Desde el año 2021, la Iglesia Católica está en un proceso llamado el Sínodo de la Sinodalidad impulsado por el Papa Francisco. Sínodo es una palabra que viene del griego syn, que significa juntos y hodos, en español, camino. La sinodalidad es el fruto del amor divino del Espíritu Santo que nos ilumina y permite hacer entre todos el camino del Señor. Por eso con el Poeta podemos decir que “en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.”
“te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso”
“si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.”
(Te quiero - Mario Benedetti)
“Sínodo” es una palabra muy importante
El sínodo fue una constante en la Iglesia Católica, como se refleja en el libro de los Hechos de los Apóstoles que relata los primeros tiempos del cristianismo (siglos I o II) y cuenta que entonces “los apóstoles y presbíteros se reunieron” para discutir si era preciso o no circuncidar a los nuevos bautizados que no provenían del pueblo judío, es decir a los paganos… hicieron lo que hoy denominaríamos una Asamblea y decidieron que no (Hechos 15). Cuestión cuya lectura debe interpretarse teniendo en consideración la distinción que hace San Pablo entre la circuncisión de la carne y la espiritual.
Claro que más adelante se institucionalizó como “una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo”. Hay diversas clases de sínodos y sus decisiones son muy importantes en el campo dogmático, canónico, litúrgico, moral o disciplinario, cobrando mayor relevancia lo doctrinal y dogmático. Cuando se trata de la formulación de la fe en Dios, el catolicismo ha mantenido la estructura trinitaria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Donde se debaten temas relativos al Misterio Central de la Fe que es el misterio de la Santísima Trinidad se denominan concilios trinitarios como los de Nicea (325), Constantinopla (381), Constantinopla II (553), Concilios de Toledo (400, 447, 589, 633, 638, 675 y 693), los Concilios Medievales, el Concilio de Florencia (1439-1442), Vaticano I (1870), Vaticano II (1962-1965) y otros como Letrán, Soissons, Reims, Letrán IV, Lyon II.
El sínodo como Asamblea permanente del Pueblo fiel de Dios
El Sínodo de Obispos fue configurado como una asamblea de prelados bajo la autoridad del Pontífice, que es quien lo convoca. En esta reunión se discuten cuestiones que afectan a la Iglesia Católica. Los participantes debaten y presentan sus reflexiones y consejos al Santo Padre. No tienen carácter vinculante, es decir, que no son obligatorias. El Santo Padre los valora y decide.
Hay dos tipos de Asambleas, la Asamblea General cuando se refieren a toda la Iglesia y la Asamblea Especial, si se trata de cuestiones relativas a un país o una región.
A su vez, las Asambleas Generales pueden ser ordinarias o extraordinarias, en función de la necesidad de resolver con cierta rapidez o fuera de la periodicidad programada los asuntos a debatir. El Sinodo de la Sinodalidad es una Asamblea General ordinaria que se convocó en 2021, la primera sesión se llevó a cabo en el mes de octubre de 2023 y la segunda sesión se llevará a cabo del 2 al 27 del mes próximo, culminando en 2025.
Según se detalla en la constitución apostólica Episcopalis communio del Papa Francisco, cada Sínodo se realiza en tres fases, una preparatoria que se desarrolla en las Iglesias particulares, las diferentes organizaciones de vida consagrada, las asociaciones de fieles y los dicasterios, que envían sus aportaciones a la Secretaría General. También lo pueden hacer los fieles “singularmente o asociados”, de forma directa, la fase celebrativa, tienen lugar las reuniones plenarias (llamadas Congregaciones Generales) y otro tipo de reuniones menores por grupos, comisiones de estudio.
El documento final primero es “sometido a la aprobación de los Miembros según la norma del derecho peculiar, buscando en la medida de lo posible la unanimidad moral” y luego es entregado al Santo Padre quien decidirá sobre su publicación: “Si es aprobado expresamente por el Romano Pontífice, el Documento final participa del Magisterio ordinario del Sucesor de Pedro”. Si el Papa declara el Sínodo como deliberativo, se incorporará al Magisterio una vez que sea ratificado y promulgado con su firma y la de los miembros del Sínodo.
