La Reserva Federal de EEUU recortó las tasas de interés por tercera vez consecutiva y las ubicó entre el 3,50% y 3,75%

La medida busca responder a las señales de debilidad en el mercado laboral y preservar la estabilidad económica. La Fed prevé que la economía estadounidense crecerá un 2,3% en 2026

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El presidente de la Reserva
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una conferencia de prensa en Washington (REUTERS/Kevin Lamarque/Archivo)

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles aplicar un nuevo recorte de un cuarto de punto a los tipos de interés, el tercero consecutivo. La decisión volvió a evidenciar las tensiones internas dentro del organismo, donde algunos miembros consideraron que no era momento de mover las tasas y otros defendieron una rebaja más profunda.

Con el ajuste, el costo del dinero queda situado entre el 3,50% y el 3,75%, mientras la institución actualizó también sus proyecciones económicas.

La medida, respaldada por nueve de los doce miembros con derecho a voto en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), resalta las divisiones internas mientras el banco central navega en un entorno económico incierto, caracterizado por una inflación persistente y señales de enfriamiento en la creación de empleo.

La autoridad monetaria informó que la actividad económica del país “se ha expandido a un ritmo moderado”, aunque constató una desaceleración en el crecimiento del empleo y un leve repunte de la tasa de desempleo hasta septiembre. Según el comunicado del FOMC, “la inflación ha venido aumentando desde principios de año y se mantiene en niveles algo elevados”, con el último dato disponible de Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a septiembre, que mostró un aumento del 3,02%, superando el objetivo planteado del 2%. El organismo advirtió que la incertidumbre sobre el devenir económico sigue siendo “alta” y reiteró que continuará vigilando de cerca los riesgos asociados al mercado laboral y la inflación.

A pesar de la moderación en la actividad y del incremento de los precios, la Fed elevó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al 2,3% para 2026 —por encima del 1,8% previo— y estimó que la inflación se situará en el 2,4%, mientras que la tasa de desempleo alcanzaría el 4,4% a finales del año próximo. La institución adelantó que prevé, al menos, una nueva reducción de tasas durante el próximo año si persisten los riesgos para el mercado de trabajo.

La decisión tomada este miércoles estuvo lejos de la unanimidad. Stephen Miran, miembro del comité e impulsado por el presidente Donald Trump para buscar una política monetaria más expansiva, abogó por un recorte de 50 puntos básicos, situándose así como el principal defensor de una rebaja más agresiva. En cambio, Jeffrey Schmid, gobernador de la Fed de Kansas, y Austan Goolsbee, de la Fed de Chicago, respaldaron la postura de mantener los tipos sin cambios.

El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (REUTERS/Jonathan Ernst)

El proceso de votación reflejó el actual clima de debate dentro de la Fed, ante la creciente presión política sobre el banco central. El presidente Jerome Powell, cuyo mandato finaliza en mayo, apoyó la baja de 25 puntos básicos, mientras que otros miembros, como Michelle Bowman y Christopher Waller, considerados próximos a la administración Trump, también respaldaron la reducción acordada.

La Fed señaló en su declaración que “analizará con detalle los datos entrantes, el entorno macroeconómico y el equilibrio de riesgos” al modificar la tasa de referencia en el futuro. La institución indicó estar “preparada” para realizar nuevos ajustes en los tipos si la evolución de la economía así lo demanda, considerando especialmente las lecturas del mercado laboral, las expectativas de inflación y los efectos de acontecimientos internacionales y financieros.

En paralelo, el banco central comunicó que su balance ha disminuido a niveles “amplios” y anunció que iniciará compras de bonos del Tesoro a corto plazo cuando sea necesario para asegurar la liquidez en el sistema.

El panorama económico de Estados Unidos se ve afectado por la falta de datos recientes, ya que el último cierre parcial del Gobierno Federal interrumpió la publicación de estadísticas macroeconómicas clave. Ante este contexto de datos incompletos y volatilidad política, la Fed admite que sus proyecciones podrían experimentar cambios conforme se actualicen las cifras oficiales.

Mientras tanto, la presión de la Casa Blanca se mantiene sobre la autoridad monetaria, con Trump reiterando públicamente su interés en recortes más pronunciados de los tipos de interés y posicionando a aliados en los cargos clave para favorecer esa orientación. La proximidad de un cambio en la dirección del banco central añade un elemento de incertidumbre adicional de cara al futuro inmediato de la política monetaria estadounidense.

(Con información de AFP, AP y EFE)