Habían pasado una hora y cuarenta y cinco minutos del inicio de la novena audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa cuando ocurrió lo inesperado. Desde la cuarta silla de la segunda hilera del banquillo de los acusados, Luciano Pertossi le hizo un gesto a su abogado, Hugo Tomei. Hacía rato que se lo veía inquieto. Segundos después, el imputado se puso de pie y se sentó frente al Tribunal.
“Aproximada la ubicación de cada uno de los individuos... debiendo tener en cuenta, obviamente, que el escenario es dinámico y que las posiciones pueden variar. Por lo cual, se ha realizado una suerte de ‘ubicación promedio’, teniendo en cuenta las secuencias fílmicas observadas”, reza el informe de la Policía Federal en el que trabajaron los peritos que hicieron el reconocimiento facial de las filmaciones hechas por los testigos, y que derivó en que Luciano Pertossi se despegara del resto de los rugbiers acusados, pidiera defenderse y así quebrara el silencio que mantenían los imputados en la causa.
Fernando Burlando, quien representa a los padres de Fernando Báez Sosa, consideró tras la novena audiencia que “se fisuró el pacto de silencio” entre los ocho rugbiers acusados del crimen, tras la breve declaración que realizó Luciano Pertossi para aclarar que no era uno de los señalados en un video del ataque cometido frente al boliche Le Brique.
”No ha sido feliz la participación de Pertossi en la diligencia de hoy. Lo único que hace es ratificarme la postura que tenemos desde el primer día. El vio cierta debilidad en que no podía distinguirse su rostro en la escena del crimen y trató de llevar esta coartada adelante”, expresó el letrado.
Y continuó: “Para decir lo que dijo, yo lo hubiese mantenido callado. Ni siquiera lo vi con una actitud educada, noble. Que tenga que ver con dar respuestas. A veces uno quiere salvarse. Él interpretó, desde su ignorancia técnica y jurídica, que podía salvarse del salvajismo”.
En ese sentido, consideró que Pertossi “tiró la piedra y escondió la mano”, ya que no aceptó preguntas de las partes. ”Eso lo hacen los cagones. Después de lo de hoy, probablemente esta noche pase algo entre ellos”, aventuró el abogado y opinó que la participación de Pertossi fue un acto de “desesperación”.
Tras la audiencia en la que Luciano Pertossi decidió hablar ante los jueces del tribunal por primera vez y defenderse, Hugo Tomei, su abogado, dijo a la salida del palacio de justicia de Dolores a la prensa: “Todos estábamos viendo una situación que no era la correcta, y surgió la posibilidad de aclararlo. Y lo aclaró. Fue espontánea”.
Y agregó: “Es un derecho constitucional manifestarse y aclarar hasta donde puede la persona acusada”. Luego, y ante la consulta sobre su continuidad como abogado de todos los rugbiers acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa, el abogado dijo: “Sí, mantengo la representación de los ocho”.
Tras la declaración de Francisco Santoro, terminó la audiencia.
Francisco Santoro, el amigo del remero Pablo Ventura, falsamente acusado por los rugbiers, habló sobre “Pertossi” tras la consulta de Fernando Burlando y lo primero que dijo fue: “Te genera ira su impunidad”.
Luego, cuando lo interrogaron sobre cómo se manejaban los acusados en Zárate, explicó sobre un caso del que fue testigo: “En una previa, uno de ellos lo provocó a uno de mis amigos. La forma en que te provocan o buscan tu reacción es con empujones a propósito. Un toque en la cabeza o un vaso derramado. Te ponían a prueba a ver tu reacción, o te quedabas callado y te alejabas o reaccionabas mal”.
Fin del cuarto intermedio. Comienza a declarar el amigo del remero Pablo Ventura, Francisco Santoro.
El video, una de las piezas menos conocidas el caso, está filmado desde la vereda de enfrente de Le Brique. Se ve lo que sucede en la parte lateral, delantera y posterior de un auto que está estacionado sobre la Avenida 3. Es en el momento de la golpiza, pero filmado desde otro ángulo. Fernando no se ve porque, supuestamente, está detrás del vehículo. Se observan golpes venir en varias direcciones. Luciano Pertossi emerge por la derecha, vestido con una remera negra: los peritos lo reconocieron por su ropa mientras estaban en la sala.
En la audiencia, el Ministerio Público Fiscal pidió analizar un video que muestra la golpiza a Fernando. El abogado Hugo Tomei dijo que no correspondía porque era “ampliación de la prueba”, pero la jueza Castro no hizo lugar al planteo. Los peritos entonces identificaron a una persona con una prenda negra oscura. “No llegamos a determinar mucho más”, dijeron. Luego, la compararon con la filmina 75 de su trabajo.
- “¿Quién era el sujeto 11 en la filmina 75, entonces?, preguntó Fernando Burlando.
- “Luciano Pertossi”, respondió uno de los peritos.
Así, Pertossi le hizo un gesto a su defensor y pidió hablar. En la sala estaban su mamá María Elena Cinalli, su tío Marcos y Emilia, su hermana y abogada defensora.
Apuntado por los peritos, tomó la palabra. Es la primera vez en todo el proceso que uno de los acusados decide hablar ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores. Su identificación fue una sorpresa. Los peritos de la Federal no lo habían reconocido en un análisis previo.
- “Quiero aclarar algo, ¿lo hago? Yo no estaba ahí”, aseguró el imputado.
-“¿Dónde estabas? ¡Y, entonces, ¿quién era el sujeto de remera negra?!”, preguntaron los fiscales. Pertossi replicó: “No te voy a responder”. Le reiteraron la pregunta. Y volvió a evadirla. Visiblemente nervioso, dijo: “No te voy a responder”.
“¿Quién es la persona de negro que está atrás del auto?”, le reiteraron. “No quiero responder ninguna otra pregunta, no se esfuercen porque no voy a responder más nada”, siguió. Se negó dos veces a dar ese dato.
Luego, la audiencia pasó a un cuarto intermedio, en donde los familiares de los acusados comenzaron a conversar con Hugo Tomei. Rápidamente, los imputados fueron retirados de la sala. Marcos Pertossi, padre de Lucas, tío de Ciro y de Luciano, dejó la sala con Emilia Pertossi, abogada defensora, hermana de Luciano.