
Las mochilas son un elemento indispensable para los estudiantes, ya que permiten transportar de manera organizada los materiales necesarios para las actividades escolares, como libros, libretas, dispositivos electrónicos y útiles. Su diseño facilita llevar todo lo esencial al cumplir con las demandas académicas diarias, proporcionando comodidad y funcionalidad en los desplazamientos entre el hogar y la escuela o universidad.
Por otro lado, también reflejan la identidad y preferencias de los estudiantes, siendo un accesorio que a menudo combina estilo personal con funcionalidad. Más allá de lo estético, brindan independencia, permitiendo a los estudiantes jóvenes personalizar su equipaje a menudo con diseños o colgantes de su preferencia.
Sin embargo, en países asiático como Japón, pueden llegar a jugar un papel importante en la seguridad de los estudiantes desde sus primeros años hasta la adultez, gracias a un minucioso diseño de equipaje conocido como “randoseru”, el cuál ha ido mejorado con el paso del tiempo y consolidándose como parte de la vida escolar japonesa desde hace más de 150 años.
Las ventajas de las mochilas japonesas

De acuerdo con un artículo publicado por el periódico The New York Times, las mochilas randoseru han elevado su popularidad en Japón debido a los múltiples beneficios que aportan a sus usuarios, entre las que destacan las siguientes:
Durabilidad y resistencia: las randoseru están diseñadas para durar los seis años de la educación primaria, soportando el desgaste diario. Están fabricadas a mano, generalmente con cuero genuino o materiales sintéticos de alta calidad como el clarino, y constan de más de 200 componentes, incluyendo costuras reforzadas y accesorios metálicos que garantizan robustez.
Además, su construcción artesanal permite que muchas randoseru se mantengan en excelentes condiciones incluso después de la primaria, siendo reutilizadas por hermanos menores o conservadas como recuerdo. Los fabricantes, como Fit-chan, ofrecen garantías de hasta seis años, lo que refleja su confianza en la durabilidad del producto. Esta longevidad las convierte en una inversión a largo plazo, a pesar de su costo inicial, que puede variar entre $200-$800 USD.
Diseño ergonómico y protección de la salud: el diseño rígido y rectangular de las randoseru distribuye el peso de manera uniforme en la espalda, reduciendo la presión sobre los hombros y la columna vertebral de los niños. Con medidas estándar de aproximadamente 30 cm de alto, 23 cm de ancho y 18 cm de profundidad, y un peso vacío de alrededor de 1.2 kg, están diseñadas para ser anatómicas.
Su estructura ergonómica protege la postura de los estudiantes, un aspecto crucial dado que pueden llegar a cargar hasta 4 kg de libros y materiales. Además, algunos modelos incluyen materiales suaves en las áreas que tocan el cuerpo y correas ajustables para mayor comodidad.

Seguridad vial y funcionalidad: las randoseru incorporan características que mejoran la seguridad de los estudiantes, pues muchas incluyen tiras reflectantes o cubiertas plásticas amarillas (especialmente para primer grado) para aumentar la visibilidad en las calles, un factor importante en Japón, donde los niños suelen caminar a la escuela.
Las cubiertas son parte de iniciativas con el Instituto para la Seguridad Vial de Japón. Además, su diseño de gran capacidad permite llevar libros, cuadernos, cajas bento, paraguas y otros artículos esenciales, con compartimentos organizados que facilitan la gestión de los materiales escolares.
Fomento de la igualdad y la tradición cultural: en el contexto japonés, las randoseru promueven la igualdad entre los estudiantes al ser un elemento estandarizado en las escuelas, reduciendo las diferencias socioeconómicas visibles a través de marcas o estilos, pues el diseño uniforme refuerza los valores de cohesión social y disciplina inculcados desde la infancia.
Además, representan un símbolo cultural de la transición a la primaria, a menudo regaladas por los abuelos en ceremonias significativas, lo que fortalece los lazos familiares y el sentido de comunidad.
El daño en los niños por usar mochilas pesadas

Un artículo publicado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exhorta a los padres de familia a cuidar que el peso de las mochilas de útiles escolares, pues si el peso excede el 10 por ciento del peso de los niños podrían tener problemas de salud a corto o largo plazo.
De acuerdo con el doctor Adrián Rodríguez, entonces jefe de Ortopedia del Hospital General Regional No.1 “Morelos”, en el estado de Chihuahua, un peso excesivo puede ocasionar problemas en la salud del menor, como deformaciones en la columna, malas posturas al caminar y otros trastornos del sistema músculo esquelético.
Además, el experto precisó que el peso en las mochilas de los niños no debe sobrepasar el 10 por ciento del peso corporal del menor; por ejemplo, si el niño pesa 30 kilogramos, su mochila no deberá sobrepasar los tres kilogramos.
Asimismo, recomendó que las mochilas tengan correas anchas y acojinadas, proporcionales a la talla de los pequeños, para que no les queden holgadas, de forma que al ajustarse a su espalda, queden cinco centímetros arriba de la cintura.
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