“No podemos confundir democracias imperfectas, con dictaduras”. Con esas palabras Luis Almagro hizo hincapié en los “tiempos difíciles” que está viviendo el sistema democrático en América Latina, durante su exposición en el foro “Defensa de la democracia en las Américas” en Miami, Estados Unidos.
“Hemos hecho un camino muy fuerte, muy duro en este tiempo. Han sido tiempos especiales para la democracia hemisférica, no han sido tiempos fáciles. Porque la democracia funciona a la hora de perder, es un punto de inflexión. Hay que entender que lo mejor que puede haber en la política es la satisfacción del deber cumplido. Si no cerramos ciclos, esa sensación nunca llega; la alternancia del poder es la esencia de la democracia”, manifestó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En ese ejercicio que planteó ante los participantes del foro de no “confundir” las democracias imperfectas con respecto a las dictaduras, el diplomático uruguayo remarcó el caso de El Salvador, donde recientemente el presidente Nayib Bukele destituyó a los jueces de la Corte Suprema.
“El caso de El Salvador, es un caso muy particular. Yo he hecho un comunicado muy crítico de la crisis que se ha generado, pero El Salvador, si el presidente actúa incorrectamente, agarraría un camino en el que ya están Nicaragua, Venezuela, Cuba y Bolivia, con poderes cooptados, persecución política... No podemos empujar que un país más vaya por ese lado”, señaló Almagro.
Recordó, asimismo, que Bukele citó los artículos en que se amparó para tomar la decisión de destituir a los magistrados de la sala constitucional de la Corte Suprema y al fiscal general. No obstante, aclaró: “No es ese el punto, el punto es que la democracia cuando se ejerce con determinada mayoría, no implica que deberían cooptarse poderes, deben respetarse los poderes. Esa mayoría es responsable de la mayoría de poderes”.
Pese a su visión crítica sobre lo que está ocurriendo en El Salvador, el ex canciller uruguayo pidió que no haya “un doble estándar”: “Si no aceptamos la expulsión de los magistrados de El Salvador, menos podemos aceptar el nombramiento de un Consejo Nacional Electoral en Venezuela completamente ilegítimo. Es absolutamente ridículo. Esos son los puntos donde no se pueden confundir las cosas”.
El secretario general de la OEA, un férreo crítico de la dictadura venezolana, volvió a denunciar y condenar los sistemáticos atropellos del régimen de Nicolás Maduro. En ese sentido, consideró que “la corrupción venezolana es lo más asqueante que ha existido en la historia de la humanidad”. “Hay que perseguir el dinero bolivariano en las campañas del hemisferio, desde Canadá hasta Tierra del Fuego”.
Para dimensionar el nivel de corrupción venezolano, Almagro recordó que la constructora brasileña Odebrecht repartió en 15 años cerca de 500 millones de dólares en diferentes países de la región. Mientras que el margen de corrupción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) está calculado en 1.500 millones de dólares: tres veces Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción en la historia moderna del hemisferio.
Para Almagro “el laboratorio central es Cuba”: “De ahí ha surgido la desestabilización hemisférica por décadas. De repente se encontrar con dinero bolivariano y eso transformó las posibilidades de desestabilización”.
Consideró, además, que “Cuba es el ejemplo del mayor fracaso económico y político”, así como Nicaragua y Bolivia, estrechos aliados del régimen castrista.
El secretario general de la OEA explicó que la imperfección de las democracias regionales se deben a los múltiples problemas estructurales, como la corrupción, la violencia, la desigualdad y la pobreza: “Somos el continente más desigual de todos, es algo inadmisible, una puñalada a la democracia. Si no resolvemos estos problemas estructurales, será difícil que mejore la democracia”. También alertó sobre la creciente influencia del “narco y el crimen organizado”.
“Queda mucho por trabajar, la democracia es algo que se trabaja permanentemente, nunca podemos descansar sobre la democracia. Siempre tenemos que mejorarla, más derechos por conseguir, más condiciones de gobierno… Debemos ayudar a nuestras democracias imperfectas para que no se tiren por el precipicio, para que no sigan el camino de las dictaduras”, concluyó.
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