La importancia de las normas para consolidar una democracia igualitaria

En Chile, Gabriel Boric anunció un gabinete con mayoría femenina. En Argentina solo hay 2 Ministras sobre 20 Ministerios. Y la distancia en la igualdad entre mujeres y varones se acrecienta en el caso de provincias sin ley de paridad de género

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En el país trasandino, 14 de los 24 cargos ministeriales serán liderados por mujeres (REUTERS/Rodrigo Garrido)
En el país trasandino, 14 de los 24 cargos ministeriales serán liderados por mujeres (REUTERS/Rodrigo Garrido)

En las últimas semanas se generó un revuelo porque Gabriel Boric, el nuevo presidente de Chile, presentó el primer gabinete de la historia chilena con mayoría femenina. El mismo superará la paridad de género, ya que 14 de los 24 cargos ministeriales serán liderados por mujeres ocupando carteras trascendentales, que tradicionalmente no son ocupadas por mujeres, como la Cancillería, Interior y Seguridad, Medio Ambiente, Justicia, y Trabajo.

La paridad de género en ámbitos de representación política es un componente fundamental para la realización efectiva de la democracia. La participación política de las mujeres y su presencia en los cargos electivos contribuye a garantizar el principio de igualdad, promueve un debate más plural y propicia la construcción de una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva. Acaso, sin diputadas como Florentina Gómez Miranda, cuánto hubiéramos tardado en contar con la ley de patria potestad compartida, la equiparación de los hijos matrimoniales y extramatrimoniales, el divorcio, entre otras. Diputadas como ella fueron las principales promotoras de la ley de cupo que fijó un piso de 30 por ciento de mujeres en las listas de diputados y senadores, entendiendo que para las mujeres muchas veces no alcanza la capacidad política y el profesionalismo para alcanzar lugares de poder. Ella fue la primera en presentar un proyecto sobre despenalización del aborto a partir de la recuperación democrática, sancionado hace poco más de un año gracias a la lucha del movimiento de mujeres.

Es por eso que además de alegrarnos por el avance en nuestro país vecino es importante reflexionar sobre la situación de la Argentina. Es cierto, nuestro país atravesó un proceso de incorporación y reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres que quedó asentado en normativa transformadora. Algunos de los hitos más importantes son: la Ley 13.010 del Voto Femenino que nos habilitó a elegir y ser elegidas, en el año 1947; la Ley de Cupo Femenino, en 1991; y la sanción de la Ley 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, en 2017. No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar la paridad efectiva en la participación política y los lugares de decisión.

A nivel del Poder Ejecutivo Nacional y de acuerdo con datos de la CEPAL, Argentina se encuentra en el puesto 34 de 39 países de América Latina en cantidad de mujeres que forman parte de los gabinetes nacionales como ministras, siendo la media regional el 28%. El gabinete nacional cuenta solamente con 2 ministras sobre 20 ministerios, lo que evidencia que la igualdad de género en el acceso y ejercicio del poder aún no se ha logrado.

En este marco, y con motivo de las elecciones legislativas 2021, la Asociación de Defensores/as del Pueblo de la República Argentina realizó un monitoreo de las listas de candidaturas a diputados/as y senadores/as nacionales y legisladores/as provinciales, con el objetivo de observar el cumplimiento de las leyes de paridad que establecen que las listas partidarias deben estar integradas por 50% de mujeres y 50% de varones. Además, se monitoreó la presencia de mujeres encabezando las listas.

Este trabajo demostró cómo las normas fuerzan la conducta y sirven para fomentar la participación política de las mujeres, ya que se encontró un alto nivel de cumplimiento de la ley de paridad nacional y las leyes homólogas provinciales. Sin embargo, la distancia en la igualdad entre mujeres y varones se hace evidente en el caso de provincias sin ley de paridad como Tierra del Fuego y Tucumán, en donde se encontraron para las elecciones generales bajos o nulos porcentajes de mujeres encabezando listas: 0% de las candidaturas al Senado Nacional (Tucumán) y solo 2 de 7 (29%) listas para Diputados/as Nacionales (Tierra del Fuego).

Una situación similar se observó en Corrientes, que tampoco tiene ley de paridad provincial, ya que para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) el estudio remarcó que ninguna de las listas para senadores provinciales y para gobernación presentó mujeres en el primer puesto.

Si bien la Argentina avanza en la dirección de promover las mismas condiciones y oportunidades para hombres y mujeres, en todos los niveles jerárquicos de las estructuras políticas, contar con normas en tal sentido es un elemento indispensable para el fortalecimiento y desarrollo inclusivo de todas las sociedades. Esta necesidad se manifiesta cuando vemos que aún hoy en donde no hay leyes que fomenten la participación femenina, los pisos se vuelven techos. Se puede observar en la Legislatura de Tucumán, conformada solo por un 20% de mujeres y en la de Corrientes donde la participación de las mujeres en la Cámara de Senadores no llega al 30%.

Por eso, es importante seguir generando políticas públicas orientadas a reducir las brechas entre los géneros en materia de acceso y ejercicio de derechos. La participación plena de las mujeres en la toma de decisiones políticas no solo es un desafío, sino también una necesidad y prioridad.

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