Los misterios del caso Sergio Vaca, el argentino que desapareció hace tres años en Valencia rumbo a Laos y que su hija busca desesperadamente: “Los mails parecían escritos por terceras personas”

El hombre solo contactaba con su familia por correo electrónico, aunque las sospechas ahora son que los pudo haber escrito una tercera persona

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La desesperada búsqueda de Sergio Vaca, un argentino que vivía en Valencia y viajó a un monasterio budista en Laos en 2022

“Mi papá está desaparecido”. Así de contundente es la frase que sintetiza la pesadilla que vive Eliana Vaca desde hace más de tres años. Su padre, Sergio Gabriel Vaca, un argentino natural de Córdoba que residía en Valencia, España, inició un viaje a Asia en noviembre de 2022 y nunca más se volvió a saber de él.

Sergio no se comunicaba ni por teléfono, ni por WhatsApp, ni por redes sociales. Solo por correo electrónico. Hablaba todos los días con su hija, hasta el 27 de noviembre, su último mail. Decía estar en un monasterio budista en Laos y prometía volver en un año. Sin embargo, a día de hoy, su paradero sigue siendo desconocido.

Desde entonces, su desaparición moviliza a su familia, a la Cancillería argentina y la Interpol, pero no a las autoridades españolas. “No hemos recibido su ayuda”, dice Eliana en conversación con Infobae, pero aclara que solo se ha puesto en contacto con SOS Personas Desaparecidas ante la imposibilidad de interponer una denuncia con la policía de España. Sin embargo, la búsqueda de Sergio no es fácil. Presenta contradicciones, silencios y una creciente sospecha: los datos que brindó antes de desaparecer no coinciden con la realidad.

De Valencia a Asia: un cambio de vida impulsado por el duelo

Hasta mediados de 2022, Sergio Vaca llevaba una vida estable en España. Mantenía un vínculo cercano con su familia, sobre todo con su hija Eliana. “Hablábamos todos los días”, recuerda. El primer indicio del cambio llegó en mayo de 2022. Era el cumpleaños de Eliana y su padre la llamó. “Me mandó un video diciéndome que tenía ganas de irse a Asia. Él trabajaba con los chinos, así que no nos pareció algo tan extraño”, cuenta.

Un mes después, el tío de Eliana (hermano de Sergio) falleció de forma repentina. “Eso provocó un bajón en él. Ahí tomó la decisión de irse”, relata. Primero habló de Camboya, pero en julio confirmó que su destino sería Laos. Desde entonces, eliminó WhatsApp y todas las redes sociales. El único canal de contacto sería el correo electrónico.

Sergio solo se comunicaba por
Sergio solo se comunicaba por correo electrónico. (Imagen cedida)

El último mail: Laos, un monasterio y una promesa incumplida

El 27 de noviembre de 2022, la familia recibió el último contacto de Sergio. En ese mensaje aseguraba que se encontraba en Laos, que había llegado a un monasterio budista cerca de la frontera con China y que había conseguido trabajo como intérprete.

“Dijo que había encontrado la paz, que iba a quedarse una temporada y que volvía en un año”, explica Eliana a este diario. Aunque el cambio de planes les llamó mucho la atención, la familia decidió respetar su decisión. “Después de lo que había pasado en la familia, lo respetamos. Dijimos: ‘Bueno, una vez más va a estar lejos’”. Pero el año pasó. Luego pasó otro. Y no hubo llamadas, ni mails, ni noticias.

Desaparición sin rastro: “Los mails parecían escritos por distintas personas”

La ausencia prolongada fue un impacto difícil de asimilar. “Fue realmente un impacto groso. Sentí su ausencia”, dice su hija. Con el tiempo, el silencio comenzó a transformarse en angustia. “La incertidumbre me empezó a matar, a agobiar. No entendía qué estaba pasando ni qué le había pasado”. Las alarmas se encendieron cuando intentaron responder a su último mail. La casilla ya no existía. Ningún mensaje llegaba a su destino. “Eso fue otra cosa extraña”, apunta Eliana.

En 2024, tras dos años sin contacto, Eliana decidió empezar la búsqueda por su cuenta. Contactó con grupos de argentinos en Asia, guías locales y administradores en Laos y Camboya. Allí apareció la primera gran contradicción: “Me dijeron que en la zona donde él decía estar no hay monasterios budistas”. Luego surgió la segunda casi de seguido: “En los monasterios de Asia no aceptan extranjeros para trabajar como intérpretes”.

Más tarde, apareció la tercera, cuando una amiga de Eliana analizó los correos electrónicos enviados por su padre. “Me dijo que los mails eran muy extraños, que parecían escritos por distintas personas. Yo no quería creerlo”, declara. Pero, al revisarlos en detalle, aparecieron inconsistencias de estilo y contenido. “Fue como un jarro de agua fría. Yo, ilusa, pensando que estaba allí y en realidad no”, lamenta. Esto hizo crecer las sospechas y la angustia de Eliana: “No sé si lo secuestraron, si está vivo, si pasó algo”.

Se sospecha que los mails
Se sospecha que los mails los podría haber escrito terceras personas. (Imagen cedida)

Ayuda de las autoridades e Interpol: ningún registro en Asia

Ante este panorama, la familia decidió denunciar ante la Cancillería argentina, Interpol y organismos de personas desaparecidas en España. Sin embargo, los resultados, no han dado alivio. “Cancillería nos informó que no hay registros oficiales de mi papá en Asia”, afirma Eliana. Tampoco figura en consulados ni en domicilios conocidos de Valencia. Incluso se desconoce si efectivamente salió de España rumbo a Asia.

La familia espera que Interpol pueda rastrear la dirección IP del último mail, enviado el 27 de noviembre de 2022, aunque el proceso es complejo y lento. “Ese mail ya no existe. Intentamos todo y no hay respuesta”, dice Eliana. En un intento de viralizar el caso, decidió publicar un video en redes sociales.

Sin embargo, la exposición tuvo consigo consecuencias. Tras la difusión del caso, Eliana recibió mensajes desde una cuenta de Instagram sin datos ni publicaciones. En dichos mensajes se insinuaba que su padre “sabía que los estaban buscando”. Además, denunció intentos de hackeo en sus redes. “Fue todo muy extraño, como si quisieran desviar la búsqueda”, sostiene.

“Él jamás dejaría de comunicarse”

A pesar del paso del tiempo y las incongruencias del caso, su hija descarta que la desaparición de Sergio fuese voluntaria. “Mi papá jamás dejaría de comunicarse con nosotros. Teníamos una relación espectacular. No lo entiendo, no puede ser”. Hoy, a casi tres años del último mensaje, la familia de Sergio Vacas mantiene un único objetivo: saber qué pasó. “Queremos saber si está vivo y dónde está. Nada más”, concluye Eliana.