
El mes de diciembre es, probablemente, la época del año en la que más planes familiares se hacen. Dos de las opciones más habituales son las comidas y los paseos, ganando un gran protagonismo eventos como ver las luces o mercados navideños.
En otros casos, es habitual viajar a algún país cercano, siendo la capital francesa uno de los destinos más habituales. Si eres una de esas personas que viaja al país vecino en busca de una gran experiencia navideña, hay un mercado que destaca por varios motivos.
¿Cuál es la plaza?
En el corazón del barrio latino de París, a los pies de la famosa fuente de Saint‑Michel y a un paso de la catedral de Notre‑Dame, se instala cada año un mercadillo navideño que, aunque modesto en tamaño comparado con otros de la capital, tiene un gran recorrido histórico.
Se trata del mercado navideño de la Place Saint‑Michel, un entramado de casetas y puestos cuidadosamente seleccionados que se remonta a 1869, veinte años antes de que se construyera la Torre Eiffel, uno de los monumentos más famosos de la historia.
A diferencia de mercados más grandes y concurridos de la ciudad, este apuesta por la artesanía y la producción local, teniendo disponibles desde juguetes de madera y bisutería hasta repostería y objetos de diseño. Muchos de los productos que se encuentran aquí están hechos en Francia y provienen de artesanos seleccionados con criterios de calidad y sostenibilidad.
Además de su valor histórico, este mercado se distingue por su enfoque ecológico, fomentando el uso de materiales y envases tradicionales y se prioriza la producción de proximidad, algo que contrasta con la imagen más comercial de otros mercados parisinos. Por otra parte, la plaza, con su emblemática fuente diseñada por Gabriel Davioud en 1860, proporciona un telón de fondo histórico que acentúa la atmósfera festiva.

Si bien no es el mercadillo más grande ni el más famoso de París, su escala humana y su arraigo en las tradiciones hacen que muchos visitantes lo consideren un descubrimiento más auténtico que otras propuestas más comerciales de la ciudad.
Contexto navideño en París
Es importante situar este mercado dentro de la amplia oferta navideña parisina. La ciudad acoge múltiples mercadillos cada temporada. Sin embargo, aunque Francia entera y especialmente regiones como Alsacia cuenten con mercados de tradición centenaria (el Christkindelsmärik de Estrasburgo, por ejemplo, data de 1570 y se considera el más antiguo del país), en la capital son pocos los mercados que pueden presumir de un linaje tan antiguo como este.
Durante las semanas previas a Navidad, el entorno de Saint-Michel se llena de una energía especial que va más allá del propio mercado. Las calles adyacentes se animan con músicos callejeros, cafeterías con terrazas calefactadas y librerías históricas que amplían horarios para acoger a los visitantes.
Este ambiente convierte la zona en un punto de encuentro perfecto para prolongar el paseo más allá de las casetas, combinando compras con cultura y gastronomía. La mezcla de tradición, vida local y rincones pintorescos hace que la experiencia navideña en esta parte de París resulte especialmente memorable.
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