
Un hallazgo paleontológico en el noreste de China reveló una nueva especie de escorpión que habitó la Tierra hace aproximadamente 125 millones de años, durante el Cretácico temprano.
Este descubrimiento, publicado en la revista Science Bulletin, destaca la importancia del ecosistema conocido como Biota de Jehol, una de las reservas fósiles más prolíficas del mundo.
El fósil, denominado Jeholia longchengi, es el primer escorpión del Mesozoico registrado en China y uno de los más grandes de su época.
Un depredador clave

El fósil fue recuperado de las lutitas grises oscuras de la Formación Yixian, ubicada en el pueblo de Heishangou, en la ciudad de Chifeng, región de Nei Mongol, China.
Este lugar es conocido por su riqueza en fósiles excepcionales, que incluyen dinosaurios emplumados, aves primitivas, mamíferos, pterosaurios y una variedad de artrópodos. Sin embargo, hasta ahora no se habían encontrado escorpiones fósiles en esta región.
Según detalló la revista científica Live Science, el nombre de la especie, Jeholia longchengi, rinde homenaje tanto a la Biota de Jehol como al distrito de Longcheng, donde actualmente se conserva el fósil en el Museo Fossil Valley de Chaoyang.
El Jeholia longchengi no sólo destaca por su tamaño, que era de 10 centímetros, considerablemente mayor que el de otros escorpiones del Mesozoico, sino también por su posible papel en la red trófica del ecosistema de Jehol.
Según los investigadores, este escorpión pudo haber sido un depredador voraz, alimentándose de insectos, arañas, ranas, pequeños lagartos e incluso mamíferos diminutos. Los científicos también sugieren que sus depredadores naturales podrían haber incluido dinosaurios, aves y mamíferos, basándose en modelos previos de la cadena alimenticia de la Biota de Jehol.
El equipo de investigación, liderado por el Dr. Qiang Xuan del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, explicó que los escorpiones, aunque son uno de los artrópodos terrestres más antiguos, han mantenido un diseño corporal conservador a lo largo de su evolución.
“Los escorpiones más antiguos datan del Silúrico medio y algunos de ellos han sido interpretados como formas de transición entre el mar y la tierra”, señalaron los investigadores en su estudio.
Este diseño anatómico conservador también se observa en el Jeholia longchengi, que presenta un cuerpo pentagonal y espiráculos redondeados similares a los de algunas familias modernas de escorpiones asiáticos.
Un fósil único en un registro escaso
El registro fósil de escorpiones es notablemente limitado debido a las condiciones específicas necesarias para su preservación. Según explicó el coautor del estudio, Diying Huang, a Live Science, los escorpiones suelen habitar bajo rocas y ramas, lo que dificulta su fosilización en sedimentos.
La mayoría de los escorpiones del Mesozoico se han encontrado en ámbar, mientras que los fósiles comprimidos en estratos son extremadamente raros. En China, sólo se han reportado tres especies fósiles de escorpiones antes de este descubrimiento: el Sinoscorpius shandongensis del Mioceno, el Hubeiscorpio gracilitarsis del Devónico y el Eoscorpius sp. del Pérmico.
El Jeholia longchengi es, por tanto, un hallazgo excepcional, no sólo por ser el primer escorpión del Mesozoico encontrado en China, sino también por su tamaño y su posible papel ecológico.
Los investigadores destacaron que este fósil aporta nuevos conocimientos sobre la complejidad de las redes alimenticias en la Biota de Jehol, un ecosistema que sigue siendo objeto de estudio por su diversidad y estado de conservación.
Características anatómicas y posibles hábitos

El análisis del fósil reveló que el Jeholia longchengi poseía patas largas y pedipalpos delgados, características que lo diferencian de muchas especies modernas.
Además, carecía de espolones en el segmento conocido como patela, lo que lo distingue de otros escorpiones actuales. Aunque no se conservaron las piezas bucales en el fósil, lo que limita las conclusiones sobre su dieta exacta, los investigadores especulan que este escorpión podría haber sido un depredador versátil en su entorno.
En términos ecológicos, el equipo de investigación utilizó un modelo de red alimenticia para evaluar la importancia del Jeholia longchengi en el ecosistema de Jehol.
Los escorpiones grandes en este tipo de redes suelen tener una alta centralidad de intermediación, lo que significa que desempeñan un papel crucial como conectores entre diferentes niveles tróficos. “Nuestra investigación aporta nuevos conocimientos sobre la complejidad de las redes alimenticias en la Biota de Jehol”, concluyeron los científicos.
Futuros hallazgos podrían arrojar más luz sobre el papel de los escorpiones en este ecosistema y su evolución a lo largo del tiempo.
El fósil del Jeholia longchengi se encuentra actualmente en el Museo Fossil Valley de Chaoyang, donde se preserva como un testimonio de la biodiversidad y las interacciones ecológicas de un mundo que existió hace más de 100 millones de años.
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