El Cruce de los Andes, una carrera de aventura de casi cien kilómetros

El Cruce de los Andes Columbia es una prueba de máxima exigencia física y mental que lleva diecinueve ediciones y se ha convertido en la carrera de aventura más grande de América Latina. Si bien reúne tanto a deportistas del más alto nivel como a corredores amateurs que sólo se conforman con completar las tres etapas, se precisa una excelente condición física para participar sin arriesgar al cuerpo.

Nadie que nunca participó de otras pruebas de menores distancias debería anotarse. Sin embargo, abundan historias de personas que no practican ninguna actividad física y comienzan a hacerlo porque se les instaló el sueño de “Correr alguna vez el Cruce de los Andes”.

En mi grupo de Running hemos preparado a mucha gente para correrla, y con mi socio Daniel Molina, también entrenador, siempre nos tomamos el desafío muy en serio: no entrenamos para el Cruce o carreras de similar exigencia a quien no cuente con experiencia previa considerable y un nivel inicial aceptable. La integridad física y el cuidado de las personas para nosotros está por encima de todo. Apoyamos los sueños que motivan y de hecho consideramos que son lo que nos mantiene vivos y activos.

Los que nos empujan a entrenar igual cuando no hay ganas y a llevar una vida saludable. Los que propician esa constancia tan necesaria para mantenerse en buena forma. Pero hay todo un camino por recorrer como atleta antes de lanzarse a las largas distancias. El Cruce siempre se caracterizó por incluir tres etapas con circuitos que suman alrededor de cien kilómetros. Este año los recorridos se acortaron un poco por las adversidades climáticas para preservar la integridad de los participantes, pero aún así, fue una carrera muy dura. Hubo récord de participantes: casi cinco mil corredores de cuarenta nacionalidades distintas divididos en cuatro grupos con largadas separadas entre el 2 y el 5 de diciembre.

Cada uno tuvo su clasificación y premiación exclusiva siendo el primer día el que contó con la presencia de los más rápidos del Cruce 2021: la destacadísima atleta argentina Roxana Flores y el peruano Gamaniel Huaman Cordova quienes completaron en 7:50:45 hs y 6:33:56 hs respectivamente las tres etapas de la hazaña.

Este año hubo también presencia de atletas de otros ámbitos que no suelen participar de pruebas de montaña, como la maratonista dos veces olímpica María Peralta y su reconocido entrenador, Leonardo Malgor. Ambos participaron en la categoría “Teams” con sus parejas, y destacaron la belleza y la dureza del Cruce. Parecería que nadie quiere perderse la oportunidad de vivir al menos una vez en la vida esta tremenda experiencia que trasciende lo deportivo. Un sinfín de vivencias que se suscitan en tres días de muchos kilómetros con paisajes bellísimos y dos campamentos para el recuerdo. Porque el arco de meta de cada uno de los dos primeros días se ubica en puntos paradisíacos para descansar y recuperar energías para la próxima etapa. Los famosos “camps”. Siempre asentados a orillas de lagos o ríos que reconfortan cuerpo y alma.

La logística del evento es imponente y cuenta hasta con helicóptero propio para rescates en la altura y otros tipos de emergencias.

En los campamentos, la presencia de los sponsors de la carrera se lucen brindando a los corredores todo lo que precisan para que su experiencia sea grandiosa. Desde Dj con buena música y cerveza fría en parador exclusivo a orillas de uno de los brazos del Nahuel Huapi hasta central de carga para teléfonos celulares en el medio de la nada y espacio regenerativo con masajes, elongación y cátering post carrera en el stand del Banco Patagonia.

Los circuitos de la carrera de esta edición incluyeron los ascensos al cerro Bayo y al cerro O´Connor en el primero y último día. Subidas interminables y bajadas abruptas que parecían no dar respiro a las piernas exhaustas. Hubo momentos de mucho calor y por esto era requisito excluyente que cada corredor llevase dos litros de hidratación propia además de abrigo suficiente que hay que cargar durante toda la carrera, porque el clima en la montaña puede cambiar de un momento al otro. De hecho en en el transcurso de la última etapa del cuarto grupo se presentaron tormentas fuertes que obligaron a la organización a modificar el circuito original.

¿Cualquier persona puede correr el Cruce de los Andes?

Cualquier persona que cuente con salud y disponibilidad de tiempo, compromiso, y energía para entrenar, puede plantearse el desafío para llevarlo a cabo a menor o mayor plazo acorde al tiempo que lleve entrenando, y a su nivel físico inicial. No es lo mismo una persona que nunca corrió ni practicó senderismo pero siempre hizo deporte que alguien que arranca de cero sin ningún pasado activo. Lo mejor es buscar una guía profesional y encararlo de forma seria. Pero hay que entender que para llegar de la mejor manera a un objetivo tan ambicioso es necesario entrenar mucho y a conciencia. Esto implica realizar sesiones de trabajos que incluyan resistencia, fuerza, y flexibilidad, al menos cuatro o cinco veces por semana y poder acumular bastantes kilómetros al mes (no menos de doscientos o trescientos). La bici siempre puede ser una buena alternativa para sumar actividad aeróbica sin impacto. Y el trekking, para quienes tienen cerros cerca, sumará muchísimo. Los que viven en la ciudad deben enfocarse más en la fuerza y en realizar trabajos en pendientes como lomas, rampas, o escaleras, además de la actividad propia de resistencia, para compensar ese déficit geográfico.

Pero como conclusión general, tanto a la hora de plantearse si se puede correr el Cruce, como otras pruebas de similar magnitud, es entender que todo lleva un proceso. Sí se puede, seguramente, de contar con salud y voluntad para encarar un entrenamiento sistemático y serio. Un proceso de preparación largo. Que bien valdrá el sacrificio y el compromiso. De ahí el lema de la organización:

“No todos pueden correrla. Pero nadie que la corra podrá olvidarla”.

El Cruce 2021 en números

5.000 corredores

3 recorridos

3 días de carrera por senderos y filos

40 nacionalidades representadas

2 campamentos inmersos en la montaña

1.000 personas en el staff de la organización

10 médicos

15 enfermeros

45 rescatistas

5 ambulancias de alta complejidad

1 Helicóptero apto para rescates de montaña

2.000 carpas para corredores

7.000 mts. cuadrados de carpas comedor

8.000 kg de carne

8.000 kg de pastas

32.000 frutas

25.000 litros de bebida isotónica

30.000 litros de agua mineral

8 camarógrafos

30 fotógrafos en la montaña

9 camiones con acoplado para transportar equipos

25 móviles de organización

180 radios para intercomunicarse

12 bases y repetidoras

GANADORES - CABALLEROS

1) Gamaniel Huaman Cordova: 06h33m56s

2) Sergio Gustavo Pereyra: 06h33m57s

3) Franco Paredes: 06h40m47s

GANADORAS - DAMAS

1) Roxana Flores: 07h50m45s

2) Luciana Urioste: 08h15m47s

3) Paula Galindez: 08m21m09s

Por Carolina Rossi, Entrenadora Nacional de Atletismo, Running Team Leader FILA Argentina, y corredora www.carolinarossi.com.ar / @carolinarossifilart