La carta de Juan Domingo Perón a los efectivos de la guarnición de Azul después del ataque del ERP

El 19 de enero de 1974, el brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores asaltó el cuartel. Pretendían dar un golpe contra las Fuerzas Armadas y robar 8 toneladas de armamentos. El saldo fue sangriento y trágico. Tres días más tarde, el Presidente envió un mensaje a los oficiales y soldados que enfrentaron a los guerrilleros

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"El repudio unánime de la ciudadanía hará que el reducido numero de psicópatas que van quedando, sea exterminado uno a uno para bien de la Republica", escribió Perón (Bettmann Archive)
"El repudio unánime de la ciudadanía hará que el reducido numero de psicópatas que van quedando, sea exterminado uno a uno para bien de la Republica", escribió Perón (Bettmann Archive)

En la sofocante noche del 19 de enero de 1974, el Ejercito Revolucionario del Pueblo, brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores, atacó la guarnición militar de Azul. Comandados por Enrique Gorriarán Merlo y Hugo Irurzun, 250 combatientes asaltaron el regimiento con el fin de dar un golpe a las Fuerzas Armadas y robar 8 toneladas de armamentos.

Conociendo la escasez de efectivos con que contaba la Guarnición, debido a que la masa de conscriptos había sido dado de baja por razones presupuestarias y las licencias de fin de semana, la “Compañía Héroes de Trelew” (reforzada) del PRT-ERP inició el ataque a las 23:40 y los combates se prolongaron toda la noche y hasta las primeras luces del día 20.

Los oficiales, suboficiales y soldados defendieron la unidad militar a sangre y fuego. El saldo fue trágico. Los guerrilleros degollaron al soldado Daniel González, asesinaron al coronel Camilo Arturo Gay y a su esposa, Nilda Cazaux, y secuestraron al teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal, que soportaría un calvario de diez meses encerrado una “cárcel del pueblo” hasta su asesinato, el 19 de noviembre del mismo año.

La guarnición Militar de Azul
La guarnición Militar de Azul

El presidente Juan Domingo Perón tomó la decisión de terminar con los guerrilleros usando la violencia. Y dos días después del brutal asalto, escribió una carta “comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado” a los hombres que enfrentaron esa trágica noche al ERP.

Esta es la histórica carta.

Buenos Aires, 22 de Enero de 1974

Señores Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados de la guarnición de Azul:

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Como Comandante en Jefe de las fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de mas de sesenta años de vida en la Institución quiero llegar directamente ante ustedes para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974.

Los ejemplos dados por los Jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo la misma repercusión los suboficiales y soldados que -con su valentía y espíritu de lucha- repelieron la agresión con la colaboración de efectivos de la Armada y Fuerza Aérea.

Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en que estamos empeñados es larga y requiere en consecuencia, una estrategia sin tiempo.

El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios, es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral.

Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo el que esta empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran mas agresiones y secuestros.

La estrategia integral que conducimos desde el Gobierno, nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión quedando la lucha contra los efectos, a cargo de toda la población, las fuerzas Policiales y de Seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas.

Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución de paz y el repudio unánime de la ciudadanía hará que el reducido numero de psicópatas que van quedando, sea exterminado uno a uno para bien de la Republica.

Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron a sus seres queridos, de aliento para los heridos y de esperanza para las familias del Coronel Gay y Teniente Coronel Ibarzabal. Tengan la certeza que todo el poder del Estado esta siendo empleado para lograr su liberación

Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva de ejemplo.

Juan D. Perón

Presidente de la Nación.

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