
El cártel de Los Zetas, cuyos orígenes se remontan a la década de 1990, ha sido considerado como uno de los más sangrientos que hayan operado en territorio mexicano.
El 3 de octubre de 2012, esta organización criminal —surgida como brazo armado del Cártel del Golfo— protagonizó uno de los hechos violentos de mayor impacto en el estado de Coahuila.
Aquella mañana, integrantes de Los Zetas sostuvieron un enfrentamiento con elementos del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE), una unidad de élite entrenada por exmilitares que surgió durante la administración de Humberto Moreira Valdés como gobernador de Coahuila (2005-2011).
La creación de esta fuerza policiaca tenía el objetivo, precisamente, de hacerle frente al cártel de la última letra, que para ese entonces ya había demostrado su capacidad para ejercer violencia.
En la confrontación con los agentes estatales fueron abatidos al menos cuatro miembros de Los Zetas, incluido Alejandro Treviño Chávez, identificado como sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, alias ‘El Z40′.
Para ese entonces, ‘El Z40′ era uno de los principales jefes del grupo criminal, por debajo de Heriberto Lazcano Lazcano, alias ‘El Lazca’ o ‘Z3′, oriundo de Hidalgo y desertor del Cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano.

Horas después del enfrentamiento, concretamente a las nueve y media de la noche, fue localizado el cuerpo de José Eduardo Moreira, hijo del exgobernador, al interior de un vehículo en una brecha con rumbo al ejido Santa Eulalia, a 50 kilómetros del municipio de Acuña.
Según reportes compartidos en aquel entonces por la revista Proceso, el cártel de Los Zetas colocó varias mantas en diversos puntos del estado luego de la muerte de Treviño Chávez. “Familia por familia” era la amenaza del grupo criminal, según los testimonios compartidos en aquel entonces por Carlos Ariel Moreira, hermano del exmandatario.
José Eduardo Moreira, de 25 años de edad, se desempeñaba como coordinador de la Secretaría de Desarrollo Social en Ciudad Acuña. Según fuentes citadas en ese momento por La Jornada, el joven fue secuestrado por policías municipales, quienes lo entregaron a sicarios para llevar a cabo la venganza.
Presumiblemente, la orden fue emitida por el propio Heriberto Lazcano luego de tener conocimiento sobre el deceso de Alejandro Treviño.
‘El Lazca’ le encomendó el crimen a dos de sus colaboradores: Miguel Ángel Rodríguez Díaz (‘El Alfa Metro’) y Carlos Arnulfo Flores Flores (‘El Flaco’). Estos, a su vez, se coordinaron con el subdirector de la Policía de Ciudad Acuña, Rodolfo Castillo Montes, quien era amigo de José Eduardo.
Los reportes disponibles apuntan que el subdirector policiaco recibió la orden de citar al muchacho para una supuesta reunión. En el encuentro, José Eduardo fue sometido por otros tres agentes y entregado a Rubén Cifuentes Cadena (‘El Shaggy’) y ‘El Flaco’.
Aunque se desconocen las circunstancias en que José Eduardo fue ejecutado, las investigaciones de autoridades federales permitieron conocer que los sicarios lo trasladaron —ya sin vida— al punto en donde fue localizado aquella noche.
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