El gobierno de Estados Unidos advirtió a Alejandro Giammattei, presidente electo de Guatemala, que rechazar el acuerdo migratorio alcanzado con la gestión saliente sería una oportunidad perdida para el país, ante los beneficios económicos prometidos para este país, así como Honduras y El Salvador, quienes también firmaron pactos similares sobre asilo.
Luego de las dudas expresadas por Giammattei, la implementación del acuerdo quedó en suspenso, pero el Departamento de Estado confía en que se logre concretar. “Lo vemos como una persona con gran liderazgo. Queremos incluirlo en el plan. Le hemos explicado nuestras expectativas y la importancia de estos acuerdos. Si no participa, va a perder una gran oportunidad de desarrollo económico”, advirtió Mauricio Claver-Carone es Asesor Especial de Donald Trump y Director Principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
Según el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, hasta agosto del año fiscal 2019 (que terminó en septiembre), un 72% de los migrantes aprehendidos en la frontera con México provenían de El Salvador, Guatemala y Honduras, golpeados por la violencia criminal y la pobreza, y origen de las notorias caravanas que llegaron hasta la frontera sur de EEUU. Por ello, Washington acordó que estos países alberguen a los solicitantes de asilo mientras se tramitan sus pedidos, a cambio de mejoras en su sistema migratorio y la creación de un plan de impulso económico para mejorar las condiciones de vida, otro factor clave para la decisión de buscar llegar a Norteamérica.
Aunque activistas califican a estas iniciativas como planes de “tercer país seguro”, Claver-Carone rechazó esa denominación y señaló que estos países cuentan con condiciones para contener a los migrantes y procesar a los solicitantes de asilo, pese a las acusaciones de corrupción y el narcotráfico que pesan sobre varias de sus autoridades. “Son democracias, con sus sistemas judiciales y sus instituciones. Todos tienen sus problemas, esperamos ayudarlos”, indicó en conferencia de prensa.
El funcionario explicó que ha cambiado el enfoque con respecto a la asistencia económica, habitualmente enviada a través de la agencia USAID, de las arcas del estado. “Estamos viendo por primera vez al sector privado formar parte de estos proyectos. No será un cheque como en el pasado. Buscamos planes y proyectos de verdadero crecimiento económico para que estos países se desarrollen positivamente”.
Consultado sobre las expectativas de Trump para que los migrantes dejen de intentar llegar a Estados Unidos por razones económicas, el funcionario indicó que la intención es que los países centroamericanos alcancen un bienestar económico considerable y así el asilo sea solicitado únicamente por razones políticas, étnicas o religiosas. “No queremos que la economía sea una excusa para la migración ilegal. Los agujeros en las leyes de asilo han sido explotados por criminales que, con un falso guion, exponen a mujer y niños a una ruta peligrosa. Hemos cerrado las trampas en las leyes de asilo. Al cerrarse esas trampas (de las leyes migratorias), esperamos que las personas que verdaderamente sean perseguidas, queden protegidas”.
Con un acuerdo de esa naturaleza, Guatemala, el país más al norte de los tres, albergaría a una alta cifra de inmigrantes centroamericanos que intentan llegar a EEUU. También vería un notorio aumento Honduras, al estar más cerca de Cuba y los países africanos. “Estos números van a ser mínimos. Con nuestros nuevos planes, es muy prometedor el futuro”, aseguró el asesor de Trump. “Ya tenemos un acuerdo con Guatemala y Acnur para ayudar con el procesamiento de aquellas personas de El Salvador y Honduras que busquen asilo en Guatemala", aseguró.
Con respecto a los ciudadanos cubanos, lamentó que el gobierno cubano no haya querido aceptar a las personas de esta nacionalidad que EEUU busca deportar. De todas formas, acotó: “La prioridad es que ya no estén perseguidos en Cuba. EEUU no es el único sitio donde estarán seguros. Podrían pedir asilo en los países de tránsito”.