El protagonista de esta miniserie que encontrás en Netflix no fue siempre actor. Para quienes no lo conocían, o para los desmemoriados, Eric Cantona fue uno de los mejores delanteros de fútbol que tuvo Francia. Su gran paso por el Olympique de Marsella lo llevó a fútbol inglés. Allí se convirtió en estrella del Manchester United. Pero más allá de su virtudes como futbolista, sus goles y sus victorias, protagonizó un hecho escandaloso que lo llevó a ser suspendido de Liga Inglesa por nueve meses: le propinó una patada a un hincha que lo había insultado.
Estas imágenes permiten vincular fácilmente al Cantoná de la vida real con su personaje en la serie, Alain. Pero más allá de este papel en la serie, hay que decir que Eric no se equivocó en 1995, cuando decidió dedicarse a la actuación tras su carrera como futbolista. Desde aquel film dirigido por el reconocido Ken Loach, Buscando a Eric hasta Recursos Inhumanos, la carrera de este Eric no ha dejado de crecer.
Pero, ¿de qué va la serie? Alain Delambre es un hombre de mediana edad, casado, padre de dos hijas, una abogada y la otra que está a punto de tener a su primer hijo -que será a su vez el primer nieto de Alain-. Durante más de dos décadas fue el encargado de Recursos Humanos de una empresa, hasta que decidieron que no necesitarían más de sus servicios. Así, sin trabajo ni ingresos y con más de 50 años de edad, Alain comienza el duro y triste camino del desempleado.
Pero aparece una oportunidad en la vida de este hombre, cuando una empresa constructora de aeronaves decide seleccionarlo para un puesto, aunque para ingresar debe competir con otra mujer por el puesto. La propuesta parece totalmente extraña desde el inicio: deberán someter a un grupo de ejecutivos de la empresa a una especie de juegos de rol, donde simularán un secuestro y los podrán bajo presión.¿Quién será el más apto para salir de esta situación de stress como rehenes?. Porque el “ganador” será el encargado de informarle a 1200 personas, de una de las empresas de este grupo inversor, que los va a echar.
El eje de Recursos Inhumanos es justamente la crueldad que encierran las pocas oportunidades laborales para quienes quedan fuera del sistema. ¿Cómo puede un hombre rearmarse en el momento que tendría que estar aportando su experiencia laboral y en todo caso planificando los últimos años de su carrera, antes del retiro?. Esta ficción habla de las desesperación, de los bancos que ahogan a un hombre acorralado por las deudas y la angustia.
Por momentos Recursos Inhumanos puede entenderse fuera de las fronteras de Francia.¿Acaso en algún país de Latinoamérica la situación para un desempleado de más de 50 años es diferente? La respuesta parece fácil y la identificación es casi inmediata.¿Qué pasa cuando estás por perderlo todo lo único que acumulás son deudas y más deudas? El espectador es puesto en un lugar donde, por momentos, le cuesta lograr empatía con Alain por las malas decisiones que va tomando en su camino.
Eric Cantona le otorga a su personaje la fuerza -y la violencia- que requería este personaje, y en ningún momento parece sobreactuada. Refleja la decadencia, la falta de oportunidades y la desazón de un hombre que no encuentra su rumbo. La humedad en las paredes de su casa, los muebles de poca calidad y los ambientes pequeños en los que vive con su mujer, son una fotografía exacta de lo que está atravesando en su vida.
En el vínculo con su esposa es tal vez en donde más vulnerable lo vemos a Alain, pero sin embargo él tiene claro hacia dónde quiere ir. Necesita encontrarse y sentirse útil de una vez y para siempre. “Si Nicole (su esposa) me deja, sería como un disparo al corazón”, dice en un fragmento de la serie.
Recursos inhumanos es realista y por la misma razón es dura de ver. Cuesta asimilarla y genera miedo por momentos ya que cualquiera de nosotros podría, en alguna etapa de nuestra vida laboral, pasar por lo mismo que Alain.
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