¿Cuánto dinero se llevan las administraciones de lotería que han vendido los décimos premiados?

A pesar de la creencia popular, los loteros no se llevan bonificaciones por los premios repartidos, pero sí que tienen un sistema de comisiones de venta

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Empleada de la administración de
Empleada de la administración de Loterías de Esperanza, situada en Carretera de Canillas, 60 (A. Pérez Meca / Europa Press)

La imagen de júbilo en las calles de España tras el sorteo de la Lotería de Navidad no han parado de reproducirse por la televisión y las redes sociales. Familias, amigos o trabajadores de una misma empresa han descorchado champán y lanzado confeti tras conocer que han sido premiados con los mayores premios del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad.

Frente a este panorama siempre se queda otra imagen en la que pocos se fijan: la alegría de los loteros que han repartido el premio a los vecinos de su barrio. Esto mismo le ha sucedido a una empleada en una administración de Loterías del barrio de Esperanza en Hortaleza (Madrid), que ha repartido 188 series del número 61.366 correspondiente a un quinto premio.

Esto suscita algunas preguntas como: ¿realmente obtienen alguna retribución especial por vender los décimos afortunados? La realidad es que, a pesar de la creencia popular que apunta a que las administraciones se llevan bonificaciones adicionales por entregar un décimo premiado, los loteros solo se llevan un porcentaje a modo de comisión de venta de los décimos.

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Infografía con premios de la Lotería de Navidad de 2025 (Europa Press)

La comisión se amplía a todos los décimos vendidos y no solo a los premiados

La Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) establece en su normativa una comisión del 4% sobre cada décimo vendido, lo que equivale a 0,80 euros por cada billete de 20 euros. Esta remuneración permanece fija, independientemente de si el número resulta premiado o no. Este porcentaje representa la principal fuente de ingresos de los loteros durante la campaña navideña, especialmente durante las semanas previas al sorteo, cuando se registra el mayor volumen de ventas.

De esta manera, el beneficio que otorgan estos premios tan solo reside en la visibilidad y el prestigio que adquiere el punto de venta, lo que suele repercutir en el incremento de clientes en sorteos posteriores. Y, por tanto, un incremento de las ventas de décimos. Y es que, la asociación con la “suerte” impulsa la reputación del establecimiento y provoca largas colas frente a sus locales en cada edición del sorteo. Como sucede cada año en las grandes administraciones como Doña Manolita en Madrid, La Bruixa d’Or en Lleida, Lotería Valdés en Barcelona, Lotería Ormaechea en Bilbao y Lotería Manises en Valencia.

Como cada 22 de diciembre, los ojos están puestos en el Teatro Real de Madrid, en el que se van a repartir 2.772 millones de euros

En cambio, el sistema sí que contempla comisiones para el caso de los pagos de premios. De esta manera, si un cliente va cobra el premio de su décimo en la misma administración donde lo compró, la SELAE remunera al establecimiento con un 2,5% del importe pagado, siempre que la cantidad anual abonada no supere los 200.000 euros. En los casos en los que se sobrepasa esa línea, la comisión se reduce al 1,25%. Esta retribución compensa el servicio administrativo y la disponibilidad de fondos durante los días de pago, que representan uno de los periodos de mayor actividad para las administraciones.

El motivo de ello radica en las grandes gestiones que deben llevar a cabo las administraciones, sobre todo tras el sorteo de la lotería el 22 de diciembre, cuando miles de jugadores buscan cobrar sus premios. Entre sus tareas se asumen largas colas con jornadas casi interminables, una intensa presión y una gestión logística compleja. Así, mientras los premios millonarios despiertan la alegría colectiva, los loteros recogen una recompensa limitada pero constante.