga que hacían reclamando sus salarios, pero la muerte de Colodro pone en duda también el ofrecimiento hecho por el gobierno de que los pagos se harían en los últimos días de mayo.

Clientes de Banco Fassil frente a una de las sucursales del banco después de que el gobierno de Bolivia tomó el control tras la detención de varios ejecutivos por presunta mala gestión, en Cochabamba (REUTERS/Patricia Pinto)
Clientes de Banco Fassil frente a una de las sucursales del banco después de que el gobierno de Bolivia tomó el control tras la detención de varios ejecutivos por presunta mala gestión, en Cochabamba (REUTERS/Patricia Pinto)

El banco tenía una cartera de créditos de 2.800 millones de dólares y en las redes sociales y en las columnas de opinión había la certeza de que los principales deudores son amigos y colaboradores de Evo Morales.

Esto reforzaba la sospecha de que el caso del banco forma parte del enfrentamiento entre los dos líderes del MAS, y que Arce se proponía, después de haber cerrado el banco, sacar a luz pública esas conexiones del ex presidente, para perjudicarlo como rival político.

Tanto Morales como Arce han expresado su pesar por esta muerte a través de lnternet, pero el líder cocalero ha insistido en decir que el presidente sabía de la crisis del banco desde que era su ministro de economía, “y no me informó nada”.

Según esta versión de Morales, Arce no es trigo limpio en el caso del banco Fassil y, además, es el responsable de la crisis económica actual y de la corrupción, como repiten en todos los medios los ex ministros Carlos Romero y Teresa Morales, operadores del cocalero.

Todo esto cuando siguen faltando los dólares incluso para importar combustibles, el mercado negro ha hecho una devaluación de facto después de 38 años, la corrupción no se frena, según las denuncias de Evo Morales y el narcotráfico sigue operando en 855 pistas clandestinas para sacar la droga que se produce en centenares de fábricas, casi todas ellas funcionando en parques nacionales.

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