El tesoro rupestre de China que es Patrimonio de la Humanidad: cuevas y estatuas talladas en la roca que datan del siglo V

Este enclave es uno de los conjuntos históricos más importantes del país y permite conocer su cultura ancestral

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El tesoro rupestre de China que es Patrimonio de la Humanidad: cuevas y estatuas talladas en la roca que datan del siglo V.

China es un mosaico de paisajes que asombran y cautivan a todo aquel que los contempla. Desde las imponentes montañas del Tíbet hasta los arrozales escalonados de Longji, pasando por los imponentes pilares de piedra de Zhangjiajie que parecen sacados de un sueño, la riqueza natural de este país es tan diversa como su cultura milenaria. Cada rincón ofrece una experiencia única, siendo algunos de sus monumentos naturales un referente en el patrimonio mundial. Pero no solo eso, pues el país es tesoro histórico en el que se pueden encontrar vestigios de hace milenios que muestran una cultura y tradición ancestral.

Así, uno de los mayores tesoros que se pueden encontrar son las conocidas como Grutas de Longmen. Ubicadas a unos 12 kilómetros al sur de la ciudad de Luoyang, en la provincia de Henan, constituyen uno de los conjuntos de arte rupestre más importantes de China. De hecho, se encuentran excavadas en las laderas de las montañas Xiangshan y Longmenshan a lo largo del río Yi, albergando más de 100.000 estatuas budistas talladas en la roca. Esto convierte a las cuevas en un testimonio invaluable de la influencia del budismo en la historia y la cultura china.

Figuras de 17 metros de altura

Grutas de Longmen, en China
Grutas de Longmen, en China (Adobe Stock).

Las Grutas de Longmen comenzaron a ser excavadas a finales del siglo V, durante la dinastía Wei del Norte (386-534), cuando la capital del imperio fue trasladada a Luoyang. Durante los siguientes cuatro siglos, las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279) continuaron la ampliación de estas grutas, generando una riqueza artística incomparable. En total, el sitio cuenta con alrededor de 2.300 cuevas y nichos, 2.800 inscripciones y más de 100.000 figuras de diferentes tamaños, desde pequeños relieves hasta imponentes esculturas de más de 17 metros de altura.

Unos de los elementos más icónicos de las Grutas de Longmen son las cuevas del Templo Fengxian, o la cueva Fengxiansi, la más grande de todas. Fue tallada entre 672 d. C. y 676 d. C. por orden de la emperatriz Wu Zetian, la única mujer que gobernó China como emperatriz reinante. A su vez, la estatua de Vairocana, un Buda de aproximadamente 17 metros de altura, esculpido durante la dinastía Tang, es una de las esculturas más impresionantes. La expresión serena del Buda, junto con los bodhisattvas y guardianes celestiales que lo rodean, refleja el refinamiento artístico alcanzado durante la época.

Un enclave que es Patrimonio de la Humanidad

Grutas de Longmen, en China
Grutas de Longmen, en China (Adobe Stock).

Las Grutas de Longmen representan un importante ejemplo de la evolución del arte budista en China, mostrando influencias de la escultura india y centroasiática, pero con un estilo progresivamente sinizado. A lo largo de los siglos, las cuevas han sufrido daños debido a la erosión natural, el vandalismo y el expolio de algunas de sus esculturas, que fueron saqueadas y vendidas en mercados de arte internacionales.

En el año 2000, la UNESCO inscribió las Grutas de Longmen en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, reconociendo su valor artístico, religioso e histórico. Desde entonces, el gobierno chino ha implementado diversas medidas de conservación, como la restricción del acceso a ciertas áreas y la restauración de inscripciones dañadas. A pesar de estos esfuerzos, el sitio sigue siendo vulnerable a la contaminación ambiental y la acción del tiempo.

Sin embargo, hoy en día, las Grutas de Longmen son una atracción turística de gran relevancia en China. Miles de visitantes recorren anualmente el complejo, maravillándose con la maestría escultórica y la espiritualidad que emana de cada figura. Además, el sitio se ha convertido en un centro de estudio para historiadores del arte y arqueólogos que buscan comprender mejor la difusión del budismo en Asia oriental.