Luna desapareció de su casa en Inglaterra y apareció cuatro meses después en mal estado a 482 km de distancia

La dueña de esta felina recalcó la importancia de los microchips de identificación, pues considera que sin esa herramienta probablemente nunca se hubieran reencontrado

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Cuando fue hallada, Luna tenía
Cuando fue hallada, Luna tenía signos de desnutrición y una infección; ahora continúa en recuperación desde la comodidad y el cariño que obtiene en casa. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Luna, una gata doméstica de Darlington, Inglaterra, protagonizó una historia que parece sacada de una película. Luego de desaparecer en noviembre de 2024, fue encontrada cuatro meses después a más de 480 kilómetros de distancia. Sin que aún se esclarezca cómo fue que la minina apareció tan lejos, pudo reencontrarse con su dueña gracias a un microchip que llevaba en el que se tenían los datos de contacto de su familia.

La dueña de Luna, Sophie Carty, de 25 años, relató que la desaparición de su gata fue devastadora. Durante semanas, buscó sin descanso y realizó múltiples llamadas para intentar localizarla, pero no obtuvo resultados. La situación se volvió aún más angustiante con la llegada del invierno, marcado por fuertes nevadas y tormentas. “Temí lo peor”, confesó Carty.

Madre humana e hija gatuna tuvieron la posibilidad de reencontrarse gracias a un giro inesperado en esta historia cuando en marzo de este año, Carty recibió una llamada que cambiaría todo: Luna había sido encontrada en el cobertizo de un hotel en Escocia y trasladada a una clínica veterinaria local. Allí, un escaneo del microchip permitió identificar a su dueña. “Después de cuatro meses de sufrimiento, me dijeron que Luna estaba viva, aunque muy delgada”, explicó Carty, quien no podía creer que su gata estuviera tan lejos de casa.

Un viaje de seis horas para volver a casa

El microchip que tenía instalado
El microchip que tenía instalado Luna fue la herramienta que permitió el reencuentro de la gata con la dueña.

El reencuentro no fue inmediato. Carty tuvo que realizar un viaje de seis horas en coche hasta Inverness, Escocia para recoger a Luna. Al llegar, encontró a su gata en un estado delicado. Según detalló a The Independient, Luna estaba desnutrida, sufría una infección y presentaba un posible daño nervioso. “En sus primeras noches en casa, estaba muy cansada y parecía paralizada del lomo”, explicó.

Sin embargo, con atención veterinaria, antibióticos y analgésicos, Luna comenzó a mostrar signos de recuperación. “Ahora ya se levanta y se mueve con ayuda. Está feliz de estar en casa y recibe muchos mimos”, añadió Carty.

A pesar de la alegría del reencuentro, el misterio de cómo Luna llegó hasta 480 kilómetros lejos de casa sigue sin resolverse. Carty especula que pudo haberse subido a una caravana o a un camión de reparto, o incluso que alguien la haya robado y luego abandonado. “Me gusta pensar que simplemente decidió tomarse unas vacaciones en las Tierras Altas”, comentó con humor.

La cuidadora de esta minina aprovechó su experiencia para hacer un llamado a otros dueños de mascotas sobre cómo es imprescindible la instalación del microchip de rastreo en las mascotas, ya que no sabemos qué eventualidad pueda alejarnos de nuestros animales de compañía y este elemento es esencial para su recuperación.

“Es muy fácil que los gatos se alejen, que alguien los recoja o que terminen viajando kilómetros en la parte trasera de un vehículo”, le contó a The Independent. También insistió en la importancia de mantener actualizados los datos del microchip. “Si no fuera por eso, nunca habría vuelto a ver a Luna”, señaló.

La importancia del microchip

Aún se desconoce cómo es
Aún se desconoce cómo es que Luna llegó tan lejos de casa.

El caso de Luna recalca la relevancia de los microchips en las mascotas. Este pequeño dispositivo se implanta bajo la piel del animal y almacena los datos de contacto de su dueño en bases de datos. Desde junio de 2024, la legislación en Inglaterra exige que todos los gatos domésticos sean microchipados antes de las 20 semanas de edad. Esta medida busca facilitar la identificación de mascotas perdidas y aumentar las posibilidades de reencuentro con sus dueños.

De acuerdo con el doctor Juan Enrique Romero, médico veterinario especialista, los microchips son del tamaño de un grano de arroz, se implantan por una inyección subcutánea con una aguja un poco más gruesa, no duelen y quedan toda la vida.

En la Ciudad de México son recomendados desde 2023. Según el gobierno capitalino, este proporciona un sistema eficiente para la identificación y localización rápida de mascotas en caso de pérdida o robo, mitigando la angustia que estas situaciones generan en los propietarios y aumentando significativamente las probabilidades de un reencuentro entre el animal y su familia.

La historia de Luna no solo es un testimonio del vínculo entre humanos y animales, sino también un recordatorio de las medidas que pueden marcar la diferencia en situaciones inesperadas. Mientras tanto, Luna continúa recuperándose en su hogar, rodeada del cariño de su dueña, tras un viaje que, aunque lleno de incógnitas, terminó con un final feliz.