Madrid, 6 dic (EFE).- El Real Madrid visita Tenerife en la que será una dura prueba para calibrar la mejoría que ha experimentado en fechas recientes fuera de casa; con victorias a domicilio tanto en sus dos últimos partidos de la Euroliga, ante el Hapoel Tel Aviv y el Anadolu Efes, como en sus tres salidas ligueras más recientes a Zaragoza, Badalona y Granada.
Especialmente los dos triunfos europeos, conseguidos en mitad de la nebulosa de las 'ventanas' FIBA, han dado confianza al equipo, que ya se ve en los puestos altos de la máxima competición continental mientras que en la liga es segundo con un balance de 7-1, el mismo que tiene el líder, el Valencia Basket.
El objetivo es mantener esa inercia hasta final de año, empezando por su desplazamiento a tierras canarias para medirse a un La Laguna Tenerife que solo tiene una derrota más que el cuadro blanco y que ya le puso en apuros en semifinales de la Supercopa de España, en las que los de Sergio Scariolo ganaron por 72-71.
De cara a esta cita, se espera que el plantel al completo esté disponible incluido el dominicano Andrés Feliz, descarte ante el Anadolu Efes junto al español Izan Almansa y el italiano Gabriele Procida. Este último, en declaraciones difundidas por el club en la previa, ha dejado claro que está "bien y preparado para ayudar al equipo en lo que necesite".
"Desde el principio de la temporada hemos trabajado duro. Perdimos algunos partidos, pero hemos entendido dónde estábamos y hemos seguido trabajando muy duro para conseguir las victorias. Será un partido difícil. Es un buen equipo. Nos enfrentamos contra ellos en la Supercopa y sabemos qué tenemos que hacer para ganarles", dijo.
"Tenemos que prestar mucha atención a Huertas y Shermadini pero también al resto del equipo. Hay que poner el foco en nosotros mismos. Estamos preparados, trabajando bien y venimos de tres victorias fuera de casa ante el Granada, Hapoel y Efes, donde hemos jugado bastante bien. Estamos comenzando a ser sólidos y tenemos que continuar así", completó. EFE