“El Sínodo no es un parlamento ni un sondeo de opinión”
El 17 de octubre de 2015, el Papa Francisco pronunció un discurso con motivo del 50 aniversario de la institución del Sínodo que, a su juicio, “constituye una de las herencias más preciosas del Concilio Vaticano II”.
En el discurso anunció su intención de modificar la mecánica del Sínodo pues, dijo que “el mundo en el que vivimos, y que estamos llamados a amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el fortalecimiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión. Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.
En la Constitución apostólica Episcopalis communio, de septiembre de 2018, el Santo afirmó que el Sínodo “debe convertirse cada vez más en un instrumento privilegiado para escuchar al Pueblo de Dios” y que a ella pueden ser también llamados “otros que no hayan recibido el munus episcopal”. El Sínodo de la sinodalidad no es un sínodo que excluya a quienes no son portadores de la mitra, es decir, sacerdotes y laicos pueden participar.
El 4 de octubre de 2021, en la apertura del Sínodo de la Sinodalidad, el Papa Francisco reiteró que el “Sínodo no es un parlamento” ni “un sondeo de las opiniones”, sino que es “un momento eclesial, y el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo”.
En octubre de 2023 participaron 364 personas, incluido el Papa Francisco, de las cuales algunas eran ajenas al ministerio episcopal: sacerdotes, diáconos, religiosos. También participaron laicos. Por primera vez, 54 mujeres tuvieron derecho a voto.
El Sínodo de la Sinodalidad II Sesión 2024
El Sínodo de la Sinodalidad comenzará el miércoles 2 de octubre; y antes de eso se realizará un retiro espiritual para los participantes, del 30 de septiembre al 1 de octubre. Se espera que estos lleguen a Roma el 29 de septiembre.
El Sínodo de la Sinodalidad terminará el domingo 27 de octubre con la Misa final, que será presidida por el Papa Francisco.
El propósito del actual Proceso Sinodal es “ofrecer una oportunidad para que todo el Pueblo de Dios discierna conjuntamente cómo avanzar en el camino para ser una Iglesia más sinodal a largo plazo.” Dice el texto de los organizadores y agrega:
“Una pregunta fundamental nos impulsará y guiará: ¿Cómo permite este caminar juntos que la Iglesia anuncie el Evangelio de acuerdo con la misión que se le ha confiado; y qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer como Iglesia sinodal?”
El “Instrumentum Laboris del Sínodo: una Iglesia en misión”
Los títulos de los temas a tratar son:
Valorar la mujer en la Iglesia; Participación y responsabilidad; Continuidad de la reflexión teológica sobre el diaconado femenino; textualmente resalta “…la necesidad de dar un reconocimiento más pleno a los carismas, la vocación y el papel de las mujeres en todas las esferas de la vida de la Iglesia” (pero) “mientras algunas Iglesias locales piden que se admita a las mujeres en el ministerio diaconal, otras reiteran su oposición” (por ello) esta cuestión “no será objeto de los trabajos de la segunda sesión” (aunque se continuará trabajando el tema) (Instrumentum laboris 9/7/24).
Parte I.- Relación con Dios entre hermanos e iglesias;
Parte II - Caminos formativos y discernimiento comunitario; La importancia de la rendición de cuentas; Una Iglesia creíble requiere transparencia y responsabilidad; Se necesitan estructuras de evaluación;
Parte III - Los lugares del diálogo ecuménico e interreligioso y Peregrinos de la esperanza.
Debemos recordar que el objetivo principal del Proceso sinodal que se inició en octubre de 2021, no son las decisiones a los temas planteados en particular sino los criterios metodológicos de la práctica comunitaria que Cristo nos revela a través del Espíritu Santo.