Cuando se acerca la Navidad, crece la ilusión de los niños, quienes dan rienda suelta a su imaginación y esperanza al redactar las ansiadas cartas a Papá Noel, el entrañable personaje que representa la generosidad y la alegría festiva. La tradición dicta que, antes de detallar la lista de regalos deseados, cada niño se apresura a explicar con inocente convicción lo bien que se ha portado a lo largo del año. En esta encantadora costumbre, las cartas no solo revelan deseos materiales, sino también el esfuerzo por ser buenos, construyendo puentes entre la realidad y la fantasía en el mágico intercambio navideño.
En medio de esta temporada festiva, Helena, una usuaria de TikTok, conocida como @mami.de_tres, compartió una carta peculiar escrita por su hijo de 9 años a Papá Noel. La emotiva tradición de redactar estas cartas reveló, en este caso, un toque de sinceridad inusual.
La madre y tiktoker española, se encargó de leer leer la carta de su hijo mayor, Miguel, que, según ella, “no tiene ningún desperdicio, es terrorífica”. Con un tono divertido, la mujer reveló que su hijo había roto la tele y, sin rodeos, le pidió a Papá Noel una nueva, ya que su madre estaba “a full con este tema”. La confianza que demuestra al referirse a él no como Santa o Papá Noel sino como “bro” despertó risas y simpatía entre quienes siguen su cuenta.
Miguel no dudó en admitir que su comportamiento había sido “medio-medio”, priorizando la sinceridad ante todo. Al comparar la carta con la de su hermano pequeño, quien aseguró haberse portado muy bien, Miguel decidió ser franco y no “mentir” como su hermano. “Ya te he dicho cómo me he portado. Yo no miento, soy muy sincero, para bien y para mal. Algunos no son tan sinceros, pero tú ya te has dado cuenta. Eres listo, bro”
El joven le pidió diferentes videojuegos y le dijo que, a diferencia de sus hermanos él no pensaba hacerle un dibujo en la carta ya que, según explicó, Papá Noel no lee las cartas, “él tiene secretarios”, le dijo a su madre.

La carta, llena de inocencia y honestidad, abordó el incidente con la televisión de manera graciosa. Miguel prometió que fue un accidente y aseguró que no volvería a ocurrir, aunque insistió en la necesidad de una nueva televisión. Con un agradecimiento cariñoso a Santa Claus, el pequeño concluyó su carta con un toque de humor: “Te lo agradezco, eres un jefe. PD: yo he sido sincero, no te miento, Santa”.
Esta divertida y original carta capturó la atención en las redes sociales, acumulando más de un millón de reproducciones, 110 mil “me gusta” y más de 1.100 comentarios de usuarios que, en su mayoría, celebraron la sinceridad del niño. “Esta carta es de esas cosas que se sacan cuando trae a la novia a casa por primera vez”, “O sea, no quiere la tele para él sino para que tú estés en paz”, “‘Soy muy sincero, para bien y para mal’... que no quepa ninguna duda jajaja”, “No me he podido reír más, me ha alegrado la mañana este vídeo”, fueron algunos de los comentarios de los usuarios.
Últimas Noticias
Fueron a desayunar a un autoservicio, compartieron en redes cuánto dejaron de propina y se desató un intenso debate viral
El ticket de un desayuno buffet publicado en Facebook reavivó la polémica sobre las expectativas en torno a las propinas

Ozzy, el perro viral que es récord mundial por tener la lengua más larga
De paseos donde todos se detienen a verlo, a una rutina especial, este mestizo de Oklahoma sorprende con sus casi 20 centímetros de lengua

El impactante video de un surfista que fue arrastrado por una ola gigante en la playa portuguesa de Nazaré
El brasileño Carlos Burle fue asistido en el mar. El accidente estremeció a la comunidad internacional de surfistas y el operativo de rescate desafió los límites del coraje

Contrataron a una banda para tocar Chamamé en un velatorio y el video sorprendió en las redes
Un grupo musical fue invitado para ponerle música al triste momento y la publicación no tardó en hacerse viral

El lado B de “la caída de Ícaro” ante el sol: los secretos del salto en paracaídas que fue furor en redes
La preparación detrás de la imagen incluyó cálculos precisos, coordinación milimétrica entre fotógrafo y deportista y varios intentos fallidos. “Es la toma real más ridículamente falsa que he hecho”, afirmó el astrofotógrafo Andrew McCarthy


