Patricio Ochoa, doctor: “Muy probablemente tenemos el peor nivel de atención en la historia de la humanidad. Vivimos en un entorno diseñado para fragmentar nuestra mente”

A pesar de que sea algo alarmante, es una capacidad que se puede entrenar

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Fragmento de TikTok en el
Fragmento de TikTok en el que Patricio Ochoa habla sobre la capacidad de atención. (@dr.patricio_ochoa)

En una era en la que cada vez hay más estímulos y elementos tecnológicos, la capacidad de atención es un valor que se está perdiendo. Como norma general, los vídeos que se publican en redes sociales son más cortos, tienen más recursos para captar tu atención y están repletos de efectos visuales.

Esto es algo que, inevitablemente, nos ha llevado a tener menos paciencia y a no tolerar el aburrimiento. Patricio Ochoa, un médico que publica contenido en redes sociales, ha profundizado sobre esta cuestión en uno de los últimos vídeos que ha subido a su cuenta de TikTok (@dr.patricio_ochoa). “Muy probablemente tenemos el peor nivel de atención en la historia de la humanidad. Vivimos en un entorno diseñado para fragmentar nuestra mente”, explica el experto.

Cómo mejorar tu capacidad de atención

Según Patricio Ochoa, la disminución de la atención no se debe a falta de autocontrol ni a debilidad mental, sino a que vivimos en un entorno que nos empuja a dispersarnos. Los móviles y las notificaciones constantes son factores que interrumpen nuestros procesos mentales, siendo incluso invasivos.

Sin embargo, esta habilidad puede recuperarse y fortalecerse con estrategias específicas basadas en evidencia científica. El primer paso consiste en medir la atención real. Esto significa identificar cuánto tiempo podemos concentrarnos sin distracciones antes de que aparezca la tentación de revisar el móvil o cambiar de actividad. Al establecer un punto de partida, se puede entrenar la atención de manera gradual.

Otro factor crucial es eliminar la fragmentación. Cada interrupción puede tardar hasta noventa minutos en ser superada por el cerebro, por lo que es fundamental minimizar estímulos externos. Dejar el móvil fuera de nuestro alcance, silenciar las notificaciones y optar por música relajante son algunos de los métodos que se pueden ayudarte.

Además, establecer rutinas ayuda a ahorrar energía mental. Desde un horario fijo hasta hábitos sencillos como escuchar la misma música o masticar el mismo tipo de chicle, estos rituales envían señales al cerebro de que es momento de concentrarse, lo que hace que sea más sencillo focalizarse.

También es importante respetar los límites del cerebro, que funciona en ciclos de aproximadamente noventa minutos. Forzar la atención más allá de ese periodo no solo resulta ineficaz, sino que puede generar fatiga mental.

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Incorporar pausas activas, caminatas o estiramientos permite restaurar neurotransmisores clave para la concentración, como la dopamina y la noradrenalina, mejorando nuestra productividad sin agotarnos. Finalmente, conectar la atención con un propósito potencia el enfoque. Cuando una actividad tiene significado personal, el cerebro se mantiene motivado de manera sostenida y evita buscar gratificación rápida e inmediata.

El impacto del entorno digital en la mente

La exposición constante a notificaciones, publicidad y redes sociales no solo fragmenta la atención, sino que también modifica la manera en que el cerebro procesa información. Estudios recientes muestran que la sobrecarga de estímulos puede reducir la memoria de trabajo, afectar la toma de decisiones y generar estrés cognitivo. Comprender cómo estos factores influyen en nuestra mente es clave para diseñar hábitos que protejan la concentración y permitan un uso más consciente de la tecnología.