Video: el triste caso de Rodrigo, el ladrón indigente que amenaza a peatones con la réplica de un arma en el microcentro porteño

El hombre de 34 años vivió la última década entre la cárcel y la calle. Fue detenido el sábado en la esquina de Corrientes y Uruguay

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Detenido por amenazas en la vía pública

El sábado pasado, en horas de la tarde, la Policía de la Ciudad fue alertada por la presencia de un hombre, un indigente vestido apenas con un jean y el torso desnudo, que amenazaba con lo que parecía un arma a los peatones que pasaban por la esquina de la avenida Corrientes y Uruguay, en la la zona de Tribunales, en pleno barrio porteño de San Nicolás.

El agresor, un hombre de 34 años identificado como Rodrigo G., fue advertido por el personal que controla las cámaras del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) que dio aviso a efectivos de la Comisaría Vecinal 1B de la Policía de la Ciudad que se trasladaron de inmediato hasta el lugar.

El hombre fue reducido rápidamente por varios policías.

Entre sus pertenencias, Rodrigo tenía, además de una réplica de un arma similar de calibre 40, un destornillador y un tenedor con las puntas dobladas.

Quedó detenido en el momento, con una causa en el Juzgado Criminal y Correccional N°18, a cargo del juez Pablo Ormaechea, que dispuso su detención por el delito de amenazas agravadas por utilización de réplica y el secuestro de los elementos que tenía.

Pero esta no es la primera vez que el acusado -que es padre de seis hijos- tiene un problema con la ley: pasó la última década entrando y saliendo de cárceles y comisarías acusado de robos y hurtos. Su mujer también había sido encarcelada; su hijo menor nació en el penal de Ezeiza a mediados de 2018. El hombre estaba libre al momento del nacimiento pero no pudo conocerlo. Un desconocido lo golpeó con un fierro en la cabeza y terminó internado en el Ramos Mejía.

El hombre tiene dos condenas en su contra y una declaración de reincidencia, según pudo constatar Infobae de archivos judiciales. El 7 de agosto de 2020, mientras estaba preso en el penal de Marcos Paz, la Sala de Turno de la Cámara de Casación rechazó un planteo de su defensa, que pedía que saliera de la cárcel con la excusa de la pandemia del coronavirus. En una audiencia llevada a cabo un año antes, Rodrigo aseguró que vivía en situación de calle hace tres años y que antes se había instalado en una casa tomada. Dados los hechos, el Tribunal N°13 que lo había condenado por hurto simple consideró que no tenía arraigo suficiente.

En 2018, año en el que fue excarcelado y encerrado otra vez en Marcos Paz en cuestión de meses, declaró ante ese tribunal la historia de su vida, los nombres de sus hijos y cómo se guarecía en una galería del Microcentro, en la esquina de Paraná y Lavalle. También, contó cómo su madre lo abandonó tras la muerte de su padre, años atrás, a él y a sus hermanos, tras casarse como otro hombre. “Tuve que empezar a robar para comer”, afirmó.

De acuerdo a sus registros previsionales, cobró en 2013 y 2015 el sueldo del Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario Federal por trabajos menores como presos en cárceles federales, su único empleo formal.

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