Estallido social en Chile: estaba errado el informe de inteligencia que llevó a Piñera decir “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”

El ahora ex ministro de Defensa, Alberto Espina, afirmó que “un batallón de 600 agentes de inteligencia venezolanos y cubanos expertos en guerrilla urbana” habían entrado al país para instigar violencia en las protestas

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2019. REUTERS/Jorge Silva
2019. REUTERS/Jorge Silva

El hecho tuvo lugar el 20 de octubre de 2019 durante un discurso días después de iniciado el estallido social en Chile. En ese entonces, el jefe de Estado, Sebastián Piñera, realizó declaración que tuvo inmediata y amplia repercusión “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso”, dijo.

Poco más de un año después y a solo días de que el país andino vote en un histórico plebiscito para reformar su Constitución -consecuencia del éxito de las protestas- salió a la luz que la motivación de estas declaraciones se desprendía de un informe. Y que el informe estaba errado.

En concreto, el documento fue proporcionado por el ahora ex ministro de Defensa, Alberto Espina, quien entregó al Presidente un informe desarrollado por la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE). Este afirmaba que los servicios de inteligencia de Venezuela y Cuba (SEBIN y G2, respectivamente) habían logrado hacer ingresar al país “un batallón de seiscientos agentes clandestinos, expertos en guerrilla urbana”.

(AP Photo/Esteban Felix)
(AP Photo/Esteban Felix)

El documento indicó que el comandante de este batallón sería Pedro Carvajalino, jefe de la organización chavista Zurda Konducta. Sin embargo, nadie se percató de que en realidad Zurda Konducta es un programa de televisión, y Carvajalino un youtuber y tuitero fan del régimen de Nicolás Maduro.

Aquel día, el equipo de Gobierno se presentaba junto al General de Ejército a cargo del estado de emergencia en la región metropolitana, Javier Iturriaga del Campo. Piñera habló de “guerra” y se refirió a un “enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el Metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible”.

El discurso fue el titular de los noticiarios y, para un amplio sector de la política chilena, una imprudencia.

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El informe había sido presentado por la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) apenas horas antes del comentado discurso. Fue una teoría conspirativa que un año más tarde parece haberse esfumado completamente.

La existencia del documento fue confirmada por el ex director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) de ese momento, Gonzalo Yuseff. “El informe de la DINE tenía una tesis muy descabellada. Si vamos al fondo de lo que dice el informe, en el sentido que hay una guerrilla organizada desde el extranjero, y que es lo que provoca lo que pasó, yo creo que era una tesis exagerada”, dijo.

Las reacciones desde distintos ámbitos de la política chilena no se hicieron esperar. El senador Claudio Alvarado de la Unión Demócrata Independiente UDI, parte de la coalición de gobierno, hizo un llamado a una legislación más rápida de la Ley de Inteligencia.

“Se aprobó y se despachó en el Senado. Hoy día es el llamado a la Cámara de Diputados a apurar el tranco para que de esta forma tengamos los servicios de inteligencia muchos más productivos, muchos más efectivos y que nos permitan prevenir situaciones indeseadas que afecten la seguridad o el bienestar de todos los chilenos”, expresó.

Por otro lado, el ex intendente metropolitano, y militante de la Democracia Cristiana DC, Claudio Orrego, fue más duro. “A mi me produce una desazón muy profunda respecto de la capacidad de inteligencia de nuestras instituciones, y por supuesto una preocupación respecto del futuro. Este nivel de inteligencia es el que tiene Chile en este Gobierno y también en el Gobierno anterior, y probablemente, en los que venga, cualquiera que sea su signo, si no somos capaces de hacer algo profundo, ninguna democracia en el mundo se puede defender con armas legales sin un buen sistema de inteligencia, esta situación nos pone en una situación de vergüenza internacional”, declaró.

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Desde el Gobierno, en medio de visita en el Estrecho de Magallanes, el Presidente Sebastián Piñera se refirió a la situación. “Recibimos muchos informes y cada vez que había antecedentes relevantes los pusimos a disposición de la Fiscalía para que los investigara”.

Otro consultado fue el ministro del Interior, Víctor Pérez, quien manifestó: “los informes de inteligencia son secretos y son insumos para las decisiones de la autoridad”. En referencia puntual al documento que fue proporcionado al Primer Mandatario en octubre de 2019, y si éste llevo a Piñera a hablar de “una guerra”, Pérez dijo: “el que usted crea que esa expresión del presidente está basada en ese informe es una elucubración que yo no comparto”.

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